Capítulo 47 - Familia

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Unos gritos desgarradores despiertan a Agoney, quien se ha permitido descansar un poco mientras Glenda llevaba a cabo su plan. En un principio se asusta, al fin y al cabo los gritos nunca son un buen augurio, luego recuerda su plan y no puede evitar que una pequeña sonrisa le cruce la cara. Si Glenda no se ha precipitado, todo habrá salido como lo planearon.

-Qué pasó? -pregunta fingiendo preocupación a Bruno cuando se lo encuentra por las escaleras

-No lo sé, pero viene del dormitorio de tu hermana

-Mierda, Glenda!

El moreno sube a toda prisa las escaleras hasta llegar a la habitación de su hermana, donde ya hay varias personas, entre ellas su padre, esperando en la puerta. Una sensación extraña le recorre el cuerpo al ver a Nero. De verdad está dispuesto a encubrir a Raoul pese que eso pueda significar su muerte?

-No sé si podremos salvarlo, señor -afirma asustado Sebastian- necesito entrar y ver el estado del cuerpo, aunque con el tiempo que ha pasado lo más seguro es que no haya nada que hacer

-Perdí a mi mujer y a mi hija por esta maldita alianza -oye que susurra Nero- ya puedes hacer lo imposible por salvar a ese hombre

Decidido, está dispuesto a encubrir a Raoul. Su hija se acaba de quedar viuda y embarazada y le preocupa la maldita alianza... Agoney aprieta los puños para canalizar su rabia.

-Y Glenda cómo está? -pregunta Agoney mirando con desdén a su padre, quien parece captar la frialdad con la que su hijo se le dirige

-Está con Marco, ahí -señala Bast con la cabeza una de las habitaciones- no he podido hablar con ella, pero no tiene buena pinta

Agoney se dirige hacia la sala, pero su padre se le adelanta. Es el momento de actuar, antes de adentrarse en la sala busca a Roi entre la multitud y, cuando lo encuentra, le hace una señal con la cabeza para que lo siga. Ambos se meten en la habitación y se encuentran a Glenda, aún envuelta en la toalla, derramando todas las lágrimas posibles y más.

-Qué ha pasado, hija?

-Papá, yo... yo no quería -dice entre sollozos- esta mañana me levanté temprano para darle una noticia preciosa pero antes pasé a pedirme el desayuno -se seca las lágrimas- era para mí, ese zumo era para mí. -la chica empieza a hipar y Agoney no sabe si darle un vaso de agua o una ovación de pie- Tras darle la noticia decidí darme un baño y cuando salí ya estaba así, se lo debió beber pensando que era suyo y tenía un montón de nueces...

-Es verdad, señor, ella solo me pidió su desayuno -corrobora Marco acariciando los hombros de la chica para tranquilizarla- no le eche ninguna culpa y menos en su estado

-Qué estado? Qué es esa noticia? -pregunta Nero

"Acabas de ver a tu hija destrozada y lo único que te sale es eso? Abrázala, hostia!" se enerva Agoney. Puede que el odio por su padre siempre haya estado en su interior y solo necesitara a Raoul para darse cuenta y poder empezar su revolución.

-Papá, estoy embarazada -rompe a llorar- íbamos a empezar una nueva etapa, una familia y él estaba tan contento... ahora lo único que me queda es esto -se lleva su mano a la tripa

Si no fueran parte del plan, incluso Roi y Agoney se hubieran creído la historia de Glenda. Por esta misma razón, el castaño se ve obligado a morderse el labio con rabia, pues no soporta ver a Glenda hablando así de ese gilipollas al que se acaban de cargar y mucho menos soporta el hecho de que todos piensen que su hijo tiene otra sangre que no sea la suya, pero para ser feliz hay que hacer sacrificios. Además, si todo sale bien en nada lo aceptarán como su hijo.

91 DAYS (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora