La tensión que hay en el ambiente podría cortarse con la daga que Raoul acaba de guardarse en el chaleco. El menor de los Vanneti sujeta su arma sin vacilar apuntando al rubio, quien pediría a Bast una mano, pero entre que no sabe disparar y que ya se la ha jugado bastante, prefiere no tentar a la suerte.
-Sabía que escondías algo cuando apareciste en la familia -rompe el silencio Fango- debí matarte entonces...
-No vayas de listo ahora -ríe irónico el rubio
-Lo dices tú que has tramado un plan suicida que, como puedes ver, te ha salido bastante mal -apunta el mafioso arqueando las cejas- ahora que sabemos que eres un traidor, vas a tener que abandonar la familia. Y esta mafia solo hay una forma de dejarla, tú papá lo descubrió por las malas -hace un puchero sarcástico- y tú eres tan tonto que aún sabiéndolo, vas a seguir sus pasos
-Tócale un solo pelo y te juro que eres hombre muerto, hermanito -el arma siendo cargada es el último sonido que oye la sala durante los próximos segundos
Una sonrisa llena de rabia se dibuja en el rostro de Fango mientras asiente con la cabeza y pone las manos en alto a medida que se gira lentamente para enfrentar de cara a Agoney. Raoul vuelve a respirar tras segundos aguantando el aliento por puro pánico.
-Así que ahora esto es lo que haces? -afirma con media sonrisa el menor- te vuelves contra los tuyos por cuatro polvos de mierda, espero que te hayan aprovechado al menos
-Te equivocas, no he protegido tanto a los míos como ahora -contraataca el moreno
-Qué mono, vais en serio? -el tono de burla que emplea Fango revienta a más no poder a Agoney
-Estás muy pirado como para entenderlo
-Pues yo lo que creo es que quieres quitarte a papá de encima para por fin poder estar a la cabeza de la familia -en medio de su discurso, se voltea y vuelve a apuntar a Raoul dándole la espalda a Agoney- y este cabrón lo único que quiere es chupar del bote, cuando te coma el coco para que le dejes un testamento o algo te va a volar la cabeza como pretende hacer con nuestro padre
-No somos tan retorcidos como tú, chalado -se defiende Raoul
-Yo no sería tan valiente cuando te están apuntando con un arma, rubio -ríe Fango
-A ti también te están apuntando y pareces tener la boquita muy suelta -alza las cejas Raoul a modo de desafío
-No me compares, mi hermano no tiene lo que hay que tener para disparar ese arma y... aghhh -al sentir la hoja del cuchillo pegada a la piel de su cuello se ve obligado a callarse
Su hermano lo tiene completamente inmovilizado a un ligero movimiento de dejarle sin vida. Con que afiance su agarre y ejerza un poco más de presión en la zona, lo tiene hecho.
-No me conoces, Fango, no vayas de listo -le susurra al oído el moreno- siempre he sido muy ágil y sigiloso... Recuerdas nuestros entrenamientos? Yo siempre era el inútil y míranos, ahora eres tú el que tiene un cuchillo en el cuello... -Agoney hunde un poco la hoja en la piel de su hermano haciendo que un hilo de sangre recorra su cuello- Vamos a hacer un repaso... regla 121? -Fango parece no querer hablar, por lo que Agoney se ve obligado a presionarle un poquito más- venga, hermanito, te la sabes
-Nunca dejes de vigilar tus espaldas -dice a duras penas el menor
-Muy bien -sonríe cínicamente
Por primera vez en tres meses, Raoul logra ver la parte más mafiosa de Agoney y queda totalmente sorprendido. No sabe si le gusta o le da miedo, pero esa personalidad le da un toque indudable a Glenda que le hace sonreír. Los dos igual de macabros en las medidas más desesperadas y dos cachos de pan en el día a día. Como dos bellas flores que se han visto obligadas a crecer entre miles de espinas.
-Mi amor, nos quedamos sin tiempo y lo último que quiero es que te relacionen con esto -decide intervenir Raoul observando que ya son las 12:23h
El apelativo cariñoso empleado por Raoul parece resultarle muy divertido a Fango, pues aún con el cuchillo en la garganta decide soltar una enorme risotada que saca de quicio a Agoney.
-De verdad te lo crees? -pregunta alzando una ceja el más joven de los Vanneti con la intención de hacer dudar a Agoney de su posición- de verdad piensas que alguien te va a querer tanto como dice este tipo? No te das cuenta de que es un truco, de que utiliza tu desesperación por sentirte querido para conseguir poder? Tan vacío estás?
-Y me lo dices tú que siempre has vivido podrido por la envidia? Que por mucho que hicieras, yo soy mayor que tú e iba a heredar sí o sí el papel como jefe de la familia? Que aceptaste que los Galassia me asesinaran no tanto por el bien de la familia como por el tuyo propio? -contraataca Agoney- yo seré un puto desgraciado que ha vivido como una mierda por la familia que le ha tocado y que va a heredar un puesto que le queda demasiado grande, pero al menos conozco el amor. En cambio, tú llevas años persiguiendo un fantasma, preocupándote solo por lamerle el culo a papá para chupar un poco de poder que yo ni siquiera quiero. Dime cuál de los dos está más vacío?
-Puedo estar todo lo vacío que quieras, pero al menos no soy una marioneta de nadie...
-Te equivocas, hermanito, siempre fuimos marionetas de papá... pero Glenda y yo al fin nos hemos liberado... ahora te toca decidir a ti: estás con la opresión o con la libertad?
-Estoy con la familia -afirma seriamente
-Eso quiere decir...
-Que yo no soy un traidor -escupe con rabia el menor
Y las lágrimas empiezan a brotar de los ojos de Agoney de forma descontrolada. Es demasiado tarde para su hermano, ya tiene el cerebro más que lavado.
-Que te aproveche la lealtad en el infierno, hermanito -traga saliva con dificultad- te prometo que haré pagar a papá el haberte convertido en esto...
Y sin vacilar acaba de hundir el cuchillo en el cuello de su hermano provocándole la muerte instantánea. El cuerpo sin vida del menor cae al suelo casi tan rápido como las lágrimas se resbalan por las mejillas de Agoney.
-E...estás bien? -se atreve a preguntar Raoul
-Vamos, que se nos acaba el tiempo
-Ago, en serio, qué necesitas? -ofrece el rubio cogiéndole la barbilla y clavando sus ojos en los contrarios
Agoney no aguanta y vuelve a derrumbarse en brazos de Raoul, quien pretende quitarle todos los males del mundo a base de caricias en el pelo y besos en la base del cuello.
-Nunca tuvimos una gran relación, tengo la certeza de que él me odiaba con toda su alma por la envidia... pero era mi hermano -solloza- él me aplaudía cuando me salían más de tres malabares seguidos, él me acompañaba en mi habitación cuando nuestro padre se iba por las noches y no sabíamos si iba a volver, él me odiaba pero yo le quería... le quería mucho
-Mi amor, ese chico de ahí ya no era tu hermano -le consuela Raoul- lo has visto y lo has oído, estaba repleto de odio, ya no era el niño que describes... y tal vez suene horrible, pero creo que le has hecho un favor
El moreno se queda en silencio valorando las palabras de Raoul, quien se entretiene jugando con los bucles de su cabeza.
-Por qué coño decidiste apartarte de mí si eres lo único que me calma? -se sincera Agoney secándose las lágrimas
-Porque, aunque no lo parezca, soy humano y tengo derecho a cometer estupideces -bromea Raoul
-Idiota... -Agoney afianza su agarre- te he echado mucho de menos
-Y yo a ti, estás muy guapo con ese traje -le dedica una sonrisa sincera
-Chicos, esto... no quiero interrumpir, pero son las 12:27h -interviene Bast
-Mierda! No hay tiempo que perder -maldice Raoul dispuesto a abrir el despacho
Pero justo cuando su mano roza el pomo de la puerta, varias voces al final del pasillo, llaman la atención de los tres chicos. "Y ahora qué?" maldice el rubio.
-1
ESTÁS LEYENDO
91 DAYS (Ragoney)
ФанфикAños 30, Lawless (EEUU), época de la Ley Seca... Raoul era un niño feliz, muy casero, inocente, amable, lleno de vida... Raoul era todo eso hasta que una mafia de origen italiano dedicada a la venta de alcohol clandestino le arrebató a su familia. A...