Naruto: El As de Gabriel

Demonio Original

Se movía veloz, evadiendo los movimientos del descendiente de Beelzebub quien lo atacaba fervientemente, buscando algún momento en el que asestar un mero ataque contra él. Maniobró en el aire, evadiendo varios hechizos de parte del sujeto de la Vieja Facción, quedando en el aire, expulsando poder. Estaba envuelto en la Sale Mail, el Balance Breaker de la Divine Dividing, dejando a la vista su poder. Era de color blanco, con las gemas azules reluciendo completamente.

[Divide. Divide. Divide]

Moviendo el brazo derecho, redujo por completo el movimiento de Shalba Beelzebub y con el otro desvió el hechizo haciéndolo desaparecer por completo. Rechinó los dientes y desplegó sus alas poderosas, dejando escapar algo del poder recibido.

"La vieja facción ha hecho su movimiento aprovechándose del propio movimiento de Loki. Diodora se ha desvanecido y no puedo encontrarlo, me temo, pero Shalba esta dispuesto a retenerme aquí por algo".

Detuvo el puño del demonio puro, sintiendo como una honda de choque lo enviaba hacia atrás varios metros. No estaba demasiado sorprendido por el golpe. Naruto en su forma The One los daba aun mucho más poderosamente y con un mero dedo habría dejado al demonio frente a él en el suelo, completamente derrotado.

Dentro del caso se permitió sonreír, sintiendo los afilados ojos de Shalba sobre él, a la vez que los ecos de batalla se oían por todo aquel páramo yermo lleno de colinas y tierra. Por ningún lado había percibido la presencia de Naruto, algo que lo estaba preocupando de más. No quería pensar que la enfermedad se había extendido tanto, impidiéndole poder defenderse.

Entonces se dio cuenta. El sol había desaparecido por completo, dejando sobre sus cabezas un manto negro como la misma noche sin estrellas ni luna.

"Naruto..."

Volvió la atención hacia Shalba, quien preparaba un nuevo movimiento en su contra. Cerró el puño preparándose para lanzarse contra del demonio. Sentía la armadura mucho más ligera.

―Lamento hacer esto, Vali―aseguró Shalba, mostrando aquella pequeña sonrisa que tanto lo irritaba. Concentró más magia en la gema central de la armadura, enfocando sus ojos sobre el miembro de la vieja facción intentando intimidarlo, algo que no parecía surtir el efecto deseado―. Pero has dejado el verdadero camino.

Intentó no reírse de las palabras del Beelzebub, quien parecía demasiado centrado en su discurso político como para notar que el air había cambiado, doblándose levemente ante su presencia. Pudo con sus ojos, ver como una gota escurría por el mentón de su adversario.

―No me interesa saber lo que vas a decir―declaró. Movió los ojos por la zona, esperando ver a Diodora Astaroth por algún lado. Sobre su nuca sentía una extraña picazón, como si algo le avisara de un movimiento de parte del enemigo que no podía ver―. Estoy en el lado adecuado...por esta vez.

Shalba chistó moviendo los brazos al cielo.

―¡Tú abuelo tenía razón! Jamás podrás comprender la verdadera esencia de la Vieja Facción―refunfuñó, apuntándole con el dedo índice. No reculó ante la gesticulación, si no que avanzó un metro mientras las gemas relucían levemente.

―No quiero escucharte, Shalba...

―¡Pues lo harás! Cuando termine contigo, rezaras para volver a nuestro lado pequeño Vali―aseguró el miembro de la vieja facción, comenzando a juntas energía mágica.

Dentro de su armadura, sonrió levemente.

―Porto la Divine Dividing―se jactó, exudando más poder y obligando al Beelzebub hacia atrás, ligeramente sorprendido ante el poder que mostraba. Había dejado de preocuparse por Diodora y decidió tomar a Shalba para destruirlo ahora.