Capítulo VIII: Enfrentamiento por una cuerda

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-Muchos problemas...-

Después de varios minutos (que a Kuro le parecieron horas), ambos chicos dejaron de hacer sus poses tan raras y se fueron como si nada, dejando al pobre chico totalmente solo.

(Genial..ahora..¿qué haré?)

Y como si la vida le sonriera de nuevo, el chico "ama de casa" lo "encontró".

-¿Oh? Kuro? ¿Qué haces aquí tu solo? Pensé que estarías con tu hermano o con alguien más-

- ¿Como lo sabes? Digo, de mi hermano si pero, ¿cómo sabes que conocí a alguien más Mahiru?-

Kuro tenía un verdadero revoltijo en sus pensamientos que iban desde que Mahiru lo espiaba hasta que en el circo había cámaras de seguridad. No encontraba alguna otra solución para tan extrañas palabras del menor.

- Amm..pues te ví pasando de casualidad con Tsurugi-san y Licht-tan. Por eso pensé que estabas con ellos..-

La voz tan nerviosa de Mahiru solo empeoraba las cosas, aunque bueno, el peliceleste decidió no darle más problemas al chico y dejarlo así. Pero esa respuesta que había recibido no tenía nada de sentido por lo que la guardaría en su mente para darle respuesta después.

- Bien. Supongo que tienes razón. Así que..ahora qué hacemos? No tengo idea de cómo el la vida en un circo-

-No es nada de otro mundo tontito. Puedes hacer lo que quieras, siempre y cuando sea bueno y no rompa las reglas.-

Al principio el castaño se sintió un poco molesto por semejante comentario. No le agradaba para nada las personas que pensaban que vivir en un circo era una tortura o que todo el día debían actuar como payasos o diferente a los "normales". Después de todo, no por ser un actor en el circo debías ser un "fenómeno". Podías ser libre de actuar como a ti te guste.

- Bueno..pero, te ves algo preocupado,¿qué sucede? Claro si puedo saber.-

- Alguien cortó las cuerdas de los trapecistas y de la red. Fue una suerte que Licht-san bajara antes de que ocurriera algo malo-

Mahiru se había dando cuenta, mucho antes que los demás, de que algún sujeto había ido a cortar todas las cuerdas que encontrará, incluso las que estaban resguardadas en el almacén. No comprendía que clase de persona se atrevería a hacer eso, sonaba más como a alguien con un fetiche muy raro o algún chistosito que quisiera arruinarles el show.

- Debemos ir a comprar las cuerdas para reparar todo. Antes de que el dueño se entere y nos castigue a nosotros-

Parecía extraño que todos le tuvieran cierto "miedo" al dueño del circo. Kuro aún no lo conocía y por todo lo que había escuchado, esperaba no hacerlo.

En la caminata de ambos chicos hacia el pueblo, el peliceleste noto algo raro en el castaño, su muñeca. Tenía algo en ella pero cuando trato de detenerlo para preguntar fue interrumpido por un niño que parecía no pasar de 13 años.

-¡¡Shirota!! ¡¿A donde crees que vas?! ¡¡Sabes que es la otra tienda!!-

- Por favor Misono, sabes que él es el único que puede tener cuerdas que nos sirvan. ¿O quieres que alguien se lastime? Sé que no se llevan bien pero, solo hay que intentar-

El "niño" que por lo visto se llamaba Misono se veía bastante molesto por una razón desconocida para Kuro. ¿Tan malo era ir a la tienda a comprar unas cuantas cuerdas?

- ¡Solo por esta vez lo permitiré, pero no volveremos a venir aquí!-

El castaño asintió mientras visualizaba la dichosa tienda que parecía más ser una choza común.

El letrero era llamativo pero pequeño. "The Land of Nod" era lo que decía además de su extenso horario para gusto del perezoso.

- La tienda se llama igual que el circo. ¿Acaso son unos imitadores o algo así? -

- Para nada. La tienda también pertenece al circo, por eso tienen el mismo nombre-

Al momento de entrar se podía escuchar el rechinar de la madera al igual una extraña risita. Parecía más una casa del terror que nada.

- ¡¡Bienvenidos!! ¿En que puedo ayudarles?-

Un chico rubio que vestía de manera bastante extraña, salió de detrás del mostrador mientras sonreía a sus clientes, dándose cuenta de quienes eran.

- Ah..son ustedes. ¿Que necesitan? -

Su tono de voz cambio un poco, ya no era el tan alegre y energético vendedor de hace unos momentos. Ahora se veía como un tipo normal.

- Queremos saber si tiene unas cuantas cuerdas que nos venda para poder arreglar la red y lo demás-

El rubio vendedor se quedó mirando al castaño unos segundos y después soltó un bufido mientras en su derecha tomaba una muñeca de trapo.

- No cambias, ¿verdad Mahiru-kun? Deberías haber dejado ese lugar desde hace años, pero sigues ahí como un perrito de la calle llendo por primera vez a un refugio.-

- Mikuni-san, por favor. Es urgente. No tenemos tiempo de..-

Y ahora el tal Mikuni señaló al niño pelimorado que los acompañaba a regañadientes.

- Y tu mi querido hermanito, también deberías ir con nuestro padre. No lograrás nada si sigues así-

-¡Calla Mikuni! Bastardo..-

Misono parecía ser alguien de carácter fuerte frente a ese tipo. Una malísima relación era lo que daban a entender que tenían con su intercambio de palabras.

-¿Acaso ya olvidaste todo lo que hice por ti? ¿Así es como me pagas?-

- Yo..-

Continuará..

Ya casi termino TwT. Cada vez se me dificulta mas encontrar las publicaciones de los capítulos, pero haré hasta lo imposible por dejarlos al corriente n.n

¿La vida en un Circo es así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora