Pese a la ausencia de Nero, la sala permanece en completo silencio hasta que Sebastian termina de examinar al heredero de los Vanneti. El joven médico siempre ha sido del agrado del moreno, se lo ha ganado a pulso con su bondad innata. Se incorporó a la familia hace un par de años, pues llegó a oídos de Nero que pese a su evidente falta de experiencia, Agoney cree recordar que el muchacho es un año menor que él, es un gran profesional. Y hasta día de hoy ningún Vanneti ha tenido queja alguna de sus servicios.
- Señor, su pierna está en bastante buen estado -informa el joven con notable respeto al mayor- el otro chico tiene una pequeña infección, pero la hemos pillado a tiempo y solo necesitará tomar este medicamento y algo más de reposo que usted
- Bast, por dios, tutéame -le pide Agoney con una de sus características sonrisas sinceras
- Lo siento, Ago, pero mientras esté ejerciendo de médico debo tratarte como a un paciente -se encoge de hombros el chico
- Acabas de tutearme -alza una ceja el moreno
- Porque ya te he informado de la situación -razona Bast- ahora vuelvo a ser simplemente Sebastian
- Mi amigo
- Tu amigo -acaba cediendo el médico- bueno, ahora que ya no tengo nada que hacer aquí, os dejo a solas que sé que tenéis que poneros al día
Y esa es otra de las cualidades que tanto le gustan a Agoney del chico que acaba de curarle la pierna, sabe siempre qué hacer. Sabe cuando necesitas hablar, sabe cuando necesitas un abrazo, sabe darte conversación, sabe disfrutar del silencio contigo y sabe darte espacio cuando lo necesitas.
- Gracias, Bast -los ojos oscuros de Agoney se clavan en los verdes del otro chico, el silencio y ese simple gesto determinan la complicidad que comparten ambos chicos
- No las des -ríe algo tímido el menor antes de abrir la puerta y disponerse a abandonar la sala- me alegro mucho que estés de vuelta y a salvo
Las últimas palabras del médico resuenan en toda la sala hasta que el sonido de la puerta cerrándose tras él toma el protagonismo para dar paso al silencio. Silencio que Roi tarda muy poco en romper.
- Pensaba que te morías, pequeño capullo -los brazos del castaño envuelven con fuerza el cuerpo de Raoul mientras las lágrimas se deslizan por sus mejillas- sabes a caso el susto que nos disteis?
- Perdona -es lo único que atina a decir el rubio
- No te disculpes, por Dios, al menos estáis vivos -rectifica inmediatamente el de ojos verdes
- Y tú se puede saber por qué coño te has ofrecido a fabricar licor para los Galassia? Estás loco?
- Era eso o la vida de tu novio -Roi alza una ceja
- En serio no había nada más que hacer que ese plan kamikaze tuyo? -se indigna Raoul
Y es el propio Raoul el único que parece no haberse dado cuenta del sustantivo utilizado por el castaño, pues tanto Roi como Agoney permanecen boquiabiertos al ver que Raoul ni siquiera se ha molestado en negar el hecho de que no son novios. Porque no son novios, no han hablado de ello ni llevan tanto tiempo juntos como para asumirlo, si fuera así el heredero de los Vanneti no estaría a punto de echar el corazón por la boca.
- No somos novios -decide intervenir el moreno
Los dos amigos le miran momentáneamente, los cuatro ojos se mantienen unos segundos en el cuerpo del moreno, quien no soporta tanta tensión y acaba bajando su mirada para deleitarse con el juego nervioso de sus propias manos. Roi y Raoul deciden dejarlo estar y vuelven a mirarse entre ellos.
- Qué esperabas que hiciera, Raoul? Que esperase a que os mataran?
- Ya lo sé, joder, pero esclavizarte por nosotros... me parece demasiado -hace una mueca apenada el menor
- Ya se nos ocurrirá algo, no te preocupes -Roi masajea con cuidado el hombro de su amigo- bueno... y vosotros dos no vais a contar nada o qué?
- No
- Nada interesante
- Venga ya, no seáis cabrones -les pica el castaño
- Ah, sí, ahora tenemos un caballo -le informa un orgulloso Raoul arrancando las carcajadas de Agoney- se llama Carbón
Roi cede y acaba riendo también, ya ha tenido ocasión de conocer a Carbón cuando se ha encontrado a su séquito particular llevándole todo el agua y el heno necesarios para premiarle por su labor que ha sido crucial en el viaje de los dos chicos.
- Sí, creo que ya nos hemos conocido -confiesa Roi con su inconfundible sonrisa en los labios- pero me refería a otra cosa...
- He aprendido a hacer malabares -alza las cejas con chulería el rubio
- Es verdad! -corrobora entre risas el moreno- Y yo aprendí a robar
- Bueno, no creas -le contradice Raoul negando con la cabeza- siempre que lo ha intentado le he pillado
- Habló! Si tu no sabes hacer ni dos pases seguidos sin que se te caigan -contraataca Agoney completamente indignado
- Si ti ni sibis hisir dis pisis sin qui si ti ciigin -le hace burla el rubio
Sin piedad alguna, Agoney coge uno de los zapatos que reposan al lado de su cama y le lanza uno a Raoul, quien lo esquiva entre risas y se lo devuelve de la misma forma.
- Da igual, no hace falta que me lo digáis -afirma el de ojos verdes uniéndose a la risa de ambos- queréis que os deje solitos?
Raoul está a punto de devolvérsela cuando Agoney se adelanta dejando a los dos chicos de piedra frente a su repentina espontaneidad.
- Así puedes aprovechar tu día libre con mi hermana, no? -sonríe altanero el moreno
- Esa me ha dolido hasta a mí -interviene Raoul
- Eres bueno, cabrón -reconoce Roi inclinándose ante la brillante jugada de Agoney- pero entre nosotros no hay nada
- Ya claro -ríe sarcásticamente el moreno
- Olvidas que está casada? -pregunta Roi con algo de tristeza en sus ojos
- Olvidas tú que no ama ni amará a ese hombre en la puta vida y que hace días que no se separa de ti? -contraataca Agoney sabedor de la nefasta relación que tiene su hermana con ese ser al que se niega a llamar cuñado
Roi clava su vista en el suelo y se queda en silencio perdiéndose entre sus pensamientos. Agoney casi puede pararse a oír como se mueven los engranajes de su cabeza y por un momento teme haberse entrometido demasiado y haberse pasado de la raya.
- Lo siento mucho, Roi, no quería...
- No, da igual -el castaño dedica una sonrisa demasiado fingida como para ser creíble a Agoney antes de levantarse de la cama y dirigirse hacia la puerta- mejor os dejo solos, mañana nos vemos, Raoulín
- Claro, tete -le guiña un ojo el rubio antes de dejarle marchar
- Soy una persona horrible -afirma Agoney lleno de arrepentimiento
- No digas eso, él empezó el juego, si acaba perdiendo no es culpa de nadie -le consuela el rubio
- Quizás fui muy brusco
- Qué va -le quita importancia Raoul- él es así, ahora le dará un par de vueltas y mañana ya se le habrá pasado
- Eso espero...
- Bueno, va a ser mejor que descansemos un poco -intenta cambiar de tema el rubio
- Sí, tienes razón
Ambos chicos se disponen a dormir con un montón de cuestiones en su cabeza. Raoul formula mil y una teorías sobre cuál debe ser la mejor manera de hablar a Agoney sobre su venganza. Agoney piensa todas las formas posibles de disculparse con Roi. Y antes de caer completamente rendidos, a ambos les viene la misma palabra a la mente "novio".
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91 DAYS (Ragoney)
FanficAños 30, Lawless (EEUU), época de la Ley Seca... Raoul era un niño feliz, muy casero, inocente, amable, lleno de vida... Raoul era todo eso hasta que una mafia de origen italiano dedicada a la venta de alcohol clandestino le arrebató a su familia. A...