27. El espejo de la verdad

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Como habían acordado, tanto el consejo como Coral fueron a la sala donde se encontraba el espejo de la verdad, si al final la bruja o híbrida no era Aurora, Coral aprovecharía el estar ahí para averiguar donde estaba.

El espejo de la verdad se encontraba en el centro de una gran sala, la cual era iluminada por velas encantadas que solo se encendían con magia y nunca se consumían. Además, por si algún curioso entraba sin estar autorizado, el espejo estaba tapado y con cadenas, cuya llave es la varita de un miembro del consejo para asegurar su buen uso.

Silvia como autoproclamada líder del consejo supremo, fue quien puso su varita para quitar las cadenas. Una vez las cadenas estuvieron en el suelo y no en el espejo, un par de miembros del consejo retiraron la tela que cubría el espejo.

Él medía más de dos metros de alto y uno de ancho, era un espejo rectangular que ha simple vista parecía normal, su marco y su soporte de eran de oro puro, creado en las primeras generaciones de brujas, en la parte superior central del marco, se encontraba una gema, el origen del poder del espejo, la gema albergaba los tres colores principales, amarillo, rojo y azul.

-Acabemos cuanto antes - dijo Silvia, cogió su varita y apuntando a la gema - espejo de la verdad, yo Silvia líder del consejo te exijo que me muestres a la supuesta híbrida - el espejo no la mostró nada - maldito cacharro, ya no funciona.

-Lo estas haciendo mal - dice Coral.

-Pues si eres tan lista, hazlo tú - le respondió Silvia, Silvia se apartó y Coral se puso frente al espejo.

-Espejo de la verdad, tú que todo lo ves, te pido me muestres la verdad sobre la híbrida de la que hemos oído hablar - el espejo brilló, y cuando la luz se fue dejo ver a Aurora con Andrew en la playa riendo - Aurora - susurro Coral, por un lado se sentía feliz de que estuviera bien, pero por otro sabía que su elección la traería consecuencias.

-¡Traidora! - exclama Silvia furiosa - nos ha traicionado, por eso no utilizaba la varita, porque la hubiéramos reconocido.

-Pero el espejo no miente, si la ha mostrado es porque ella es híbrida y no bruja - dice un miembro del consejo.

-Te lo advertí - dijo Coral girándose para ver a Silvia a la cara - Aurora es mucho más poderosa que Esther, y no solo eso, yo contaba con su poder, pero no con que fuera híbrida, esto la vuelve más poderosa.

-¿Cómo es posible? - pregunta Silvia.

-Espejo de la verdad, tú que todo lo ves, te pido que me muestres ¿cómo es posible que Aurora sea híbrida? - el espejo volvió a brillar y mostró cuando Aurora sacaba el colgante de licántropo de su bolsillo.

-Dos colgantes, tenía dos colgantes, aunque no lo llevase al cuello, tenía dos colgantes cuando el hechizo, así fue como lo hizo - asegura una miembro del consejo.

-Espejo de la verdad, tú que todo lo ves, te pido me muestres ¿por qué ayuda a los sobrenaturales y quién es ese chico con el que esta? - pide Coral sin despegar su vista del espejo.

El espejo se ilumina y muestra varias imágenes, a Aurora ayudando a Aria después de un castigo, dándola de comer, dejando que Leonardo beba de ella, salvando la vida a Andrew al recibir las dagas de plata, a Andrew marcando a Aurora, y a Aurora marcando a Andrew.

-Ella siempre ayudó a los otros, los ayuda porque es muy bondadosa, y el chico con el que esta es su mate, ese es el motivo - asegura Coral, todos los del consejo se quedan callados, lo que ha dicho Coral es lo que piensan todos, pero Silvia aún no tenía toda la información que ella quería.

-Espejo de la verdad, tú que todo lo ves, te pido me muestres todo su poder - exige Silvia.

El espejo brilla y muestra otras imágenes, la primera batalla de Aurora, los hechizos que hizo, el como se separó de su loba, después mostró las otras batalla, cada hechizo que hizo hasta la última batalla en el clan vampiro el día anterior. Todos los miembros estaban asombrados de la capacidad de la híbrida, todos menos Coral, ella ya se lo imaginaba, y estaba alegre de ver que Aurora podría acabar con esa guerra, pues aunque nadie lo sabe, ella ayudo a Esther en su intento de acabar la guerra, todo lo que Coral hizo en el consejo, tuvo como objetivo acabar con la guerra.

Coral esperaba que con Aurora en el consejo la guerra acabaría, por eso se desesperó tanto con su desaparición, pero con esto tenía esperanzas de que ella junto con su mate puedan hacer lo que ella no pudo. Ese era su sueño, antes de morir quería ver convivir como semejantes a todas las especies, un sueño que ya daba por perdido hasta que conoció a Aurora, y al poco tiempo pudo ver su gran corazón y como no la agradaba como el resto de brujas trataban al resto de sobrenaturales.

-Yo misma me desharé de ella, esa híbrida traidora tiene los días contados - proclamó Silvia.

-No te precipites, Aurora es muy poderosa sin varita, y cuenta con una varita del consejo aunque no la use, ella podría contigo sin ningún problema si te enfrentas a ella de frente - dijo uno de los más ancianos del consejo.

-Es cierto, tú eres muy poderosa, pero ella lo es más, enfrentarte a ella tú sola y de frente, solo traerá tu muerte - dijo la más anciana del consejo, la que si no hubiera pasado nada, en poco Aurora la habría sustituido.

Silvia salió de ahí hecha una furia. Los otros miembros volvieron a cubrir el espejo y encadenarlo, después los miembros del consejo se retiraron a sus casas. Coral volvió al centro a hablar con sus amigas por teléfono para quedar en su casa a hablar, todas ellas, al igual que Coral, deseaban el final de la guerra y conseguir la paz entre todas las especies, todas tenían esperanza en Aurora, y con lo que les iba a decir Coral, iba a tener más todavía.

Lo que nadie sabía, es que Silvia al salir de ahí, fue a hablar con la única persona que podría hacer frente a Aurora, su instructora, la mujer que consideraba su abuela, aunque técnicamente no lo era.

Tras varios minutos te trayecto entre el bosque, Silvia llegó a una roca gigante llena de enredaderas, bajo del coche, hizo un hechizo para hacerlo invisible, y se metió entre las enredaderas. Las enredaderas estaban encantadas, y al pasarlas Silvia se encontraba en un pequeño claro donde había una humilde cabaña de madera. Tocó la puerta y al poco esta fue abierta por una mujer, la mujer aparentaba treinta y pocos años, cabello y ojos marrón oscuro, piel muy pálida, estatura media y porte fuerte.

-Hola mi niña, ¿qué te trae por aquí? - la preguntó con voz dulce.

-Ahí un problema y necesito tu consejo - la mujer se apartó y dejó entrar a Silvia.

-Cuenta me mi niña - le dijo mientras se sentaba en un sillón, y Silvia en el sofá.

Silvia le contó todo, todo lo que ella sabía y lo que había mostrado el espejo de la verdad, durante toda la historia la mujer estuvo seria y atenta a cada palabra que decía Silvia.

-Entonces es una híbrida
bruja-licántropo, interesante - dijo la mujer al final del relato.

-¿Cuál es tu consejo?

-Mucho me temo mi niña que tú no podrás con ella - eso se lo imaginaba, aunque no quería admitirlo - y también me temo que solo yo podré con ella.

-Pero nadie sabe lo que eres, todo el mundo te da por muerta hace mucho tiempo.

-Pues no queda de otra que mostrar a todo el mundo que Maria Muñoz aún sigue viva - dice cambiando sus ojos a rojos y sacando sus colmillos, pues solo su familia saben lo que realmente es, una híbrida
bruja-vampira.

La híbrida convertida: entre magia y colmillos *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora