Capitulo 14

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Souta se quedó por un momento observando la banca vacía del parque, quizás sería algo raro de hacer, pero lo que extrañaba al muchacho era que no estaba "ella"

Todos los días, Souta pasaba a cierta hora por Hotaru para invitarla a comer a su departamento, era una rutina y el acto "fingido" de buen samaritano.

Souta coloco sus manos en el bolsillo, no se iba a cuestionar mucho el hecho de que a esa hora no estaba Hotaru, quizás sólo volvería para la cena, más bien esa es la hora en que él va a recoger a su amiga.

La misión del muchacho era simple, ir a visitar a la persona que en el pasado fue el novio de su hermana mayor, aunque ahora en un cambio de acontecimientos extraños, es el que que se hace cargo de ella y su nueva hermanita.

Si Souta hacia memoria del porqué había tomado esa decisión, además de sentir un tanto de culpa por haberle dejado ese trabajo, fue preocupacion que conllevaba a lo mismo.

Regularmente el hablaba con Hiroshi, sin embargo, las últimas veces este no se veía de lo más bien, solo le hacía recordar la época en que el comenzó a decaer de su cargo.

Souta se detuvo a los pies de un gran edificios y que se veía un tanto nuevo, el muchacho dio un suspiro, si el lo compara con la pequeña casa, si es que la puede llamar así, en la que el vive actualmente, de verdad sería un resultado deprimente.

Souta tocó la puerta una vez llegado a su destino, este observó hacia todos lados, su pudiera ser honesto si se veía un tanto nervioso.

Aunque los ladridos de un perro lo despertaron de sus pensamientos, como también el sonido de la puerta abriéndose, esta reveló a un hombre joven un tanto despeinado y una notoria cara de cansancio.

— Eres tu...

— ¿Buenas tardes? — Aun nervioso, el muchacho dudo en saludar de esa manera, aun así el joven adulto asintió levemente mientras le permitía la entrada.

Souta en primer medida fue "atacado" por un corgi que comenzó a dar vueltas a su alrededor y se lanzaba a sus pies.

—Él es Hoshi — Menciono con poco interés Hiroshi, mientras miraba al perro como si le diera una orden para que se detuviera.

El cachorro soltó un ladrido y fue salió corriendo hacia el interior del departamento mientras tomaba uno de los tantos juguetes que estaban repartidos por el suelo.

Si bien, Souta quería preguntar por las dos pequeñas bebés que viven junto con el joven adulto, aunque no se veía rastro de ellas.

—Hiroshi...

El dueño de hogar se dio media vuelta y miró al inseguro Souta para tratar de hacerle una sonrisa algo forzada.

Souta conocía esa expresión, aunque si de hace mucho que no la veía.

Desde que su hermana se convirtió en una niña, antes de eso Chifuyu normalmente la solía a hacer para ocultar problemas, o defender la inocencia del joven Souta.

El muchacho desvío rápidamente la mirada ante la incomodidad, y antes de que esté se atreviera a volver a hablar, escucho la respuesta a su pregunta.

El llanto de unas niñas, aúnque si no duró mucho.

— Despertaron... —Con un tono de agotado, Hiroshi habló mientras dejaba escapar su cansancio.

—¿No iras?

Hiroshi negó con la cabeza, algo que había aprendido eran las manías de esas dos, el hecho de estar solas las asustan, luego que ven que está su gemela se detienen rápidamente y comienzan a hacer de las suyas.

Difinitivamente Yun y Chifuyu no serían nada sin la otra.

Souta al ver esa respuesta tan seca por parte del adulto, de inmediato volteo su vista a la puerta del cuarto de donde se había escuchado a las pequeñas niñas.

— No niego que quizás las conozcas más que yo... pero..

Hiroshi observó al muchacho y como de una débil faceta y temerosa había comenzado a demostrar determinacion.

Lo que estuvo esperando que sucediera todo el tiempo en que se involucró de más.

— Chico ¿Recuerdas lo que te dije cuando me llegue en ese entonces a Yun?

El chico bajo la vista — Que era el hermano de ella.

—¿ Y ahora que harás?

El chico apretó los dientes y sólo se limitó caminar a esa puerta, mientras sentía como Hiroshi le seguía.

Souta se quedó paralizado una vez dentro del cuarto y observando el closet de la habitación, este levantó la vista al sentir las infantiles risas de dos pequeñas.

En lo alto del closet se encontraban el par de gemela riendo en unísono, la pregunta que debería hacerse era el como llegaron allí, pero con solo observar el estado de la habitación era suficiente.

Las dos niñas habían usado los cajones del mueble como escaleras, en difinitiva, por más inteligentes o "maduras" que fueran, ellas no median el peligro.

Más bien, ahora observaban de manera burlona a su hermano y se reían entre ellas.

— ¿Qué están haciendo? —Preguntó la voz un tanto grave, pero aún juvenil.

Las dos bebés sonrieron al notar a su tutor.

Hiroshi en cambio con ese acto no se veía muy sorprendido por el acto de travesuras de las gemelas, eso ya era una rutina, la manera en que esas dos bebés juegan era algo que superan todos los límites en su ingenio.

Si cualquier persona externas las viera no sería extraño que quizás las considerarán incluso unas genios o simplemente en menor medidas hiperactivas.

— ¿Qué harás Souta? — El adolescente se volteo al adulto, recién al ver eso pudo entender las palabras de Hiroshi sobre si sería capaz de seguir el ritmo de las bebés.

—Me haré cargo de mi familia — Confesó con orgullo y un amable sonrisa el muchacho.

 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora