Capitulo 6

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—Bien, terminamos — El chico mencionó eso luego de terminar de vestir a la última de las gemelas con su pijama.

—Me!

Souta se quedó por un momento viendo a Chifuyu, quien levantó la mano como si hubiera pedido la palabra en el salón de clases.

— Bien —Este repitió lento la palabra, más bien si le estuviera enseñado como se pronuncia, en cambio la niña movió los pies distraída y con una risa volvió a hablar:

—Me

El chico miro a Yun a su lado quien trataba de taparse la boca y aguantar decir algo contra esa escena, Souta volvió a Chifuyu para seguir con la "lección"

—Primero di Bi...

— En! — Chifuyu lo detuvo antes de que este terminará la frase. Los ojos de Souta se iluminaron al ver esa señala y levantó el dedo índice para replicar la palabra.

—Bi- en

—Me!

Souta dejo caer sus hombros en forma de rendición, era inútil intentar que hablara, aún así este sintió una pequeña risa provenir de su hermana.

—¿Estas jugando conmigo?

La pequeña tenía sus manos cruzadas sobre su pecho y una expresión de que lo que acaba de hacer era de su mera satisfacción.

—Umu

El chico le dio una palmada en la cabeza y le sonrió para dirigirse afuera de la habitación.

El escenario que se estaba presentando en la sala de la vivienda era algo que había visto mucho últimamente, las dos chicas de aspecto similar discutiendo aunque sea por lo más básico.

Souta bajo la vista a su pantalón al sentir como este estaba siendo abrazado por Yun y tenía un rostro un tanto preocupante y a esta le seguía Chifuyu que no se veía tan asustada, pero se notaba inquieta.

El chico la verdad estaba acostumbrado, incluso ya había decidido no meterse mucho en eso, después de todo salía peor la película.

Aunque ellas dos peleaban por razones tontas o por "falta de poder" sobre la otra.

Insolencia, puede ser un buen término, pero la falta de lugares que tienen esas dos era el responsable.

Saber que eres alguien, y no poder ejercer como tal o el hecho de no tengas a una persona a quien puedas depender.

Si Souta pudiera hacer memoria, si se estaba convirtiendo de una manera más fea a como era él con su hermana mayor.

—¡Ya dejame! — Aoi finalmente sentenció eso en un grito eso mientras cerraba sus ojos y apretaba sus puños en una manera de contener su enojo como la impotencia que estaba sintiendo.

La niña al no recibir alguna respuesta por parte de la chica mayor, levanto dudosa la vista.

Efectivamente ahí aún estaba de pie Sora, tenía una expresión difícil de explicar, más bien lo más fácil que podría acercarse era algo irritada.

—¿So... ra?

La chica se mordio el labio y de manera rápida, antes que la niña volviera a pronunciar otra palabra, Sora levantó la mano la dirigió hacia la mejilla de Aoi.

Una bofetada.

Aoi se tocó la mejilla donde había sido golpeada con una expresión de sorpresa y temor, mientras que a su vez, sus ojos se volvían cristalino y miraba perpleja a Sora.

En cambio está mantenía un rostro de seriedad que no mostraba ningún arrepentimiento alguno.

—¿Mamá...? — Con una voz temblorosa, como si fuese un hilo que se rompería en cualquier momento, la niña sentía como por sus mejillas se derramaban unas lágrimas.

Sora dejó caer levemente sus hombros, pero aún, en verdad no pareciera que fuera ella, en verdad pareciera que estuviera aplicando un castigo severo a un niño. Aoi se veía confundía esta dejó caer sus rodillas y al momento de que estas tocaron el suelo, finalmente la niña dejó salir el sentimiento reprimido y se echo a llorar.

Aoi se levantó mientras intentaba secar sus lágrimas y fue corriendo hacia una de las habitaciones del departamento y cerró la puerta de un golpe.

Entre eso, Sora dejó escapar un leve suspiro casi inexistente

Souta había observado toda la escena y aún así permanecio en blanco, no había momento en que se pudiera intervenir o más bien, no tenía derecho a meterse.

— ¿Que paso? Sora, oye...

El chico guardo silencio repentinamente , este observó como la chica se tambaleo en unos cuantos pasos hacia atrás y perdió el conocimiento.

Souta se acerco de manera rápida hacia Sora para revisar en primera instancia que si se encontraba bien.

—¿Se desmayo? - Un tanto aliviado, el chico se sentó a su lado de manera pensativa, este incluso podía sentir detrás de la puerta los sollozos de Aoi y volvió a ver a la responsable de este llanto, que yacía dormida en el suelo.

La obvia pregunta de qué estaba sucediendo o más bien, que había pasado lo invadían.

—Papá

— Guh...

El chico desvío su vista al par de gemelas que hacía un momento estaban tratando se llamar su atención.

Las dos tenían las mejillas rojas y lágrimas acumuladas en los ojos.

—¡¿Por qué ustedes dos también están llorando !?

Aunque eso era obvio, los niños son fácilmente influidos por los sucesos a su alrededor.

Souta se rasco la sien, después de todo,
el pequeño departamento se había vuelto un escenario de completo caos.

 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora