22. Decisión tomada

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A los chicos no les gusto nada la llegada de esos demonios, pero para Andrew era peor, Aurora había encontrado a sus tres mates y los tres la querían, lo cual molestaba a la pareja, ya que Andrew temía perder a su luna, y Aurora pensaba que la querían por su poder, o al menos este último sí, ya que sabe que Andrew sí la ama, y Andrés no conocía su poder cuando se insinuó, pero este último lo primero que mencionó de ella fue su poder.

A la hora de dormir, normalmente cada uno dormía en una esquina, pero esa noche, ambos chicos abrazaron a su pareja para asegurarse de que no se iban, a las chicas eso las molestó, pero entendieron su miedo y aceptaron a regañadientes. Los demonios al igual que los vampiros, no necesitan apenas dormir, por lo que empezaron a planear como conquistar a las chicas.

Por la mañana Aurora tuvo ganas de ir al baño, y cuando lo intentó Andrew gruñó y la pegó más a él, Aurora al ser más fuerte, tras forcejear un poco, consiguió que la soltara, ganándose un pequeño sollozo por parte de Andrew, lo cual entristeció a Aurora, por lo que hizo su necesidades y volvió a la cama donde Andrew seguía sollozando en sueños, lo cual sorprendió a Aurora, por lo que lo abrazó y él rápidamente la envolvió, parando de sollozar, lo cual dio mucha ternura a Aurora, la cual volvió a quedarse dormida en sus brazos.

A las nueve Andrew despertó y vio a Aurora abrazándolo y con una sonrisa, lo cual le hizo inmensamente feliz, tener a su luna así era lo mejor para él. La estuvo observando hasta que despertó, Aurora abrió los ojos y lo primero que vio fue a Andrew mirándola y sonriendo la.

-Buenos días mi luna.

-Buenos días pequeño.

-¿Por qué pequeño?

-Porque esta mañana cuando me separé de ti para poder ir al baño sollozabas como un niño pequeño.

-Bueno, pero conseguí que volvieras y me abrazaras, por lo que no me importa haber parecido un niño pequeño - soltó con gracia.

Aurora lo sonrió y se levantó, cuando ambos estaban listos salieron al comedor, allí ya estaban Aria y Diego, Diego con una sonrisa boba y Aria sonrojada. Aurora y Andrew cogieron el desayuno y fueron a desayunar con ellos, las caras que llevaban ambos les hizo mucha gracia.

-¿Qué tal anoche? - pregunta pícara Aurora.

-Bien, pero Diego desprende mucho calor.

-Pues bien que cuando desperté me tenias abrazado - la cara de Aria se enciende aún más - ¿y vosotros qué tal?

-Maravilloso, al despertar Aurora estaba abrazandome y con una sonrisa - Aria iba a decir algo, pero Aurora se adelanta.

-Eso fue porque cuando me desperté tuve ganas de ir al baño, y Andrew empezó a lloriquear como un niño pequeño, por lo que cuando salí del baño y él seguía igual, no se me ocurrió otro modo de que parase, y funcionó, y la sonrisa es que me dio mucha ternura el que pareciera un niño pequeño.

-Sea por lo que sea, yo me desperté con una de las mejores imágenes del mundo.

-Yo también - dice Diego y Aria se vuelve a poner roja.

-Relaja amiga, aunque cueste, tenemos que admitir que son nuestros mates y estamos marcadas, y por tanto hay una conexión entre ellos y nosotras - dice Aurora con una sonrisa.

-Tienes razón - dice Aria intentando que desaparezca el rojo de su cara.

Después de desayunar los cuatro fueron a dar un paseo, se transformaron y fueron en forma lobuna, Aurora era la más rápida, pero tenía que ponerse a la velocidad de Diego que era el más lento para no separarse, al cabo de un rato las parejas se separan y Aurora puede ir más rápida, pero no a su máxima velocidad porque dejaría atrás a Andrew.

Regresaron a la hora de la comida, lo que fastidió el plan de los demonios al no poder estar con ellas en toda la mañana, ambos habían disfrutado del paseo y los mini juegos que hicieron en forma lobuna, poco a poco su lazo se hacía más y más fuerte. Cuando llegaron Aria y Diego los estaban esperando, y ambos se alegraron de verlos tan felices.

-¿Cómo os fue?, se os ve muy felices - dice Aria alegre por su amiga.

-Muy bien, me hubiera gustado ir a máxima velocidad con Atenea, pero hubiera dejado atrás a Andrew y Erik.

-Perdón - dice Andrew con burla - pero soy alpha, no alpha puro como tú.

-Te perdono - se burla Aurora.

-¿Te ha hecho algo este imbécil? - pregunta Archibald.

-Sí, retrasarme al tener un lobo más lento que la mía - se ríe Aurora.

-Aurora es mucha mujer para ti ¿no?

-Sí, pero aún más para ti demonio - Aurora rueda los ojos.

-Que más quisieras chucho - Andrew gruñe.

-Si le llamas chucho, me lo estas llamando a mí también, te recuerdo que yo también soy una alpha.

-No es lo mismo, este a la legua se nota que es un chucho, tú sin embargo eres una princesa - Andrew aprieta sus puños hasta que se ponen blancos.

-No soy princesa, soy luna, y me desagrada que me hables así, y aún más frente a mi pareja.

-Tú estas marcada, él no.

-Ese no es tu problema, lo mejor es que busques a tu siguiente mate - dice Aurora seria y con los brazos cruzados.

-Admite que no lo amas - Aurora ya empezaba a cabrearse, Aria y Diego se fueron a coger mesa hace un par de minutos, por lo que Aria no estaba para tranquilizarla.

-Mira, no sé si lo amo, pero te puedo asegurar que tengo muchos más sentimientos por él que por ti, y si el llega a fallarme, cosa que dudo muchísimo, tengo a Andrés, mi segundo mate, el cual es hermano de mi delta y se que con él estaría muy bien, por lo que deja de insistir y dejamos en paz - dice Aurora muy enfadada, agarró a Andrew del brazo y lo obligó a entrar al comedor - después de comer quiero hablar contigo en la habitación.

Andrew no dijo nada, solo asintió. Al llegar a la mesa nadie dijo nada, solo comían sin decir palabra, Aurora aún estaba enfadada, y solo quería ir a la habitación para hablar con Andrew de lo que había pensado. Andrew se la pasaba mirando a Aurora cada dos minutos, preguntándose de que querría hablar. Aria y Diego miraban a sus amigos con tristeza, ya que no entendían muy bien que había pasado, pero sabían que era cosa de ese demonio, y Aria no quería que pasará lo mismo con Diego y ella por culpa de Isaac, ya que ella no sentía nada por él, y por Diego empezaba a sentir algo, no sabía lo era, pero había algo.

Al terminar la comida, dejaron los platos y Aurora arrastró a Andrew a la habitación bajo la atenta y apenada mirada de Aria y Diego. Aurora no paró ni soltó a Andrew hasta que llegaron a la habitación, cerró y trancó, después se sentó en la cama e indicó a Andrew que se sentará a su lado.

-Andrew tenemos que hablar.

-¿De qué?, no entiendo nada.

-Es sobre lo que ha dicho Archibald - Andrew tensa la mandíbula - no va en ese sentido - dice viendo su reacción - es sobre lo de que yo no te he marcado.

-¿Quieres hacerlo? - pregunta Andrew muy sorprendido.

-¿Tú quieres?

-Nada me gustaría más que tú me marcaras y cerraramos el vínculo.

-Cerrar el vínculo todavía no, no me siento preparada para eso, pero si que quiero marcarte, para que todas sepan que tienes dueña, y sí, sé que ha sonado muy posesivo, pero como le dije, no sé si te amo, pero tengo muchos sentimientos hacia ti, por lo que ¿quieres que te marque?

Andrew no dijo nada, su mirada brillaba de felicidad, abrazó a Aurora y dejó a su disposición su cuello, ella no lo dudó y le marcó, su decisión estaba tomada, lo quería a él como su mate definitivo.

La híbrida convertida: entre magia y colmillos *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora