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La noche por fin había llegado y para ese entonces ya todos los alumnos de la clase 1 A estaban a el tanto de la condición del Todoroki de cabello bicolor. La tarde había pasado con Mina y Hagakure arrebatando a Shōto de los brazos del peliverde o de alguien más para pellizcar sus mejillas, tocar su cabello o las orejas felinas en su cabeza, cosa que incomodaba a el de ojos heterocromáticos que intentaba escapar de las garras de esas dos, o de otras chicas, para volver con el pecoso de ojos verdes.

Después de la cena Midoriya había llevado a Todoroki a la habitación de este para que cambiara su ropa por una más cómoda para dormir.

—Midoriya ¿Puedo dormir contigo?

Habló Shōto colocándose frente a el pecoso, el cual adquirió un tono rojizo sobre sus mejillas al escuchar a su contrario.

—¿Estás seguro de eso, T-Todoroki-kun?

Preguntó el ahora más alto con la mirada bicolor sobre él. Mientras que el otro simplemente asentía, si bien siempre quiso ser más cercano a aquel pecoso aunque no sabía como acercarse a este para hablarle, siempre estaba con sus amigos y se le hacía más difícil, por lo que puede aprovechar aquel accidente para estar a su lado y hacer creer a los demás que tan solo es el capricho de un "niño"

—Sí, no me gusta la oscuridad

Mintió antes de extender sus brazos hacia el contrario pidiendo estar en sus brazos, lo cual le fue cumplido. Midoriya se inclinó un poco hacia adelante para poder tomar de los costados a el heterocromático, alzarlo y pegarlo a su torso antes de salir de esa habitación para dirigirse a la suya.

Dejó a el niño sobre su cama antes de dirigirse a su armario y sacar de este su pijama y proseguir a quitar sus prendas bajo la mirada curiosa de Todoroki

—¿Podrías dejar de mirarme? Es incómodo...

¿¡Shōto!? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora