91 DAYS (Ragoney)

Capítulo 11 - Confesión

Los jefes de ambas familias se han encerrado en el despacho del de los Vanneti y tiene pinta de que su conversación vaya para largo, así que Agoney evita las miradas de todos los presentes y decide huir a su habitación. Raoul, al verle, decide ir tras él pero una pequeña mano le frena antes de que se vaya. Al girarse descubre unos ojos verdes que lo miran con un brillo especial.

- Aitana...

- Vas a verle, no? -pregunta la joven

- Si él quiere, sí -sentencia el rubio

- Puedes darle las gracias? -le pide la chica con las lágrimas amenazando en salir- dale las gracias por haber sido valiente por los dos

Y Raoul, que hace tiempo que no siente empatia por nadie -o bueno, casi nadie- decide asentir algo emocionado.

- Claro, no te preocupes

El rubio se recorre los pasillos de la mansión que ya conoce como la palma de su mano hasta llegar a la habitación del moreno. Llama un par de veces hasta que recibe una respuesta.

- Quién eres?

- Raoul

A los pocos segundos, la puerta se abre dejándole acceso a la habitación. Agoney ya no está triste, pero Raoul puede notar el miedo en sus ojos oscuros. Realmente ha desafiado a toda la puta mafia por un capricho... si Aitana es muy buena chica.

- Por qué lo has hecho? -le pregunta

- No quería casarme -se encoge de hombros

- Ahora una familia de mafiosos está planeando un castigo por ello, crees que te merece la pena? -contraataca el rubio

- Definitivamente, sí -afirma sin vacilar el moreno- no voy a casarme con alguien a quien es imposible que ame

- Pero es que eso no lo sabes

- Joder, Raoul, que soy gay -admite finalmente el moreno

Agoney juraría que la boca de Raoul puede formar una O perfecta. Pero si ha sido súper obvio con él, cómo no ha podido darse cuenta?

- Di algo -le pide el moreno

- Que putadón, no?

- Di otra cosa, por favor -ríe Agoney

- A ver que a mí me da igual, ya está el mundo muy podrido como para preocuparse por los gustos de los demás -se encoge de hombros- pero tu padre...? Tu familia?

- Solo lo sabe mi hermana -le informa Agoney- bueno y tú, aunque creo que Roi sospecha algo -ríe tímidamente

- Por qué? -alza la ceja el rubio

- Nada, déjalo -vuelve a reír el moreno

- Entonces me estás diciendo que en unos años una de las mafias más importantes de Estados Unidos estará en manos de un homosexual? -pregunta con curiosidad el rubio

- Si todo sale bien, sí -se encoge de hombros el mayor

"No, si todo sale bien, no" le contradice mentalmente Raoul.

- Qué irónico

- Victoria para el colectivo -ríe tímidamente Agoney como si fuera un niño pequeño que acaba de contar un secreto, aunque pensándolo bien la realidad no se aleja mucho de la comparación

- Debe ser horrible -sentencia Raoul- el no poder demostrar quien eres por miedo a lo que te puedan hacer, como Glenda, solo por ser mujer la infravalorais un montón en tu familia

"Raoul, cállate que te estás yendo de la lengua" se riñe a sí mismo.

- La sociedad es una mierda, Raoul -sentencia Agoney- y tienes razón, no merecemos. Por cierto, te vas a reír, pero pensaba que tú también eras gay...

- No soy nada -se encoge de hombros el rubio

- Cómo que no eres nada? -pregunta Agoney

- Que nunca he sentido nada por nadie, no soy nada

- Ni siquiera atracción? A ver, yo tampoco he estado con ningún chico y sé que me gustan -reconoce Agoney sintiéndose tremendamente cómodo abriéndose de esa forma con Raoul

- No lo sé -se encoge de hombros

"En mi defensa diré que no siento nada desde que tenía ocho años" se muere por gritarle Raoul.

- Quieres averiguarlo? -pregunta el moreno con una sonrisa pilla y alzando las cejas

- Perdón? -se sorprende el rubio

Sin decir nada más, Agoney lleva su mano a la cabeza del contrario y enreda sus dedos en los mechones rubios dándole un pequeño tirón pero con mucho cuidado de no hacerle daño, consiguiendo así levantarle la cabeza. Raoul, completamente en fuera de juego, simplemente se deja llevar. Agoney se recrea en las mariposas que siente en el estómago al tener los ojos curiosos de Raoul mirándole sólo a él y con tanta intensidad. Pero rápidamente, clava su mirada en los labios contrarios a los que se acerca muy lentamente pero sin vacilar. Sus narices se rozan y sus alientos se entremezclan.

Toc Toc.

"Me cago en la puta" maldice Agoney.

"Menos mal" respira hondo Raoul.

- Quién es? -pregunta Agoney sonando más borde de lo que pretendía

- Soy yo, papá y Don Galassia te esperan en el salón -informa Glenda

- Voy -resopla el moreno

La imagen de Raoul aún paralizado y con los labios entreabiertos en busca de un poco de aire para volver a respirar, le sacan una carcajada.

- A la próxima será, pollito -le pasa la mano por la cabeza despeinandolo y dejando un guiño

- No te preocupes -articula Raoul como puede arrancandole otra risa al moreno

- Vienes? -le pregunta con aparente inocencia

- Dónde?

- A la reunión, mi padre va a comunicarle a toda la familia lo que han decidido él y Don Galassia -informa el moreno

- Y puedo ir? -pregunta sorprendido

- Sino te invito yo -se encoge de hombros Agoney

- Me quieres ahí? -pregunta Raoul algo desconcertado

- Te necesito ahí -sentencia sin vacilar Agoney

- Pues vamos

Los dos chicos salen de la habitación y siguen a Glenda hasta la sala donde esperan ya los miembros más importantes de la familia.

- Esto es privado, chico -le dice uno de los miembros cuyo nombre no merece el esfuerzo de recordar a ojos de Raoul

- Le he pedido yo que venga -sentencia Agoney- es muy inteligente y creo que me puede ayudar

- Qué es? Tu abogado? -pregunta entre risas el hombre

- Algo así, sí

- En fin, que pase pero que no moleste -cede el otro

Raoul asiente y acompaña al interior de la habitación al moreno. Alrededor de una mesa redonda esperan la llegada de Glenda y Agoney, así que Raoul se limita a coger una silla y hacerse hueco entre ambos. Pues al final sí que va a parecer un juicio esto... El rubio clava su mirada en la de Nero, esperando deducir algo. Lo único que encuentra es vacío, oscuridad... malas noticias...