Agoney pasa su dedo por el labio de Raoul tiñéndolo de un rojo más intenso que su color habitual. De vez en cuando, ve como el chico se muerde el interior de este a modo de nerviosismo.
- No hagas eso -le pide mientras acaba de maquillarlo
- Es que quiero aprender a hacer malabares ya -afirma Raoul- además tus ojos pintados imponen mucho
Agoney suelta una tímida carcajada y termina de pintarle. Se hace con las pelotas que compró y le da tres a Raoul mientras él se queda las otras tres restantes.
- Empieza con dos -le aconseja el moreno dejando una de las pelotas al suelo- primero poco a poco, tira una pelota al aire y mientras cae pásate la otra de una mano a la otra y así todo el rato. Así, ves?
Agoney hace lo que le acaba de explicarle a Raoul con bastante fluidez. Parece sencillo... El rubio lo intenta y descubre que no es tan fácil como parece.
- Joder! -se cabrea Raoul cuando tras una muy buena racha, se le vuelve a caer la pelota
- Eh, ahora te ha salido muy bien -le consuela Agoney acercándose a él y acariciándole el hombro- no puedes aprender en un día, Raoul
- Ya... -admite no muy conforme el rubio
- Va, mientras te desmaquillas, te entretengo -se ofrece sonriente el moreno mientras empieza a hacer malabares con cuatro pelotas
- Venga, va -acepta Raoul, a quien se le contagia la sonrisa
El menor echa agua en un paño y empieza a limpiarse la cara, cuando acaba, Agoney le pide que le tire otra pelota. Y quién es él para negarle nada al moreno? Los malabares le fascinan, pero no pueden competir con la cara sonriente y maquillada de Agoney, así que podemos concluir que Raoul le está haciendo más bien poco caso a las pelotas que vuelan por los aires.
- Te gusta? -pregunta el mayor tremendamente concentrado en su labor
- Un montón -sonríe de lado el rubio observando al moreno
Agoney sigue con sus malabares unos minutos más, hasta que cree que ya es suficiente y lo guarda todo bajo la atenta mirada del rubio.
- Te desmaquillo? -pregunta Raoul
- Te apetece? -se muerde la sonrisa el moreno
- Bastante -se sincera el rubio
- Bueno, pues adelante -ríe Agoney antes de acercar su cara a Raoul
El rubio repite el procedimiento que ha usado él antes y moja el paño con agua. Empieza retirandole el maquillaje de las mejillas y la frente -porque sí, ellos son así y se han cubierto toda la cara de pinturas- la nariz va a continuación y Raoul no puede contener una pequeña sonrisa cuando retira la capa de maquillaje y el lunar que reside en la nariz del moreno -y que tanto le gusta- reaparece en su cara.
- Qué pasa? -ríe sonrojado Agoney
- Nada -niega con la cabeza el de ojos dorados
Y llega el verdadero reto. Los labios. Raoul ya está haciendo un gran esfuerzo de contención cuando posa por primera vez el paño en esa zona. Lo pasa varias veces pero parece que el rojo no se va.
- Raoul, que me vas a desgastar los labios -interrumpe el moreno
- Venga ya, ambos sabemos que te los voy a desgastar igual... -se atreve a decir el menor
Agoney rompe a reír por la osadía de ese chico que hace un mes no era capaz de sentir y ahora se atreve a bromear sobre sus emociones.
- No, en serio, no se te va -sigue frotando Raoul
- Prueba a quitármelo de otra forma -le sugiere el moreno alzando la ceja
- Agoney... -se hace el cabreado Raoul- es que creo que sí que se te ha ido pero de frotar tanto te los estoy irritando
- Pues para compensar la irritación...
- Agoney! -ríe ahora Raoul
- Solo uno -hace un puchero el moreno cogiéndole de la cintura para acercarlo más a él
- Aún tenemos que quitarte lo de los ojos -se resiste Raoul- además los dos sabemos que si te doy uno va a haber más luego...
- Y qué problema hay? -mueve las cejas el mayor
- Haces conmigo lo que quieres... -ríe Raoul antes de juntar sus labios con los del contrario
Raoul pasa sus manos por detrás del cuello de Agoney mientras que el moreno posa las suyas en la cintura contraria. Los chicos vuelven a besarse pero esta vez Agoney se permite pasar su lengua por el labio del rubio pidiéndole acceso a su boca. Raoul, algo inexperto pero consciente de lo que le pide su instinto, le permite este acceso y enreda su lengua con la contraria. Y si los besos de antes le habían sabido a gloria, este le acaba de llevar al mismísimo Edén. Aunque puede que haya probado la manzana prohibida muy pronto y por eso su visita al paraíso acaba tan rápido.
- Ah! -se queja el moreno separándose- me acabas de morder la lengua? -ríe Agoney
- Perdón -se sonroja el rubio
- No pasa nada, mi niño -le da un pequeño beso para tranquilizarlo- eso sí, los dientes de momento quietecitos -le pide dándole otro
- Vale -asiente aún con la cara teñida de rojo
Y dejando la vergüenza atrás, vuelven a unirse aprovechando su pasión.
- Vaya vaya vaya
De un sobresalto se separan los dos mirando a todos lados en busca de la voz misteriosa que les ha interrumpido en un momento tan íntimo e intenso.
- Así que por eso rechazaste a la pobre señorita Galassia... -afirma la voz sonando desde un punto distinto de la habitación
Es uno de ellos... Es un Galassia.
- Agoney Vanneti no solo es un cobarde sino que encima es maricon -ríe la voz anónima- lo sabe esto tu papá?
- A ti que te importa? -sentencia el moreno aún buscando el origen de la voz
- No, porque igual te quitan la herencia cuando se entere -explica el desconocido- en ese caso tu familia pasaría a manos de tu hermano y si él se casa con Aitana, estará todo hecho
- Quién coño eres?
- Quizás puedas salir vivo de esta, nenaza -ríe el hombre- aunque bueno, cuando se entere de que te van las pollas, igual es tu padre el que te mata...
- Te quieres callar? -empieza a enervarse el moreno
- Y el rubito tampoco se irá de rositas si Nero se entera de lo vuestro -sigue explicando el miembro de los Galassia
- Cállate ya! -se enerva Agoney
- Encima eso que llevas en los ojos es maquillaje? -ríe el intruso
- Que te calles, hostia! -grita furioso el moreno y conteniendo las lágrimas de la rabia
- Un maricon en toda regla...
- CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE -grita Agoney tapándose los oídos
Y es un disparo el que otorga a Agoney su deseo.
ESTÁS LEYENDO
91 DAYS (Ragoney)
FanfictionAños 30, Lawless (EEUU), época de la Ley Seca... Raoul era un niño feliz, muy casero, inocente, amable, lleno de vida... Raoul era todo eso hasta que una mafia de origen italiano dedicada a la venta de alcohol clandestino le arrebató a su familia. A...