91 DAYS (Ragoney)

Capítulo 51 - Libertad

Los pasos al final del pasillo les hacen ponerse en guardia y preparar sus armas por si es necesario disparar. Al llegar frente a la puerta del despacho y verlos, los recién llegados suben los brazos con una sonrisa burlona.

-Nos vais a disparar? -alza la ceja algo divertido el de los ojos verdes

-Qué puto susto nos habéis dado! -baja el arma Raoul- qué coño hacéis aquí?

-No íbamos a dejaros solos -responde Glenda agachándose ante el cadáver de Fango. El bajo del vestido se tiñe de rojo, pero a ella no puede importarle menos. Tras tragar con dificultad un poco de saliva, le arrebata el arma al cuerpo inerte y se hace con ella- además no me quiero perder esto

-Lo siento, no podía hacer otra cosa -llora Agoney

-Ago, esto es una guerra -afirma aún algo impactada su hermana- y desgraciadamente en una guerra no hay familia, solo hay bandos y él eligió el suyo. Si no hubieras hecho esto, el de la raja en el cuello serías tú

El moreno no dice nada más y simplemente se deja acoger entre los brazos de su hermana.

-Cómo os habéis escapado de la boda? -pregunta Raoul temiendo que alguien más aparezca por ese pasillo- y por qué estáis llenos de mierda? -pregunta con asco pasando el dedo por la chaqueta de Roi

-Digamos que Marco nos ha echado una mano además de medio menú por encima -ríe el castaño cogiendo al cocinero por el brazo y poniéndolo delante de Raoul, quien lo abraza con fuerza

-Digamos que estoy un poco torpe hoy -afirma entre risas aceptando el abrazo del rubio

-Ahora se supone que estamos poniéndonos los trajes de repuesto, lo que nos da unos minutos más -informa Glenda peleando con su vestido

-Te ayudo con eso -ríe Raoul sacando la daga con la que ha apuñalado a Bruno y cortandole el vestido a la altura de la rodilla

-Gracias -sonrie la chica deshaciéndose de la tela cortada

-Vamos a ello? -pregunta Raoul clavando su mirada en la de Agoney y tendiéndole la mano

-Vamos a ello -asiente con la cabeza el moreno entrelazando sus dedos con los del contrario para después abrir la puerta

Cinco de ellos se adentran sin vacilar nada más abrir la puerta. Roi, se deshace de su chaqueta para ir más cómodo antes de coger el cuerpo de Bruno, que sigue inmóvil, y arrastrarlo al interior del despacho.

-Bruno! Qué demonios? -es lo único que atina a decir Nero cuando ve entrar al grupo- lo has hecho tú? -pregunta sorprendido mirando a su hijo

-No, lo he hecho yo -sonríe triunfante Raoul- no sabes quién soy, verdad? Te suena de algo el nombre de Manolo Vázquez?

-Sí... claro que sí, nos fabricaba el licor hace años -frunce el ceño a medida que va recordando- una de las mejores bebidas que he probado jamás, pero lo arruinó todo marchándose y dejando que los Orco nos superasen en calidad tras su partida

-Y por ello decidiste asesinarlo y llevarte con él a toda su familia -responde con rabia el rubio sin dejar de apuntarle con la pistola

-Cómo lo sabes? -la cara de terror del mafioso provoca una reacción placentera en el pecho de Raoul

-Esa cara es la que llevo buscando desde que llegué -ríe el rubio con rabia- mi nombre es Raoul Vázquez, mi madre y mi hermano dieron la vida por mí en su momento, y yo ahora voy a devolverles el favor

Y en ese momento, Nero parece aceptar con resignación su destino, pues está completamente rodeado y desarmado. Con una sonrisa apenada que refleja la derrota, se dirige a su hijo.