21. Demonios

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Las semanas pasaron y los chicos ya no estaban detrás de las chicas todo el rato. Debido a las batallas con las brujas, los alphas de muchas manadas pidieron ayuda a Andrew, o más bien a Aurora, todos conocían su inmenso poder, por eso ella y Aria tuvieron que ir a bastantes manadas a ayudar, lo que favoreció que los chicos no estuvieran todo el rato controlándolas, ya que los chicos la mayoría de las veces tenían que quedarse en la manada.

La existencia de una bruja capaz de hacer magia sin varita y que ayudaba al resto de especies, ya no era secreto para ninguna bruja, todos habían oído hablar de ella, todos sabían que era una luna, pero nadie sabía quien era. Solo Coral y algunos miembros del consejo supremo sospechaban que se trataba de Aurora, el resto no podían ni imaginar a una convertida haciendo magia sin varita, un privilegio que solo unas pocas brujas de alto linaje pueden hacer, además del hecho de que los hechizos empleados sin varita eran de alto nivel, y que en toda la historia solo Maria Muñoz pudo hacer.

Aurora y Aria estaban muy cansadas, acababan de regresar a la manada tras ayudar a una aldea de Taynis, unas hadas sin alas. La batalla fue dura y las cansó mucho, por eso se alegraban de volver a la manada, además, debido a las circunstancias, no habría ceremonia de presentación para Aurora y Aria, ya que no era necesaria, todo el mundo las conocía de oída, y muchas las conocían en persona.

-Ya hemos llegado - dice Aurora entrando a la casa y con tono cansado.

-Dios, estoy muerta - se queja Aria.

-Y que lo digas - dijo Aurora.

-Entonces no os gustará lo que os tengo que decir - dice Andrew.

-Otra misión no, por favor - se quejan ambas.

-Me temo que sí, lo bueno es que podemos ir con vosotras y no estaremos solos, también ayudaran un grupo de demonios - las chicas resoplan.

-¿Cuándo nos tenemos que ir? - pregunta Aurora sin ganas.

-Ahora mismo, Diego esta llevando las maletas al coche.

Las chicas se quejan, pero van al coche, están cansadas, muy cansadas, llevaban varias semanas en las cuales no paraban, sus días de descanso en la manada habían sido escasos, y las chicas se preguntaban si hicieron bien en quedarse y no salir huyendo. El trayecto en coche era largo, por lo que aprovecharon para echarse una buena siesta. Los chicos estaban preocupados por sus parejas, por lo que después de eso, pasase lo que pasase, pensaban llevarlas de vacaciones, el lugar no importaba.

Llegaron al clan vampiro que necesitaba ayuda, a este clan habían ido otros vampiros, demonios, licántropos y ellos a ayudar, ya que aquel clan era un lugar estratégico, y su perdida habría supuesto un retroceso. Al llegar al lugar los chicos despertaron a las chicas, algo que no fue tarea fácil, ya que las chicas estaban en un sueño profundo y no querían despertar.

-Gracias a todos por venir - dijo un vampiro - yo soy Baltasar el líder del clan, me alegra ver que habéis llegado sanos y a salvo - gira y ve a Aurora y Aria, las cuales intentaban no mostrar su absoluto cansancio, Baltasar sonrió - y me alegra ver que hayáis podido venir vosotras, Luna Aurora, beta Aria, pensé que aún estaríais con el problema de las Taynis.

-Apenas acabamos hoy en la madrugada - dice Aurora.

-En verdad que eres una bruja muy poderosa.

-Híbrida, soy híbrida, gracias a ello tengo la energía suficiente - aunque poco a poco se la iba agotando.

-Si hacéis todos el favor de seguirme, algunos ya habían llegado, una vez todos reunidos os explicaré el plan.

Todos entraron dentro de las murallas del clan, lo siguieron a través de las calles en donde se podía apreciar muchas casas antiguas, pero a pesar de ser antiguas, estaban en bastante buen estado. Al final llegaron a una gran mansión, todos se dirigieron al gran salón, allí había algunos vampiros y demonios, pero había dos en concreto que miraban fijamente a Aurora y Aria.

-Para ayudarnos han venido miembros de la corte del rey vampiro, además de miembros de la corte del rey demonio y dos de sus príncipes -dijo Baltasar, Aurora odió su suerte, primero un alpha, después el rey de los vampiros de Asia y ahora un príncipe demonio. Por su parte, Aria también maldijo su suerte por tener un mate beta y un príncipe demonio.

-Así que tú eres la híbrida - dice el mate demonio de Aurora - mi mate - Andrew estaba furioso y Aurora en shock, maldecía internamente una y otra vez su suerte.

-Ella es mía - dice Andrew lleno de ira - es mi luna y lleva mi marca, así que mantente lejos de ella.

-¿Y si no quiero? - se burla el demonio y mira a Aurora - por cierto, me llamo Archibald lindura - y le guiña un ojo.

-No vuelvas a llamar a mi luna lindura - dijo Andrew con los puños apretados y la mandíbula tenga.

-Ya es casualidad hermano - dice el otro príncipe demonio - porque mi mate es su beta, ¿verdad preciosa? - y le guiña un ojo a Aria.

-No le hables así a mi mate - gruñe Diego - igual que Aurora, Aria esta marcada, esta marcada por mí - Aria no sabía que decir o hacer, se encontraba igual que Aurora.

-Por favor, por favor, comportaos - pidió Baltasar - estamos aquí para luchar contra las brujas, no contra nosotros, si tenéis problemas resolved los luego, ahora a lo que estamos.

A regañadientes aceptaron, la reunión empezó y Baltasar explicó el plan de ataque. Mientras Baltasar hablaba, Archibald y su hermano pensaban en como conseguir a sus mates, ya que para ellos eran muy bellas además de fuertes y poderosas, y también como quitarlas las marcas, pero pensaban que Aurora podría hacer algo. Mientras Andrew y Diego pensaban en como alejar a los demonios de sus mates, y como no matarlos en el proceso.

Las chicas aún no sabían que hacer, estaban muy confundidas, no querían otro mate más que empeorará las cosas, y en el caso de Aurora era peor, pues ya había encontrado a su segundo mate, y este también la quería, ¿no podía tener un mate que no me quisiera?, se preguntaba Aurora. La reunión acabó y les enseñaron sus habitaciones, y al ser Aurora y Aria las parejas de Andrew y Diego, y además estar marcadas, les tocaba compartir habitación, algo que ya habían hecho un par de veces en otras manadas, clanes o aldeas a donde fueron a ayudar.

-¿A dónde vais preciosas? - pregunta Archibald a Aurora y Aria.

-A nuestras habitaciones - dice Andrew.

-Y no nos llames preciosas, yo soy Aurora y ella es Aria.

-Muy lindos nombres, yo me llamo Isaac, y soy el quinto hermano, Archibald es el segundo.

-¿Cuántos sois? - pregunta Aria frunciendo el ceño.

-Siete - dice Isaac.

-¿Podemos hablar con vosotras en privado? - pregunta Archibald.

-No - dicen los chicos al unísono.

-Mirad - dice Aurora - parecéis muy agradables, pero ya estamos marcadas, además de que en mi caso tú eres mi tercer mate, por lo que las cosas están muy complicadas.

-¿Me vas a negar que conoces la forma de quitar las marcas? - pregunta Archibald alzando una ceja.

-No, no te lo voy a negar, es más, he amenazado a Andrew algunas veces con eso para que se comporte, pero entended también que les prometimos una oportunidad, y que a pesar de su sobre protección, no nos han tratado nada mal, al contrario, se han portado muy bien, a pesar de los problemas del principio, y además yo le prometí a mi segundo mate que si un día Andrew se portaba mal conmigo, le daría una oportunidad a él, por lo que lo siento, eres el tercero en la lista.

-No me importa, conseguiré conquistar te - dice Archibald seguro.

-Y yo a ti Aria - dice Isaac seguro.

-Eso lo veremos - dicen los chicos al unísono, cogen a su pareja y se encierran en la habitación.

La híbrida convertida: entre magia y colmillos *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora