Silvia estaba entrenando con su antepasada Maria, al ser Maria una híbrida al igual que Aurora, ella tenía más capacidad para la magia como Aurora. Silvia entrenaba todos los días en el claro de la cabaña, y como Aurora era muy poderosa sin varita, Silvia quería ser igual de buena sin varita, algo que la estaba costando mucho.
-No lo haces bien - dijo Maria - invocas la magia como si lo estuvieras haciendo con varita, tienes que centrarte más y no pensar en los gestos que harías con la varita.
-Pero es el modo que conozco - se queja Silvia.
-Y eso modo es erróneo, si quieres vencer a la híbrida, tendrás que dejar ese modo ridículo e inútil - suspiró pesadamente - escuchame mi niña, las híbridas mitad brujas y mitad de una especie colmillada, somos mucho más poderosas, ya que poseemos la magia de las brujas y la energía de un colmillado, ese es el motivo de nuestro poder, por eso, mucho me temo que no la ganaras, aunque entrenes toda tu vida, lo mejor es que sea yo la que la enfrente.
-Si los híbridos mitad bruja y mitad colmillado sois tan poderosos, ¿por qué ensalzaste a las brujas y no a los híbridos?
-Porque a parte de mí nunca oí de otro híbrido de magia y colmillos, o nace con magia, o nace con colmillos, hasta ahora nunca hubo otra híbrida, además de que de entre todas las especies, sin contar a los híbridos, las brujas sois las mejores.
-¿Sabes que ella es híbrida por el hechizo que creaste?
-Sí, me lo dijiste, si se juntan dos colgantes durante el hechizo, sale un híbrido, eso habría estado bien al principio, pero no ahora, ahora el espíritu ensalzado es el de las brujas, no el de los híbridos, por lo que no hay que crearlos.
-¿Y qué harás con la híbrida?
-Intentaré convencerla, hacerla ver que somos superiores, y si no me hace caso, la mataré.
-No creo que la convenzas, ella tiene un mate licántropo, está enamorada y ha ayudado a las otras especies a luchar contra nosotras.
-El amor puede ser un arma de doble filo, igual que lucha por él, puede rendirse por él.
-¿Qué éstas sugeriendo?
-Convencerla de que si quiere salvar a su amado, su única solución es unirse a nosotras.
-No creo que funcione.
-Ten fe mi niña, ten fe.
Después de eso, Maria siguió entrenando a Silvia, Maria se encargaría de Aurora, pero de todos modos entrenaría a Silvia, Maria quería a Silvia como una nieta o una hija, por eso después del entrenamiento de ese día la reveló un secreto.
-Mi niña acercate - le dijo Maria a Silvia para que se sentara en el sofá del salón con ella - quiero contarte algo.
-¿De qué se trata?
-¿Alguna vez te he contado el porqué de que creara la gloriosa revolución?
-Sí, para demostrar al resto de especies que nosotras somos superiores.
-No mi niña, ese fue el argumento para convencer a las demás, no el motivo.
-¿Cuál fue entonces?
-Hace mucho tiempo, cuando yo solo era una niña, solo pensaba en el día en que conociera a mi padre, él era vampiro y mi madre bruja, mi madre siempre me dijo que mi padre estaba resolviendo un asunto, y no podía estar con nosotras hasta que acabase, ya que si lo hiciera, nos pondría en peligro.
-¿Llegaste a conocer a tu padre?
-No, ni me interesa.
-¿Por qué?, ¿no acabas de decir que lo querías conocer?
-Cuando era niña, antes de conocer la verdad - hizo una pausa - tenía 14 años cuando lo descubrí, un amigo de mi madre, un brujo, estaban hablando en la sala, se suponía que debía estar dormida, pero no tenía sueño, ya que al ser mitad vampira no necesito dormir mucho, además tenía curiosidad. Los oí, oí su conversación desde algo de distancia para que no se dieran cuenta de mi presencia - se quedó callada.
-¿Qué oíste?
-La verdad, la verdad que me ocultaron toda la vida, mi padre si es que se le puede llamar así, él no estaba con nosotras, no para no ponernos en peligro, sino porque no le importábamos lo más mínimo.
-¿Cómo estas tan segura?
-Porque ese vampiro violó a mi madre, lo más seguro es que nunca supo de mi existencia.
-¡Menudo cabrón! - dijo Silvia levantándose del sofá y mirando a Maria que tenía la vista fija en un punto - ¿lo mataste cierto?
-¡Que más hubiera querido!, pero nunca supe quien fue, odio a ese ser, no solo violó a mi madre, sino que cuando yo tenía 22 años, mi madre se suicidó porque no aguantaba más el dolor que ese asqueroso ser le había hecho, ella era solo tenía 19 años, era virgen, tenía un gran futuro por delante, pero ese ser se lo arrebató.
Silvia se quedo en silencio mirando a Maria, la persona que había sido una madre para ella, ya que su verdadera madre nunca tuvo tiempo para ella, estaba demasiado ocupada en el consejo supremo. Maria tenía los ojos rojos y los colmillos fuera, estaba cabreada, pensar en su pasado siempre la ponía furiosa y triste.
-¿Por eso creaste la revolución?, ¿para vengar a tu madre?
-En gran parte sí, pero también para que ninguna bruja pasara por lo mismo que mi madre - dijo con la cabeza baja y pensando en su madre.
-¿Ella te amaba?
-Con todo su corazón, aunque yo era el producto de ese horrible día, siempre me crió con todo su amor, antes de suicidarse me escribió una carta.
-¿Qué decía?
-Me decía que me quería, que era lo más valioso para ella, que después de la muerte me seguiría queriendo y cuidando - hizo una pausa y Silvia seguía viéndola, cada vez más triste por ella - también contaba el motivo por el que se suicidaba, contaba todo lo que pasó ese día. Después de ver su cadáver y leer su carta, convencí a amigas de mi madre para crear la revolución, solo nosotras sabíamos el verdadero motivo de la causa.
-Las brujas muertas, ¿las matasteis vosotras?
-Así es, pero no por lo que tú crees, todas las brujas que matamos eran brujas que se hacían pasar por buenas y en realidad no lo eran - empezó a reírse y Silvia la miró sin entender - me acuerdo de una que ayudaba a los orfanatos de brujas, supuestamente las encontraba un hogar - miró a los ojos a Silvia - lo que realmente hacia era vender a los niños a los vampiros, sangre joven, claramente ella estaba en contra de la revolución, hicimos un favor a los niños al eliminarla, y como ese caso hay otros, por eso creamos el consejo supremo.
Silvia estaba horrorizada con lo que Maria había dicho, no podía creerse que una bruja hiciera algo tan ruin a su propia especie, se replanteaba si realmente las brujas eran superiores, habiendo brujas que hacían eso.
-No te comas la cabeza - le dijo Maria a Silvia para sacarla de sus pensamientos - matamos a toda la mala hierba, si no fue por nuestra propia mano, fue mandando las a luchar año frente, donde no había muchas posibilidades de salir ilesa. Después de crear el consejo supremo pusimos las leyes, algo que hasta el momento era diferente para las brujas del planeta, unas tenían unas, y otras tenían otras, el consejo unió a todas las brujas del mundo, y desde entonces las brujas he vivido como la especie más pura, así que deja de pensar en ello y vamos a preparar la cena.
Así lo hicieron, Silvia ayudó a Maria a prepara la cena, Silvia no podía dejar de pensar en lo que Maria había dicho, por una parte esa historia afianzó su odio a las otras especies, en especial a los vampiros, pero por otro lado, se replanteó si las brujas eran superiores, o simplemente tenían mejores leyes y autoridades que hicieran cumplir las normas.
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La híbrida convertida: entre magia y colmillos *Completada*
FantasyDos mundos, uno de humanos y otro de sobrenaturales. Los sobrenaturales se clasificaban en seis especies: brujas, vampiros, licántropos, demonios, hadas y ninfas. Hace casi trescientos años, un grupo de brujas convenció al resto de intentar imponers...