capítulo 26

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...

Me coloco a su altura para quitar el cabello de su rostro, cuando lo hago automáticamente se que era mi hermana, la muevo varias veces tratando despertarla pero no reaccionaba.

Cada segundo que pasaba me hacía sentír más desesperada no sabía que hacer lo único que quería era que despertara.

-Ester... despierta!!- digo desesperada.

-tenemos que llevarla al hospital- dice Zac.

Yo solo asiento, Zac se acerca a Ester y la toma entre sus brazos para salir de la Discoteca, camino al frente de ellos para tratar de abrir camino entre la gente lo único que hacía era enpujar a todo al que se atravesaba. Cuando finalmente logramos llegar a la entrada.

Él hombre de los tatuajes nos mira sorprendido al ver a Ester en los brazos de Zac. Continuamos con el camino al auto, a lo lejos observó el auto a lo lejos. Corro para poder abrir rápidamente la puerta trasera y Zac pueda dejar a Ester, pero estaba cerrado.

-Zac está cerrado!!- grito.

Él acerca al auto.

-las llaves, estan en el bolsillo del abrigo, tomalas por favor- habla.

Inmediato me acerco a el y hago caso, busco las llaves, las tomo y Quito el seguro del Mustang, abro la puerta y Zac deja a Ester en el asiento trasero.

-dame las llaves- habla.

Le entrego las llaves, y me subo a lado de Ester colocó su cabeza en mis piernas y masajeo su cabello.

(Despierta Ester, tu eres fuerte)(pienso)

Era lo que repetía en mis pensamientos una y otra vez me sentía tan culpable por lo que le había pasado. Miro por la ventana y las calles estaban solas no podía dejar de pensar en lo que había sucedido con Ester, recargo mi cabeza por unos segundos en la cabecera de la silla y cierro mis ojos estaba agotada.

-ey, Alaia llegamos- abro mis ojos lentamente.

Zac baja del auto, abre la puerta trasera para sacar a Ester le ayudo a levantar a Ester y el la toma en sus brazos, camina hacía urgencias mientras que yo bajo completamente del auto y lo cierro. Corro para alcanzarlos y entramos al hospital, rápidamente una enfermera viene con una camilla en sus manos, Zac deja a Ester acostada sobre ella y la enfermera corre hacia el fondo del pasillo y enseguida llega un doctor a su lado, yo tomo la mano de mi hermana pero la suelto de inmediato cuando el doctor entra con la camilla por unas puertas gigantes y la enfermera evita que continúe el camino.

-señorita no puede entrar- habla.

-pero es mi hermana- digo asustada.

-el doctor la atenderá, por favor siéntese y espere- le digo.

-pero...-trato de apartarme de la enfermera.

-Alaia ven, vamos a sentarnos deja que puedan hacer su trabajo- me interrumpe Zac.

Me quedo callada y camino hacia la sala de espera, Zac coloca su mano en mi espalda para guiarme, cuando llegamos todos nos observan inquietantes parecía que nos conocían. No le doy importancia, me siento en una de las sillas vacías y Zac se sienta a mi lado.

-no me perdonaría si algo le sucede- digo sin ánimo- nunca estuve a su lado, nunca la apoyé o escuché -cierro mis ojos tratando de contener las lágrimas.

-todo estara bien- la voz de él me llenaba de tranquilidad.

Recuesto mi cabeza en su hombro estaba muy mal, quería que todo esto solo fuera una pesadilla de la cual pudiera despertar y volver a la realidad.

Losh Harrison & AsociadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora