Capítulo 48 - 91 Días

785 104 100
                                    

3 meses. 13 semanas. 91 días. 91 días desde que se infiltró en la casa de los Vanneti para empezar a llevar a cabo su venganza. 91 días desde que conoció a Agoney. 91 días y al fin puede realizar su plan. Hoy a las 12:00h todos los miembros de la familia Vanneti se encontrarán en el jardín de la mansión celebrando la boda de Roi y Glenda. Pero el señor Vanneti, que es un hombre muy ocupado, no saldrá a la ceremonia hasta las 12:30h cuando termine su reunión. Esto le deja a Raoul media hora de margen para actuar. El chico sólo espera que Agoney haya logrado que la confianza que su familia tiene en él haya quedado intacta, sino tendrá que dañar a más personas de lo necesario.

-Siento arruinaros la boda, Roi -afirma con un puchero el rubio dirigiéndose a una de las fotos de su amigo que adornan su antigua casa, lugar en el que se está hospedando- pero pronto todo habrá acabado y tendremos la vida que merecemos, te lo prometo

Dicho esto, recoge lo que cree necesario para su misión y abandona la casa sin ningún miramiento y con un objetivo bien claro en la mente: Nero Vanneti.

***

Agoney puede afirmar con toda seguridad que si ve algo más de color blanco se va a volver loco. En las últimas 24h entre el pastel de boda, el vestido de Glenda, las flores, los accesorios de Roi, los adornos del jardín y las sillas y mesas del banquete, juraría que ha perdido parte de la visión de ver tanto blanco.

-Cómo estoy? -pregunta por vigésima vez en lo que llevan de día Glenda

-Blanca

-Qué dices?

-Era broma, estás preciosa, pero como lo estás siempre me apetecía destacar que estás inusualmente blanca -se encoge de hombros el moreno ganándose un manotazo por parte de su hermana a modo de reprimenda

-Qué hora es?

-Las 11:58h -responde Agoney observando su reloj de bolsillo

-Buah, ya va a empezar -afirma nerviosa la muchacha paseándose por toda la sala

-Todo va a salir bien... -la tranquiliza Agoney

Unos segundos más tarde, llaman a la puerta reclamando a Glenda. Es hora del paseo hasta el altar. Como Nero parece estar ocupado reunido con Bruno y algunos Galassia al teléfono, Agoney se ha visto en la obligación y honor de llevar a su hermana hasta el altar. Algo que Glenda también agradece. Cuando salen del brazo por la puerta, todas las miradas se fijan en ellos soltando expresiones de sorpresa y adulación. Hoy va a ser un gran día.

***

Como Raoul esperaba, la puerta principal cuenta con menos de la mitad de los guardias usuales, así que él -que estuvo meses conociéndose todos los recovecos del lugar- no tiene gran problema para colarse por un agujero en la verja tapado con un seto.

Evitando cruzarse con más gente de la necesaria, se cuela hasta la cocina, donde encuentra a Marco ultimando los detalles del banquete. Nada más verle, una sonrisa se dibuja en la cara del cocinero.

-Raoul!

-Hola, Marco -le da un fortísimo abrazo

-Cómo estás?

-Mejor que nunca -le guiña un ojo haciéndole sonreír

-Estupendo pues...

-Raoul? -una voz bien conocida por el rubio interrumpe al cocinero y Raoul no es consciente de lo mucho que lo ha echado de menos hasta que sus brazos no rodean su cuerpo

-Enhorabuena, tío -afirma con sinceridad

-Vienes a la ceremonia? -pregunta Roi emocionado

-Me temo que no, ya sabes tengo que aprovechar cualquier distracción y una boda es la distracción perfecta -explica Raoul susurrando- eso sí, si no os habéis casado para entonces, te prometo que os casáis inmediatamente después, cuando Ago mande

-Claro que no nos habremos casado, voy contigo -afirma seriamente el castaño

-No

-Por qué? -arquea una ceja el de ojos verdes algo molesto

-Porque si algo sale mal, primera que no puedo consentir que te pase nada y segunda que tienes una familia a la que no vas a dejar sin padre -razona Raoul posando sus manos en los hombros contrarios y obligándole a mirarle a los ojos- además, si lo que me da tiempo para actuar es la boda, el novio no puede faltar o se me reduce el tiempo, lo entiendes? Tienes que alargar tu boda al máximo

Y no le gusta admitirlo, pero Raoul tiene razón, ha encontrado la excusa perfecta para dejarle al margen.

-Ten mucho cuidado, vale? -le pide Roi- y toma esto -le tiende un botecito con un líquido semitransparente dentro

-Qué es? -pregunta Raoul destapando la botella para llevársela a la nariz y oler el contenido

-No lo huelas! -Roi le quita la botella de un zarpazo y vuelve a taparla- es un veneno parecido a la anestesia, te atonta poco a poco hasta que te duermes, la cosa es que si no te tratan rápido, esta cosita de aquí -golpea la botellita con la uña- te va corroyendo por dentro hasta que no te despiertas

-Y de dónde cojones lo has sacado? -pregunta sorprendido el rubio

-La duda ofende, Raoulillo, que estás hablando con un químico -ríe Roi- sé hacer más cosas a parte de un licor delicioso

-No sé qué haría sin ti, de verdad -le abraza con fuerza

-Morir con tus planes alocados -bromea el castaño- de verdad pretendías entrar ahí y liarte a balazos a la primera de cambio? Los disparos alarmarían a la gente, Raoul, piensa un poco

-Bueno, es que no todos sabemos hacer armas letales con un par de productos químicos -alza las cejas el rubio- pero no soy tan estúpido, tenía pensado usar esto -del interior de su chaleco saca un tubo largo de metal

-Qué demonios es eso?

-Un silenciador, si lo pongo en la pistola reduce gran parte del ruido -explica el rubio- solo sería reconocible como un disparo para la gente que está dentro de ese despacho, desde el jardín solo oiriais un estruendo que podríais achacar a un cuadro cayéndose o un vidrio rompiéndose

-Eso es... muy inteligente -le felicita Roi

-Me duele el tono de sorpresa, pero gracias -bromea Raoul alzando una ceja

-Bueno, me voy que esto empieza -le da una palmada en la espalda el de ojos verdes- quieres que avise a Agoney para que se pase un momento?

-No

-Pero...

-No quiero que sepa que estoy aquí, vendría a buscarme y no me lo puedo permitir

-Oye, si aún tienes miedo de que te coja asco al cargarte a su padre, déjame decirte que no puedes estar más equivocado...

-No es eso, es que simplemente no quiero meterle en esto, vale? -le desafía con la mirada- ahora vete ahí y disfruta de tu boda

Roi se despide de él con un tierno beso en la mejilla y sale de la cocina en dirección al jardín. Por el contrario, Raoul, veneno y pistola silenciada en mano, sube las escaleras para enfrentarse al reto de su vida.

-3

91 DAYS (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora