El tiempo pasó, y la paz tan ansiada se respiraba, al principio no todas las brujas aceptaron el cambio, pero la inmensa mayoría sí, todas aquellas que se negaron, fueron convertidas en humanas, sin importar si eran convertidas o no.
Aurora después de un par de meses consiguió crear un nuevo consejo supremo, compuesto por 28 brujas y brujos, contándola a ella, y ese número no fue elegido al azar, sino que Aurora eligió ese número porque es la duración de un ciclo lunar. Aurora quería que Coral formara parte del consejo, pero ella se negó alegando que estaba muy mayor para eso, en su lugar, una de sus nietas ocupa un lugar en el consejo, ya que Aurora daba más crédito la moral que el poder.
Poco después de formar el consejo, Aurora y Aria quisieron saber que era de sus familias, llevándose la gran dicha de que todos estaban bien y felices, pudieron ver que les dolía su desaparición y posible muerte, pero aún así iban hacia delante. Aurora además descubrió que su madre hizo lo que durante muchos años quiso, adoptar a un pequeño niño, Aurora estaba feliz por sus padres, pero a la vez triste por saber que nunca lo conocería en persona.
Aria cuando observó a su familia, pudo ver a su hermana pequeña, la cual hasta novio tenía, y si no hubiera sido por Aurora, habría ido hacia aquel joven a amenazarlo de muerte si hacia daño a su hermana. Pero todo el tiempo estuvieron acompañadas, Andrew y Diego no las dejaron solas, fueron ellos quienes las convencieron, no iban a dejarlas solas, por mucho que insistieran las chicas.
A diferencia de lo que pensaba Maria Muñoz, a pesar de haberse acabado esa guerra, el resto de especies no peleaban entre sí, mantuvieran las alianzas y tratados de paz, no cometerían el mismo error que en el pasado, no después de esa guerra de tres siglos.
-Como no te des prisa, llegaremos tarde - gritó Aurora a Andrew mientras caminaba de un lado a otro.
-Ya voy - dijo Andrew bajando las escaleras encontrándose a su luna de brazos cruzados y con expresión de querer matarlo - no es culpa mía haberme tardado, recuerda que fuiste tú quien me pidió que me cambiara.
-Lo otra ropa te marcaba demasiado - se quejó Aurora.
-Cada vez estás más celosa y posesiva conmigo - susurró Andrew.
-Te he oído - Andrew se tensó - eres mío que te quede claro, tú fuiste quien me pidió matrimonio, ahora te aguantas.
Andrew suspiró y fue con su luna al coche, ambos tenían que ir a una reunión de los líderes de todas las especies, la que en su día fue la asamblea de las especies unidas, después de la guerra se convirtió en la asamblea de la paz entre especies. Por ello Andrew tenía que estar como un representante de la especie licántropo, y Aurora como su luna y la líder suprema de las brujas.
Al llegar al lugar, Andrew y Aurora fueron con sus amigos y los aliados más cercanos en relación a concilio. Diego y Aria no habían podido asistir debido a que Aria había entrado en celo, y no dejaba a Diego ni respirar un minuto.
-Todos a dentro, la reunión va a comenzar - anunció el mediador, una vez todos estuvieron dentro y sentados en sus respectivos asientos, siguió hablando - como todos saben, hace seis meses que la guerra terminó y la paz llegó, las brujas lo han aceptados y las que no han sido neutralizadas, sin embargo hay rumores de que no a todo el mundo le gusta esta paz, no estoy acusando a nadie, esto puede ser cierto como que no, por eso deben estar atentos, ese el punto de esta reunión, además de posibles dudas o quejas.
-¿Las brujas están controladas por ahora o definitivamente? - preguntó una líder de las ninfas.
-Definitivamente - respondió Aurora - ya el nuevo consejo supremo de las brujas ha sido creado, y todos los que lo forman están ahí para mantener la paz, cierto es que aún quedan un par de rebeldes, pero nos estamos haciendo cargo y las estamos convirtiendo en humanas - hubo murmullos entre los presentes.
-¿No se te hace imposible ser la luna de tu manada y a la vez la líder de las brujas? - preguntó una luna.
-No, es difícil, pero no imposible, al consejo no tengo que ir todos los días, y en cuanto a la manada, Aria, mi mejor amiga y mate del beta, me ayuda, por lo que no tenéis que preocuparos - volvió a haber murmullos, pero fueron callados por el mediador.
-Silencio por favor - la gente se calló - si alguien tiene otra dudo o alguna queja, que lo diga ahora o espere a la siguiente reunión - nadie dijo nada - muy bien, pues doy por terminada esta reunión.
Todos los presentes de la reunión salieron en orden y entre murmullos, algunas personas no estaban muy de acuerdo con que Aurora desempeñara ambos papeles, pero la mayoría lo aceptaban y sabían que ella ejercería ambos trabajos muy bien. Andrew y Aurora se despidieron con los que anteriormente habían hablado y fueron al coche, pero antes de entrar en él, Andrew acorraló a Aurora y puso su cara en el hombro de ella para aspirar su aroma.
-¿Qué haces? - preguntó Aurora entre confundida y divertida.
-No me ha gustado nada que todos se te quedaran mirando - dijo Andrew aún en el hombro de Aurora.
-Estaba hablando yo, ¿a quién querías que miraran?
-A cualquier otra, tú solo eres mía.
-Solo tuya - dijo con gracia - pero después soy yo la celosa y posesiva - Andrew solo se encogió de hombros.
-Igual que a ti no te gusta que otras mujeres se me queden mirando, yo detesto que otros hombres se te queden mirando.
-Ey, hay mujeres que no me importa que se te queden mirando - Andrew levantó la cabeza, la miró y alzó una ceja.
-A parte de Aria, ¿quién más?
-Pues...este...yo...
-Ves, lo que yo decía, por esa regla de tres entonces a mí no me preocupa que todos los hombres se te queden mirando, no me importa si es Diego - soltó con burla Andrew.
-Bueno ya, ya te has cachondeado suficiente de mí.
Andrew se rió del sonrojo de Aurora y ambos se subieron al coche. Al llegar a la casa el silencio era reinante, pero cuando pasaron por la habitación de Diego y Aria para poder ir a la suya, empezaron a oír gemidos y algunas frases muy traumáticas, por lo que ambos corrieron el último tramo a la habitación para no tener que seguir oyendo. Pero cuando estuvieron en la habitación ninguno de los dos sabían que hacer, por lo que decidieron imitar a sus amigos, salvo por las cosas que decían en el acto.
Así es como una chica humana y su mejor amiga que de normales tenían poco, acabaron sumergidas en un mundo con el que siempre soñaron, pero nunca pensaron que fuera real; como se enfrentaron a todos los obstáculos que la vida decidió darles, y como a pesar de todo, encontraron el amor donde nunca lo esperaban. Esta es la historia de Aurora, una híbrida bruja-licántropo, una leyenda viva entre los sobrenaturales, y para los humanos, solo otra chica desaparecida, de la que solo sus conocidos tienen constancia de su existencia.
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La híbrida convertida: entre magia y colmillos *Completada*
FantasyDos mundos, uno de humanos y otro de sobrenaturales. Los sobrenaturales se clasificaban en seis especies: brujas, vampiros, licántropos, demonios, hadas y ninfas. Hace casi trescientos años, un grupo de brujas convenció al resto de intentar imponers...