Abrió los ojos, encontrándose nuevamente con aquel techo dorado que vio la otra vez que despertó, aquel que le dio la bienvenida al mundo nuevamente, pero esta vez como un ángel al mando de Lady Gabriel, la única Serafín mujer, su doncella de pelo dorado. Entonces, ¿qué había pasado con la batalla? Su cabeza estaba bastante confusa, con imágenes que apenas comprendía y que no sabía si de verdad habían sucedido. ¿Él se había portado arrogantemente? Era algo extraño, pero a la vez divertido. No podía creer que había hablado y mirado a orgullosamente a un demonio Original, como él mismo se dio a conocer. ¿Tendrían algo que ver con la facción del demonio? Dudaba mucho de ello. Por lo que Dulio le había explicado, dentro de la facción del demonio no había demonios capaces de manejar la Materia Oscura como aquel.
Suspiró, pasando la mano por su rostro e irguiéndose en la misma cama, parpadeando un par de veces.
―¿Lady Gabriel?―llamó a la Serafín, mostrando una sorpresa genuina por ver a la doncella de rizos dorados sentada en la silla al lado de su cama, con un libro entre sus manos de portadas doradas.
Gabriel alzó el rostro de entre las páginas, mirando al Saint recién despierto, mostrando unos ojos confusos. La Serafín dejó el libro y abrazó con fuerza a su [As], dejando caer algunas lágrimas en su hombro, sorprendiendo al rubio de ojos zafiros, que no sabía qué hacer. ¿Debía abrazarla?
Antes de poder mover sus brazos, su señora se movió, manteniendo las manos en los hombros del muchacho y mirándole con ojos cristalinos por las mismas lágrimas que corrían por sus mejillas, empapando el vestido dorado que la rubia llevaba, haciendo que Naruto se sintiera fatal por lo que le había causado a su [Rey] cuando emprendió el vuelo, no midiendo las consecuencias de sus acciones.
―Naruto―murmuró la ángel, abrazando nuevamente al adolescente reencarnado, haciendo que este mismo se sonrojara levemente por la acción de su [Rey], pero incrementando la culpa que el mismo muchacho sentía al ser abrazado por ella―. ¡No lo vuelvas a hacer!
Naruto cerró los ojos azulados, suspirando, envolviendo sus brazos en torno a su [Rey], profundizando el abrazo, sintiendo como las gotas de sus lágrimas, manchaban sus vendas. Oía perfectamente el sollozo de la mujer, sintiéndose cada vez más miserable.
―Siento interrumpir.
Ambos, [Rey] y [As] se separaron, mirando la figura de Michael, el Arcángel a cargo del cielo, mirándoles con una ligera sonrisa.
―Nii-sama...
―Lord Michael―habló el rubio, tragando duro, sabiendo que aquel hombre sin duda lo podría destruir con un movimiento de su mano estando en su estado actual.
Michael, notando que el Saint estaba nervioso, incluso asustado ante su presencia, decidió mostrar una ligera sonrisa tranquilizadora, intentando con ello calmar al muchacho todo lo posible.
―Veo que ya te encuentras mejor. Llevas como dos semanas fuera de escena―dijo del Arcángel, riendo por lo bajo mientras el muchacho se quedaba en shock por lo contado de parte de su líder―. Según nos contó Annabeth, tú te quedaste atrás para evitar que los "Grises" pudieran acabarlos y fuiste allí sin autorización, ¿cierto?
Naruto M. Escanor tragó saliva, mostrando una sonrisa nerviosa ante las palabras de su señor.
―Sí, Lord Michael, es todo cierto. Marché por mi propia cuenta hacia Inglaterra, sabiendo que podría ser sancionado por usted o mi [Rey] por tal movimiento, mas no había tiempo. Sabía que usted tenía una reunión y, cuando oí a unos ángeles hablar de lo sucedido con mi compañera Saint, decidí ponerme en marcha, sabiendo que podría morir, aunque sin saber de estos demonios. ¿Qué son?
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Naruto: El As de Gabriel
FanfictionNo estaba en su agenda ser atravesado, metido entre una disputa de cuervos y murciélagos donde el recibiera la fatal herida, quedando a su merced para perderse en la oscuridad que lo había rodeado. Tampoco estaba en su agenda, que la voz más codicia...