Capítulo XLIX: ¿Te cuento algo?

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Por lo menos esa noche ya no los molestarían más.

A la mañana siguiente Kuro abrió sus ojos y se llevó una sorpresa al ver al castaño aún dormido. Por un momento llegó a pensar que tal vez este se había quedado cansado de lo ocurrido en la noche anterior o tal vez simplemente le daba vergüenza el que lo vieran, pero no. No era nada de eso.

Le miró por unos segundos y se dió cuenta de que sus mejillas estaban coloreadas de un rojo demasiado notable, así que no dudo en poner su mano en la frente del más joven y sus sospechas eran correctas.

- Está ardiendo en fiebre...-

No sabía mucho de cuidados ni nada parecido, pero por lo menos era consciente de que esa no era la temperatura corporal de alguien sano.

Rápidamente se vistió, por qué si, había dormido sin pantalones y sin camisa, y rápidamente fue por su hermano rubio (Lily).

Al llegar tocó la puerta dos veces. No hubo respuesta.

Volvió a repetir el acto y nada, así que no tuvo opción más que entrar por su cuenta.

- Lily... necesito tu ayuda-

El nombrado estaba profundamente dormido con algo extraño en su rostro. Kuro se acercó y al tocarle la mejilla se dió cuenta que era algo viscoso, pero no contaba con que el rubio se despertaría.

- ¡No tienes pruebas de que me desnude!-

Casi grito sobresaltado.

El peliceleste solo retrocedió unos cuantos pasos.

- Ah..¿Lily?-

Lily bostezó y se retiró aquellas rodajas de pepino en sus ojos. Era uno de sus tratamientos para verse "más bello" aunque en realidad le hacían ver como una bruja cuando los usaba.

- ¿Ah? ¡Hermano! ¿Qué te trae por aquí a estas horas? Sabes que son las cinco de la mañana, ¿verdad?-

Kuro solo asintió.

- Mahiru está enfermo o eso creo. ¿Puedes ir a revisarlo?-

El más pequeño de los hermanos se puso de pie y asintió con una linda sonrisa.

- Estaré ahí en un momento más-

Dicho eso Kuro salió del consultorio para regresar a su habitación, donde el castaño aún dormía.

<<Vaya problema en el que estoy metido..>>

El peliceleste se sentó en la orilla de la cama tratando de hacer el mínimo de movimientos posibles ya que estaba seguro de que podría despertar al niño y no sería nada bueno.

Su mente vagaba entre sus recuerdos. Si alguna vez alguno de sus hermanos estuvo enfermo este seguramente se escapaba. Jamás se consideró un hermano mayor ejemplar, pues cada que un problema aparecía siempre se marchaba.

- ¿En que piensas Kuro?-

El nombrado pudo volver en si y su mirada carmín se dirigió al poseedor de tal melodiosa voz.

El castaño había despertado. Tal vez por su culpa o simplemente se harto de dormir. Lo único seguro es que aún tenía mucha fiebre y ese color rojo en sus mejillas solo se lo seguía confirmando.

- Debes descansar. Estás enfermo-

- No me gusta estar en cama. Prefiero salir aunque sea un momento-

Solo por esta ocasión Kuro le reprimió. Según lo que tenía entendido, un niño enfermo lo menos que debía hacer era salir.

- Debes quedarte en cama. Lily vendrá a revisate en un momento más y me mataría si descubre que te deje salir en esa condición-

¿La vida en un Circo es así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora