Capítulo 30 - Inspiración

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Raoul no se despierta hasta que Agoney no grita su nombre por décima vez, la cabeza no le da tregua y empieza a dolerle hasta respirar. "Queda poco, en nada me van a curar" se da fuerzas mentalmente. Cuando la vista se le acostumbra a la luz, descubre a un sonriente Agoney clavando su mirada en él y se le corta un poco la respiración.

- Qué pasa? -pregunta con una sonrisa tímida el rubio

- Ya casi estamos, chiquitín -el negro mate de los ojos de Agoney se ve invadido por un brillo especial que los hace aún más profundos de lo que ya son. Raoul juraría poder perderse en esos ojos como el que entra en un agujero negro

- En serio? Cuánto queda más o menos?

- Unos pocos kilómetros, en veinte minutos ya estamos -explica el moreno recostandose al lado de Raoul

- Veinte minutos aún? Y por qué me has despertado? -bosteza el rubio antes de cerrar los ojos de nuevo

- Poooorque... son nuestros últimos veinte minutos de libertad absoluta -la mano de Agoney se posa en su cabello y empieza a masajearlo como ya es costumbre- quería besarte, abrazarte y acariciarte a mi gusto hasta la próxima vez que podamos

Raoul abre los ojos de golpe. No había caído en cuenta de eso y ahora dormir le parece que está de más. Con la ayuda de Agoney se incorpora sobre sí mismo y deja el primer beso de muchos que van a repartirse en esos escasos minutos que no van a dudar en dar de sí al máximo posible.

- Eres consciente... -Raoul recibe los labios de Agoney de nuevo- ...de que tu hermana y Roi... -se vuelven a besar- ...no van a parar hasta que les demos detalles... -Agoney atrapa el labio inferior de Raoul propinandole un pequeño mordisco al separarse- ...verdad?

- Que se atrevan a pedirlos -ríe Agoney sobre los labios del rubio- que aquí no somos los únicos que tienen que dar detalles

- A qué te refieres? -alza una ceja el menor

- Nada, da igual -Agoney niega con la cabeza haciendo que su nariz choque con la de Raoul en un tímido beso de esquimal

El resto del trayecto lo pasan entre besos, caricias y gestos que expresan más que cualquier cosa que puedan decirse, porque han llegado a un punto en el que las palabras son insuficientes para abarcar la gran magnitud de sus sentimientos.

- Raoul... -Agoney gime al notar a Raoul profundizar de más un beso en su cuello- Raoul, frena que si queda marca eres el único que me la ha podido hacer

- Decimos que has conocido a alguien -Raoul alza las cejas desafiándole

- Teniendo en cuenta la duración del viaje y el estado del chupetón, eso supondría que estando los dos heridos he parado para liarme con alguien -razona Agoney contradiciendo al menor

- Te parecerá bonito, y yo aquí sufriendo -bromea Raoul haciéndose el ofendido

Agoney empieza a reír sin parar. Y Raoul -con Agoney entrelazando sus manos en su nuca, los ojos achinados de la risa, los mofletes hinchados por la misma razón y su preciosa dentadura al descubierto- por un momento duda haber muerto de verdad y estar en el paraíso.

- Eres taaan bonito... -confiesa Raoul retirándole hacia atrás los rizos que le caen por la frente

- Tú que me ves con buenos ojos -empieza a sonrojarse el moreno

- Es la única forma que hay de verte

- No -ríe Agoney con nerviosismo- no, Dios mío, es la única forma de verme y no parecer un monstruo. Soy un asesino, Raoul, un asesino tiene poco de bonito

Y no sabe si es por la fiebre o porque realmente es una posibilidad que contemplar en su historia, pero Raoul suelta sus pensamientos a bocajarro.

- Déjalo

- Ya sabes que no puedo -resopla el mayor recostandose sobre el cuerpo de Raoul pero sin ejercer demasiada presión

- Por qué no? Lo odias y... -el rubio se frena momentáneamente sin saber si debe jugar la carta que tiene en mente o sería demasiado... pero últimamente se siente más valiente- y me quieres a mí

Al oír sus palabras, Agoney alza su cabeza incrédulo para observar mejor a Raoul, quien ha dejado de ser blanco nuclear para tener el color de los tomates.

- Qué quieres decir?

- Olvídate de la familia, de la mafia y de los asesinatos -le pide Raoul clavando su mirada sin vacilar en la del contrario- olvídate de vivir escondido y de sumarle cicatrices a tu cuerpo, olvídate de todo eso y ven conmigo, donde sea, podemos movernos por todo el mundo como hemos hecho estas semanas... podemos vivir juntos y sin meternos con nadie

- Y de qué vamos a vivir? Y si nos descubren? -pregunta Agoney sacando a la luz los cabos sueltos del plan de Raoul

- Yo llevo toda la vida siendo pobre y sin tener nada, nos la apañaremos

- Y Roi, Raoul? Qué pasará con él? -el moreno sabe que ha dado en el clavo cuando ve el cambio de rostro de Raoul

- No lo había pensado... que se venga

- Entonces estamos muertisimos, Roi es ahora súper importante para dos de las familias de mafiosos más peligrosas de Estados Unidos, no van a dejarle ir sin más -explica Agoney- no pararán de buscarlo hasta encontrarlo, porque lo encontrarían

- Mierda... -maldice Raoul

- Además mi padre no va a quedarse sin heredero y no actuar

- Y tu hermano? Por qué no puede él ser el heredero si tú desapareces?

- Adoro a mi hermano, pero tanto mi padre como yo sabemos que está pirado -explica Agoney- dejarle a él al mando sería enturbiar la familia mucho más de lo que ya lo está. También te digo, la culpa es de mi padre por criarnos como máquinas de matar, alguno de nosotros tenía que salir así...

- Se nos ocurrirá algo, ya verás -afirma con determinación Raoul

- Tú ahora preocupate de que te curen, por favor -Agoney le deja un último beso en la frente antes de ponerse en el asiento del "conductor" del carro para guiar a Carbón los últimos metros

"Tiene que haber alguna forma..." sigue cavilando el rubio. Y entonces, cuando se empiezan a adentrar en los terrenos de los Vanneti, le viene la inspiración divina por la que tanto ha estado clamando. Eso es y de paso mata dos pájaros de un tiro, la venganza. Si Raoul lleva a cabo su venganza, él y Agoney podrían huir juntos sin que nadie les persiga... El problema? Convencer a Agoney de cargarse a casi toda su familia...

91 DAYS (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora