8. Escape parte 2

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Al despertar Aurora se encontró en una celda, esta era mejor que las celdas que había visto, donde los sobrenaturales eran encerrados por las brujas, pero no le quitaba el desazón, ya que Aurora odiaba los espacios cerrados, la celda contaba con un colchón, un baño que era solo un inodoro, una ventana que consistía en un agujero rectangular con barrotes en la parte superior de donde estaba la cama, y una puerta como única entrada y salida, aquella celda no era de barrotes, sino que era cerrada entera, lo cuál solo aumentó su desagrado.

Aria por su lado, había despertado algo más tarde que Aurora, ella se encontraba en una habitación, la cual estaba bien amueblada, cuando intentó abrir la puerta se dió cuenta que estaba trancada, aunque eso ya lo imaginaba, lo único en que pensaba era en cómo estaría Aurora, en su cabeza maldecía una y otra vez a los que las habían traído, y juraba que si le habían hecho daño conocerían el infierno en la tierra. La puerta se abrió y mostró al alpha.

-¿Dónde está Aurora?, ¿qué habéis hecho con ella? - preguntó Aria muy enfadada.

-Si te refieres a la bruja, está donde nunca pueda hacerte daño - dijo el alpha con simpleza manteniendo el rostro neutro.

-Escúchame bien capullo, como la hayáis hecho el más mínimo daño, desearas no haber nacido - dijo con los ojos rojos, ya que si un licántropo está muy enfadado sus ojos se vuelven rojos, si están luchando contra su lobo se ponen negros, y si son los lobos quien tienen el control se ponen dorados.

-A mí no me hables así - dijo con tono de alpha para intimidarla, algo que no funcionó ya que Aria era beta pura y tenía una alpha.

-Ese tono no funciona conmigo, si no hice caso a mis instructores aunque me castigaban, que te hace creer que te haré caso a ti, yo solo hago caso a Aurora, que quede bien claro.

Lo que dijo Aria descolocó al alpha, el tono que había utilizado iba acorde con lo que había visto en su loba, no le costó mucho deducir que era una beta pura, pero lo que había dicho le sorprendió, ya había visto casos de suma lealtad a las brujas, pero ella había dado a entender que no hace caso a las brujas, sino que solo hace caso a esa bruja, a su mate. Salió de la habitación y la dejó no solo trancada, sino que puso un par de guardias por si acaso.

Una vez hecho eso se fue a la planta principal, ya que esa casa era la casa principal, el hogar del alpha, beta y delta junto a su pareja definitiva, es decir, de las tres mates que tienen, la que elijen de esas tres, la que marcan como suya. Y allí le esperaba una desagradable sorpresa.

-Cariño - dijo una mujer al tirarse a sus brazos.

-Hola Zoe.

-¿Qué te pasa cariño?, ya sabes que puedes confiar en mí, al fin y al cabo seré tu luna - Zoe era la primera mate que el alpha encontró, ella era codiciosa y engañosa, no le interesaba el alpha, solo le interesaba el puesto de luna.

-He encontrado a mi segunda mate - eso fue una jarra de agua fría para Zoe, pero más lo era para el alpha, ya que él no quería a Zoe como su luna, y tendría que esperar por su tercera mate.

-¿Quién es y qué es?

-Es una bruja - dijo con el rostro sombrío, mientras Zoe sonrió, ella pensaba que solo le quedaba la tercera que eliminar y podría ser luna.

-¿Cómo es posible? - preguntó mostrando indignación, cuando en realidad sentía dicha.

-No lo sé - se limitó a decir.

-Alpha - entró Marius, el delta - han venido los vampiros de la corte de África.

-Ahora voy - Marius asintió y se fue - me tengo que ir.

-¿Qué vas a hacer con la bruja?

-No lo sé, luego lo veré.

El alpha se fue dejando a Zoe con la palabra en la boca, algo que la irritaba, pero el alpha no la hizo el menor caso, él sabía como era ella, por eso esperaba que su tercera mate fuera mejor para no tenerla que convertir en luna. Cuando salió de la casa principal se encontró con los vampiros, entre ellos le llegó un olor a tierra y menta, otro de sus olores favoritos, el tercero que es el de Zoe, es de vainilla y chocolate. No tardó mucho en ver a la portadora de ese olor, y cuando vio que era vampira se quedó de piedra, la regla era dos de la misma especie y otra de distinta, ¿cómo es posible que tenga dos de distinta especie?, se preguntaba el alpha.

-Lo siento - dijo la vampira mate del alpha - yo ya he elegido, tú eres mi tercer mate, pero desde el principio tuve claro que al que más quería era a mi primer mate, espero que lo entiendas.

-Sí, no te preocupes, me alegro por ti, pero no estamos aquí por esto, mejor será hablar en mi despacho.

El alpha, el rey y la reina de los vampiros de África,junto a su hijo y su mate definitiva, entraron al despacho a hablar sobre alianzas y planes de ataques contra las brujas, puesto que ese alpha era uno de los miembros del consejo de las especies unidas, como se denominaban. El alpha y el rey eran grandes aliados desde casi el principio del mandato del alpha. Pero el alpha en esa reunión no estaba centrado, solo pensaba en su inusual situación, al final solo llegó a la conclusión de que todo era obra de un hechizo de la bruja. Cuando la reunión se acabó y los reyes y su corte se fueron, él fue a la celda donde estaba Aurora.

-¿En serio? - preguntó Aurora por el link a Aria.

-Sí, el pato murió - le contestó Aria por el link.

-Menudo final, ¿no se te ocurrió un final mejor?

-No, esto es lo que pasa cuando se lleva tanto tiempo juntas, no tenemos nada que contarnos, hasta las historias se agotan.

-Bien visto, la última historia que me inventé también tuvo un final nefasto.

-Esto de estar encerradas es un rollo.

-Estoy de acuerdo - la puerta de la celda se abrió - te dejo alguien abrió la celda.

-Suerte - y cerró el link con Aria, cuando prestó un poco de atención al ambiente se dió cuenta de que olía a lavanda y rosas, y Atenea le gritó mate.

-Hola bruja - dijo con total asco, lo cual dejó mal a Aurora aunque no lo hizo notar, Atenea sin embargo estaba muy triste.

-Hola tarugo - le dijo con total desagrado.

-Una bruja valiente, interesante, y más después de tu hechizo.

-¿Qué hechizo? - pregunta Aurora confundida.

-No te hagas la tonta, tengo una mate vampira, por lo que tú no puedes ser mi mate - ahí comprendió Aurora, él no sabía que era híbrida, por lo cual no sabía que era una mate de su especie - espero que te guste este sitio porque estarás mucho tiempo aquí - Aurora enfadada se levantó y se puso delante del alpha - ¿en serio crees que puedes conmigo sin tu magia?, solo eres...

No pudo terminar la frase porque Aurora le había dejado KAO en el suelo, salió de la celda, invocó a su varita recorrió las celdas, allí halló a algunas brujas, hizo un hechizo y las liberó. Mientras las brujas escapaban por el este, los guerreros las persiguieron, aprovechando la confusión Aurora fue por Aria, gracias al gran olfato que le daba Atenea, le resultó una tarea sencilla, además los guardias que custodiaban a Aria habían ido tras las brujas.

Una vez frente a la puerta la abrió con un hechizo, Aria abrazó a Aurora por unos instantes y después se fueron con rumbo oeste, así tendrían más fácil la escapada, Aria en su forma lobuna y Aurora con un hechizo de velocidad vampírica.

La híbrida convertida: entre magia y colmillos *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora