Alaia Losh.
-¡¡GANA EL NUMERO 1!!.
(Carajo, pero que suerte la mia)(pienso)
Mientras que todos a nuestro alrededor festejaban yo estaba echa un ovillo de desilusión. Al escuchar el narrador de la carrera decir esas palabras mis ojos se colocan como platos. No podía creer que Zac Harrison había ganado la apuesta.
Está había sido la carrera en la cual no había salido ganadora de alguna forma, sin embargo las revoluciones de los motores están clasificados como caballos de fuerza así que solo era cuestión de hacer un pequeño cálculo en mi cabeza y ya estaba. Pero tal parece que mis cálculos fallaron. ¡No puede ser!Mis ojos estaban puestos sobre los de Zac no sabia que palabra articular o como podía salvar la situación en la que me encontraba, de alguna manera tenía que persuadirlo. Hora de atacar.
-Señor Harrison, usted es muy suertudo en este ámbito -digo en tono coqueto.
Sus ojos me analizan con desconfianza pero con cierta ternura que hacia que me colocara nerviosa.
-no lo dude, Señorita- una sonrisa cruza por sus labios.
-Parece ser un hombre muy asertivo, sagaz y un excelente estratega- mi tono de voz era suave.
Parece que estaba cayendo o eso me lo demostraba su blanca sonrisa llena de orgullo. Nada que un hombre egocéntrico no se pueda resistir a los halagos.
-usted está en lo correcto- toma un trago de su bebida- pero tú tampoco te quedas atrás, tiene todos esos atributos y muchos más- su mirada recorre todo mi cuerpo de manera lenta pero nada desagradable- como por ejemplo es muy buena dialogando con las personas, yo lo llamaría más bien "persuadirlas"-su tono estaba lleno de seguridad.
Siento como si me hubieran echado un balde de agua fría por encima, no creí que se daría cuenta pero parece que es un hombre inteligente. Rayos.
-Cariño, no juegues conmigo, tendrás que cumplir el trato- dice de forma seductora.
Escuche bien o había utilizado un apodo conmigo, a puesto que así llamara a todas. Eso si que no.
-no intentaba hacerlo, y no te preocupes lo cumpliré, mi palabra es valiosa- digo firme y me levanto del sofá acomodando mi atuendo.
-de eso estoy seguro-afirma.
-por cierto, esa palabra "cariño" - muevo mis dedos en forma de burla- estoy segura que sobraba en tu oración.
Una sonrisa aparece entre sus labios, parecía que en realidad estaba esperando a que yo le hubiera reprochado por eso. Como odiaba que hiciera eso, su estúpida sonrisa era perfecta.
-vamos, debes ir a recoger tu dinero de la apuesta ¿no?- digo con sarcasmo.
-vamos-bufa.
Se levanta de su asiento y caminábamos directo a las escaleras par ir al lugar donde reclamaría el dinero, creí que iríamos a las cajas de las apuestas pero Zac cambio de dirección y ahora íbamos hacia una enorme edificación de piedra y gravilla. Eran las caballerizas del hipódromo.
Últimamente había visto más caballos en estos dos Días que en toda mi vida.Allí estaban los caballos que habían competido acompañados de sus jinetes, caminamos entre las personas hasta que llegamos al establo que parecía que pertenecía al caballo numero 1, el ganador de la carrera su nombre era Aranón o eso había entendido.
Zac se acerca al jinete del caballo Mientras que yo me quedaba observando la escena a lo lejos; hablaron por unos minutos hasta que llega otro hombre de avanzada edad a su lado, me doy cuenta que la presencia de ese sujeto no era para nada del gusto de Zac pero sin embargo algo me decía que se conocían, en la forma en que el hombre se dirige a Zac. Ambos me voltean a mirar y siento como el hombre me examina de pies a cabeza sin ningún recelo. Trato de no darle importancia pero era inevitable.
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Losh Harrison & Asociados
Teen FictionAlaia Losh una joven empresaria exitosa. Hija menor de una de las familias más importantes, poderosas y millonarias de Nueva York. Desde muy joven su padre la formó para tomar la presidencia de la compañía Losh (ESI), luego de que tomara la presi...