Capítulo 44.

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— Ahora que lo pienso, ustedes no juegan mucho con esos juguetes...  —  Viendo como eran las mismas bebés quienes recogían todo, Souta finalmente se detuvo a admirar como había terminado la limpieza de la casa.

Yun y Chii miraron la caja recién ordenada con la supuesta forma de diversión y negaron con la cabeza en forma de No, en si no era que tenían muchos juguetes, pero tampoco eran menores.

Por no decir que se nota que en ese apartamento viven niños pequeños, y más de un pie lastimado ha salido por culpa de eso.

Los juguetes también son armas.

Aunque hablando de esas armas que se les da a los pequeños humanos, la mayoría de la casa, eran para juego compartido o tener que comprar dos juguetes iguales para evitar peleas. Pese a que las pequeñas hermanas se lleven bien, aún discuten, pelean, y por supuesto se quitan las cosas, algo que ha ido en aumento últimamente.

O se aman, o se odian.

Cosa que antes iba más para el amor...

Souta ya había oído eso por parte de las profesoras de la guardería de ese cambio hace unos días atrás, Sora también se lo dijo. Pero, nunca le tomó importancia hasta que le está tocando vivirlo.

Los niños cambian mucho y en poco tiempo.

Chii se quedó viendo la caja y luego terminó de poner el último bloque en ella, quizás ya había caído en la cuenta del engaño de Souta, sobre " jugar a dejar el suelo limpio"

Aunque, era tarde para haberse dado cuenta de eso.

— Juguete bebés — Yun  inflando el pecho con orgullo, difinitiva, para ella no es una pequeña, tenía cierto ego

¿Desde cuando le dio por eso?

Souta no se iba a poner a discutir contra la menor de las gemelas, que crea lo que quiera a esta altura. Pero en algo tenía razón Yun, técnicamente, si, son juguetes para bebés, que van acorde con la edad que aparentan, los tiernos dos años, sin embargo, el muchacho sabía que quizás no iban bien con su mente, algo de que como piensan por completo es un misterio y una delgada línea de la duda, pero a nivel motriz... era a lo que era claro que estaba acorde,  el problema era que se aburrían al poco rato.

— Pero los peluches también son de bebés — Comentando de manera casual, el adolescente luego se percató del error que cometió.

"Ay" — fue lo único que alcanzó a pensar el pobre de Souta.

— Kuma, no — Grito Yun

—Pen Pen, no  — La que no suele hablar también lo expreso su punto.

Souta suspiro, y dejo salir una sonrisa  ante la idea de que el oso y el pingüino de peluche eran inmunes a esa acusación.

Aunque pronto eso se borraría de su rostro

— Ya veo, ya veo, así que es indiferente esa ley para ellas... — Como pensamiento en voz alta, el muchacho solo se rindió en lidiar con ello.

El par de gemelas no reaccionó explícitamente al comentario, solo atinaron a verse y tener una "conversación" de las raras que solo ellas se entienden, no se veía que fuera una buena después de que cada una inflara las mejillas molestas, acto seguido, cada una observo el muñeco que andaba cargando la otra.

— Penpen de Yun — Yun se acerco a la otra intentando quitarle el pingüino a Chii quien solo se acerco el muñeco a su cuerpo.

— Nu, mioh — Añadió la mayor.

— ¡De Yun!

— Kuma, Chii — Esta sin soltar el pingüino fue a reclamar por el oso, haciendo que Yun retrocediera y le sacará la lengua.

 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora