10. Revelaciones parte 2

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Andrew estaba en shock, la bruja que podía ser su mate lo había salvado arriesgando su propia vida al recibir esas dagas.

-Aurora por favor resiste, eres mucho más fuerte que cualquiera - le dijo Aria a Aurora mientras lloraba.

-Hay que llevarla al hospital de la manada - dijo Andrew cogiendo a Aurora.

-Me transformo y la subes - dijo Aria, Andrew quería llevarla él, pero decidió no objetar.

-De acuerdo.

Aria se transformó y Andrew la puso encima, ambos sabían que quitarle las dagas sería un error. Al ser su loba una alpha pura, Aurora pudo permanecer con vida, pero al ser dagas de plata, no podía sanar tan rápido, a pesar de que al ser híbrida la plata no le afectaba tanto.

Durante el trayecto Aurora perdió mucho energía, por lo que su hechizo quedó roto, liberando su aroma y el de Aria. El beta lo olió y supo que Aria era su mate, pero como también sabía el peligro que corría su amiga, prefirió esperar a que las cosas se calmasen antes de hablar, lo importante era que la había encontrado, su tercera mate, su última oportunidad.

Durante todo el trayecto el alpha se culpó de lo que pasó, fuera o no fuera esa bruja su mate, ella le había salvado la vida, además que desde el principio mostró una actitud de no querer hacer daño a los licántropos, a su amiga la había protegido, se había preocupado, si algo tenía claro el alpha, era que esa bruja no era como las demás, ella era buena, y si él no hubiera sido un patán, ella no estaría al borde de la muerte. Después de todo lo que había visto, él podría jurar que esa bruja era su mate, y por ello nunca se perdonaría el cómo la trató.

Después de media hora, que se les hizo eterna a Aria y a Andrew, por fin llegaron al hospital de la manada, el alpha ordenó que la atendieran de inmediato, y el doctor al ver sus herida la llevó al quirófano directamente. En la operación quitaron con cuidado las dagas, cuando quitaron las cinco dagas, la primera herida ya estaba casi cicatrizada del todo, lo cual desconcertó a los doctores y a las enfermeras. En cinco minutos Aurora ya había cerrado las heridas externas, dejando a todos con la boca abierta, ya que un alpha normal habría tardado mucho más en curarse. El doctor salió de quirófano y vio a Aria, Andrew y Diego esperando.

-¿Cómo está doctor? - se adelantó a preguntar Aria.

-Sorprendentemente bien.

-¿A qué se refiere? - preguntó el alpha.

-A que las heridas de la bruja han curado más rápido que cualquier alpha que yo haya visto.

Esto dejó de piedra al alpha y su beta, pero Aria ya se lo imaginaba, ahora ella sabía que su amiga era una híbrida, y su lado alpha la ayudó a curarse más rápido, también sabía que tenía que hablar con el beta acerca de que era su mate, pero primero quería asegurarse de que su amiga estuviera bien.

-¿Entonces sobrevivirá? - preguntó el alpha, pero ya imaginaba la respuesta.

-Así es, es probable que despierte en uno o dos días, ha perdido mucha sangre y está débil, ahora me retiro, alpha, beta - y el doctor se fue.

-¿Cómo puede ser? - preguntó el beta.

-No lo sé, tú eres su amiga ¿cierto?

-Así es - le respondió al alpha con el rostro neutro.

-¿Cómo pudo sanar tan rápido?

-Conozco la respuesta, pero no la diré, es algo que ella quiere mantener en secreto y lo respetaré, no soy quien para decirlo.

-Soy un alpha y ella es MI mate - dijo en tono de alpha, pero como ocurrió la otra vez, a ella no le hizo nada.

-Serás alpha, pero no eres mi alpha, y ella ya me contó lo de que eran mates, pero también me dijo que pensabas que era obra de un hechizo suyo, cosa que ahora puedes comprobar que no es así, pues está tan débil que sus hechizos se han desvanecido.

Era cierto y no podía contradecirla, él mismo fue quien le dijo todo eso a Aurora, otra cosa que se reprochaba, pues como bien había dicho Aria, si fuera obra de un hechizo suyo, debería haberse desvanecido, cosa que no había pasado, pues seguía oliendo su aroma a través de la puerta.

Al cabo de un rato unas enfermeras trasladaron a Aurora a una habitación, el beta se llevó a Aria para poder hablar con ella sobre su situación, mientras Andrew se había quedado en la habitación de Aurora cogiéndola la mano.

-Lo siento, todo es mi culpa, debí haber notado que tú no eras como el resto de brujas - sin soltarla la mano, empezó a acariciar su mejilla - sabes, tu amiga está muy preocupada y yo también, seguramente cuando despiertes no quieras ni verme, y estarías en todo tu derecho, yo solo te he causado problemas, te encerré en una celda, te acusé de haberme hechizado y por salvarme estás en esta situación - se le quedó mirando, y dejó de acariciarla - prometo que cuando despiertes te conquistaré - la besó la frente y se mantuvo a su lado.

Mientras él estaba al lado de Aurora en el hospital, Diego había llevado a Aria a su habitación en la casa principal con la esperanza de poder convencerla de que le diera una oportunidad.

-Creo que tú sabías que yo era tu mate antes de que yo lo supiera.

-Así es - respondió secamente Aria.

-Mira - hizo una pausa, no sabía bien qué decir - no sé cuantos mates has encontrado antes que yo, pero tú eres mi tercera y última mate, mi primera mate era una licántropo, ella prefirió quedarse con su segundo mate que era un alpha, mi segunda mate era una ninfa, ella sí me quería y me aceptaba, como ya sabes, ellas solo pueden tener un mate, pero en un ataque de brujas con los que ellas llaman sirvientes, ella murió, desde entonces he buscado a mi tercera mate, esa eres tú, y me gustaría que me dieras una oportunidad.

-Mira, tú eres mi primer mate - eso desanimó a Diego - y no soy una persona cariñosa, para mí, mi única familia es Aurora, la bruja que está en el hospital, ya que ella para mí es mi hermana, si no fuera por ella hace años que estaría muerta, o bien por hambre o sed, o bien por las heridas de los castigos, Aurora me ha salvado la vida más veces de las que puedo acordarme, si quieres mi cariño, tendrás que conseguir que Aurora te dé el visto bueno, porque si ella me dice que tú no me convienes, tú y yo nunca seremos pareja, por muy mate mío que seas.

Aria pensaba que Aurora nunca le daría el visto bueno, y contaba con ello porque no quería tener una relación, Aurora sería su escusa para los tres mates. Sin embargo esas palabras le dieron una esperanza a Diego, la conquistaría y se ganaría el favor de Aurora, así podría tener una familia, además sabía que la bruja protegería a su mate como ya había visto.

Lo que no sabían era que las brujas después de escapar consiguieron mandar un mensaje a las otras diciendo su ubicación, por lo cual un pequeño ejército de brujas y sus sirvientes iban rumbo a la manada, su plan era sencillo, atacar, rescatar a sus hermanas y hacer lo que siempre hacían con las manadas.

Eran las siete de la tarde, el día era nublado y podría llover, el alpha no se había movido del lado de su mate, a la cual quería convertir en su luna. Aria después de mucha práctica con Diego, se fue al hospital y Diego la acompañó, Diego no la había dejado ni a sol ni a sombra, lo cual fastidiaba a Aria.

-¿Alguna mejora? - preguntó Aria a Andrew.

-No, pero el médico dijo que tardaría entre uno y dos días en despertar - Aria iba a decir algo, pero sonó la alarma - nos atacan.

La híbrida convertida: entre magia y colmillos *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora