Alaia Losh.
Abro mis ojos lentamente gracias a la luz del sol que entraba por la ventana de la sala, entre cierro mis ojos y miro a mi alrededor.
Me sorprendo al darme cuenta que estaba acostada en el pecho de Zac, él me rodeaba con sus brazos como si quisiera protegerme de algo, me sentía segura a su lado y fuerte, era un sentimiento agradable.
No sabia porque la noche anterior le había contado casi toda mi vida, tal vez fue solo el momento, ya que estaba un poco vulnerable.
El sol iluminaba su rostro, podía observar unos pequeños mechones que caia por su frente tornados de un castaño oscuro. Se veía tan fresco, relajado y en calma; dejo mi mentón sobre su pecho mientras que miraba hacia la nada y trataba de darle un orden razonable a mi vida; últimamente andaba un poco alterada.
Trató de soltarme del agarre de sus brazos cuando lo hago él se mueve un poco en el sofá dejandome libre, trato de levantarme muy despacio del sofá para evitar que se despertara pero en realidad dudaba que lo hiciera, parecía que estaba muy profundo.
Aún estaba preocupada por mi hermana Ester, bastante diria yo pero ya tendría que buscar una solución para ayudarla a recomponer su vida o eso esperaba.
Voy hacia mi bolso y tomo mi teléfono luego salgo de la sala y voy camino hacia el hold de la entrada. Llamo a Kate.
-hola Alaia-contesta.
-buen Día,como esta Ester?-pregunto.
-mucho mejor el doctor le dará de alta hoy- dice ella.
-está bien entiendo, ya hablaste con ella?-digo.
-así es, me explico todo y también confesó que no estaba tomando sus antibióticos- habla.
-te hablo sobre la drogas- digo directa.
-así es me aseguro que ella no consumía -algo dentro de mi se calma al instante pero no me sentía tan segura.
-está bien eso lo hablaremos luego-digo sin ánimo.
-vendras?- pregunta.
-claro, en un momento estaré allí me voy a reglar y desayuno- digo.
-bueno, yo voy a verla, Lea está con ella en éste momento me remplazó por unas horas para que yo fuera arreglarme y pudiera descansar- asiento.
-esta bien nos veremos allá- termino y cuelgo.
Camino hacia la cocina quería tomar un poco de agua pero la mansión de Zac era tan grande que por poco no la encuentro, al entrar Clarita estaba cocinando y parecía contenta tenía una gigante sonrisa en su rostro.
-buenos Días Clarita- la saludo.
-buenos Días Alaia- se limpia las manos con el delantal.
-te veo muy alegre hoy- hablo.
-así es estoy con muy buen ánimo- dice con una sonrisa en su cara.
-que bueno- tomo un vaso y sirvo un poco de agua.
-Alaia como se que no traes ropa para cambiarte me tome el tiempo de ir esta mañana por algo al centro comercial además el joven Zac también me lo pidio- habla Clarita.
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Losh Harrison & Asociados
Novela JuvenilAlaia Losh una joven empresaria exitosa. Hija menor de una de las familias más importantes, poderosas y millonarias de Nueva York. Desde muy joven su padre la formó para tomar la presidencia de la compañía Losh (ESI), luego de que tomara la presi...