Dos meses pasaron desde que la guerra acabó, Aurora con la ayuda de Coral había creado un nuevo consejo supremo, ya no se convertían humanos en sobrenaturales, ya no había sirvientes, todas las especies estaban en paz. Las brujas reconocieron sus errores y pidieron perdón, por lo que la paz era completa y absoluta, en cierto modo al final la guerra que causó Maria tuvo algo positivo.
Aurora se convirtió en una leyenda viva, todos sabían quien era, la luna de Red Moon, la líder de las brujas, pero sobre todo, la gran guerrera que venció a Maria Muñoz y proclamó la paz y el fin de la guerra. Pero a pesar de todas sus obligaciones, sacó tiempo para planear junto con Aria la boda del milenio, pues no se conformaban con la boda del siglo, eso era poco, muy poco para ellas.
Por eso, después de dos meses y mucha ayuda y magia, Aurora, Aria, Andrew y Diego se iban a casar. Si los preparativos hubieran sido hechos por humanos, habrían tardado dos años en lugar de dos meses, pero como eran sobrenaturales, las cosas fueron más rápidas.
Aurora para la boda tenía un vestido de princesa, con mangas de farolillo y en la espalda un corazón donde caían perlas; de peinado un moño, dejando dos mechones a cada lado de la cara, también unos zapatos blancos sin mucho tacón, y un velo sencillo. Y para después de la ceremonia tenía preparado un conjunto de camisa con falda larga en color negro con flores, zapatos negros y con poco tacón.
Aria para la boda tenía un vestido de corte sirena, sin mangas, con escote palabra de honor, y encaje en la parte de arriba; de peinado el mismo que Aurora, zapatos blancos con menos tacón que los de Aurora, y un velo de encaje de flores a juego con el vestido. Y para después de la ceremonia tenía un pantalón negro y una camiseta de tirantes fucsia, y unas manoletinas negras.
Por parte de los chicos, los dos llevaron un smoking negro, con camisa blanca, pajarita negra y una flor blanca; unos zapatos negros y un peinado sencillo.
Cuando la hora llegó, la música comenzó dando lugar la marcha nupcial, Aurora y Aria salieron de la casa principal al jardín, donde tenía lugar la ceremonia, la comida y la fiesta. El lugar estaba decorado con flores blancas, lilas, azules claros y rosa claro; el altar estaba rodeado por un arco de flores, además de estar ahí los novios y el encargado de hacer la ceremonia, no un cura, sino su equivalente sobrenatural.
La ceremonia se realizó sin ningún problema, toda la manada, sus aliados y amigas brujas de Aurora estaban allí. Llegó el momento y dos niños de la manada acercaron los anillos, cada uno las alianzas de una pareja.
-¿Andrew Johnson aceptas a Aurora Ramirez como tu legítima esposa, para amarla y respetarla, en los buenos tiempos y en los malos, hasta que la Diosa Luna lo designe?
-Acepto.
-¿Y tú Aurora Ramirez aceptas a Andrew Johnson como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo, en los buenos tiempos y en los malos, hasta que la Diosa Luna lo designe?
-Acepto.
-¿Diego Bei aceptas a Aria Díaz como tu legítima esposa, para amarla y respetarla, en los buenos tiempos y en los malos, hasta que la Diosa Luna lo designe?
-Acepto.
-¿Y tú Aria Díaz aceptas a Diego Bei como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo, en los buenos tiempos y en los malos, hasta que la Diosa Luna lo designe?
-Acepto.
-Entonces por el poder que me otorga la Diosa, a ambas parejas os declaro marido y mujer, podéis besar a las novias.
Andrew y Diego no se hicieron de repetir y besaron cada uno a su pareja. Todos los presentes aplaudieron a los recién casados y los felicitaron. En la cena, ya que la ceremonia fue de durante el atardecer, había de todo tipo de comida, a parte de sangre para los vampiros y algún demonio.
Después de cenar y antes de empezar con la fiesta, las chicas se fueron a cambiar para así estar más cómodas. Al estar listas fueron de vuelta al jardín, la fiesta empezó y como era la tradición, los novios abrieron el baile, los cuatro.
-Estás muy hermosa mi luna - susurró Andrew a Aurora durante el baile.
-Tú también, me hubiera gustado poder decírtelo antes, pero no quería retrasar la ceremonia - susurró Aurora.
-Hiciste bien, llagamos a tardar un minuto más en casarnos, y al final me hubiera dado un ataque cardíaco - Aurora rió por su comentario.
-Exagerado.
-No exagero mi luna, a parte de que estoy deseando que llegue la noche de boda para consumar el matrimonio y cerrar de una vez el vínculo.
Aurora se puso roja ante aquel comentario, por lo que para disimular, ocultó su rostro en el pecho de Andrew. A un mismo tiempo que Andrew hablaba con Aurora, Diego hablaba con Aria mientras bailaban.
-Sabes, por un momento pensé en decir en lugar de acepto, más me vale porque sino mi mate me daría una paliza - Aria río - pero lo pensé mejor, lo último que quería era arruinar la ceremonia.
-Si tú hubieras dicho eso, yo te habría dicho que podrías jurarlo, y que no habría lugar en la Tierra donde pudieras esconderte de mí.
-No me interesa esconderme de ti, yo lo que más deseo es verte - hizo una pausa - verte pegar a otro - Aria volvió a reír.
-Pero pegar a otro no sería tan divertido - se excusó.
-Bueno, mientras los golpes sean suaves y mientras hacemos el amor, yo no tengo problema - Aria dejó de reír y se puso roja - que aún recuerdo lo que me dijiste de que tendríamos hijos después de que acabase la guerra, bueno pues eso ya pasó. Además de que esta noche pierdes la virginidad sí o sí.
Aria no podría estar más abochornada en ese momento, por lo que ocultó su rostro en el pecho de Diego mientras este reía. El baile acabó y tanto Aurora como Aria fueron al baño a la velocidad de la luz mientras los chicos se reían a carcajadas, el resto de presentes no sabían lo que pasaba, pero pudieron imaginárselo y por tanto sonrieron.
-¿A ti también te ha echo sentir incómoda? - preguntó Aurora a Aria una vez en el baño y delante del espejo.
-Más que incómoda, abochornada.
-¿Nos vengamos?
-¿Alguna idea?
-Una.
Aurora le contó a Aria su plan de venganza, el cual le gustó mucho a Aria, pero debían esperar hasta después de la fiesta. Pasaron varias horas y la fiesta se terminó, todos se fueron a sus hogares, Andrew llevó a Aurora a su habitación, y Diego llevó a Aria a la suya.
Una vez en el cuarto, las chicas se cambiaron en el baño mientras los chicos lo hacían en el cuarto. Aurora para esa noche se había preparado un juego de lencería roja con negro de encaje, junto con unas medías de red color negras. Aria por su parte también se preparó un juego de lencería de encaje completamente negro, pero en lugar de tela, era de cuero, junto unas medias de iguales a las de Aurora, ya que habían comprado los conjuntos juntas.
Las chicas salieron del baño, los chicos solo estaban en calzoncillos encima de la cama, pero al ver a su pareja se les calló la mandíbula. Las chicas para provocarlos aún más hicieron un bailecito donde enseñaron todo el conjunto de lencería, después se movieron sensualmente encima de su marido, se empezaron a besar, y cuando la cosa empezaba a subir de tono, las chicas se quedaron dormidas. Los chicos no entendieron nada, pero las chicas se habían tomado una pastilla para dormir, y el bailecito solo fue para ganar tiempo a que hiciera efecto la pastilla, esa fue su venganza, dejarlos con ganas otro día más.
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La híbrida convertida: entre magia y colmillos *Completada*
FantasyDos mundos, uno de humanos y otro de sobrenaturales. Los sobrenaturales se clasificaban en seis especies: brujas, vampiros, licántropos, demonios, hadas y ninfas. Hace casi trescientos años, un grupo de brujas convenció al resto de intentar imponers...