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Con cuidado Midoriya metió a Shōto dentro de la bañera, el cual solamente soltó un pequeño bostezo dejando ver los pequeños colmillos en su boca. El peliverde con manos temblorosas tomó el shampoo para colocar un poco en la palma de su mano y proseguir a esparcirlo por el cabello de dos colores cuidando de que no cayera por el rostro del contrario.

—Midoriya ¿Tú no vas a bañarte?

Habló una vez el peliverde retiró toda la espuma de su cabello. El ojiesmeralda al escuchar aquella pregunta se sonrojó más de lo que ya estaba antes de contestar.

—S-Sí, pero después, Todoroki-kun

Cuando Shōto escuchó aquello frunció el ceño con levedad y seguidamente se giró para mirar a el más alto.

—¿Por qué no ahora?

—Porque no es momento, Todoroki-kun

Un puchero se formó involuntariamente en el rostro del de cabello bicolor mientras que sus pequeñas orejas peludas se bajaban. Colocó sus manitas alrededor de una de las muñecas de Midoriya y comenzó a jalarlo hacia él.

Después de unos minutos de estar negándose a ducharse con Todoroki, logró terminar de bañarlo, secarlo y vestirlo. Dejó a Shōto al cuidado de Uraraka para que esta le diera algo de desayunar mientras el se bañaba.

El de ojos heterocromáticos estaba sentado sobre la barra, lugar donde la castaña lo dejó, su ceño se mantenía fruncido aún por el hecho de que el peliverde se había negado.

Ochako se encontraba parada frente a el Todoroki menor y a su lado se encontraba Mina, quien sostenía en una mano un plato y en la otra una cuchara, la cual acercaba a el rostro de Shōto para intentar hacer que comiera, pues este se negaba.

¿¡Shōto!? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora