Capítulo 24.5

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—¿Podrías dejar de  hacer eso? — Pregunto amablemente Souta, mientras levantaba la vista para tratar de ver a la personita que cargaba sobre sus hombros.

Aunque la respuesta a esa pregunta fue sumamente obvia, al volver a sentir como era golpeado nuevamente en la cabeza. 

—No— Finalmente la pequeña niña sentenció, mientras continuaba golpeando la cabeza de su hermano como modo de entretenimiento.

Souta suspiro, quizás sea su "castigo" por haberse llevado a Chifuyu contra su voluntad o haber dejado sola a Yun con Sora.

— ¿A dónde quieres ir?

La niña se detuvo de golpe y bajo la vista mientras inclinaba la cabeza y dejaba escapar un "¿Eh?"

— Ver en pueblo donde creciste ¿No es mala idea? 

Chifuyu no reacciono como lo esperaba con eso y dejo salir un puchero junto con un — Buuu

—¿ Nada? — Souta en si se estaba esforzando, aunque ya quera culpa de la bebé que no ayudaba y pareciera que iba a hacer un berrinche si la siguen "molestando"

— Si tienes algo, solo dilo — El chico  saco a la niña de sus hombros y la coloco frente a él, mientras la sujetaba por las axilas, aunque en ese momento la pequeña solo se dedicaba a tratar de darle una patada al muchacho mientras balanceaba sus piernas en el aire.

Finalmente Chifuyu hizo un puchero y miro hacia otro lado— No.

Una palabra que últimamente usa mucho más allá de los típicos balbuceos (a pesar de saber hablar) y más aun si se trata de de decir algo concreto, el "No" gana por defecto.

Nuevamente la influencia que provoca su estado físico, con el mental. ¿Una edad de rebeldía?, bueno eso dicen sobre los dos años, de ahí su nombre "los terribles dos"

Souta dejó caer sus hombros, el plan no iba bien, a pesar de que este cambio en el momento que tomó a Chifuyu.

Aunque decirle que "No" a Souta fue para llevarle la contraria, solo porque si, sentía que era entretenido en cierto modo hacerlo.  Pero si se pone a pensar en su propuesta, no era nada mal  a decir verdad ella en el pasado se había comprometido a venir todos los años, solo para visitar a las verdaderas personas que la acogieron.

— Mama ...papá

El chico bajo la cabeza y asintió levemente, mientras también volvía a poner a la pequeña sobre sus hombros para comenzar el recorrido hacia donde descansan esas dos personas. 

No quedaba lejos, el pueblo en ya era pequeño, y por más que el chico le ofreció a Chifuyu caminar, esta se negó, hasta ma entrada del cementerio, al señalar en dirección a una amigable anciana que con un quitasol, estaba sentada vendiendo sus productos fúnebres.

— F'ore

El chico asintió y solo compró un ramito de flores multicolores, y continuó ahora  caminando de la mano con la bebé.

—Pobrecitos — La anciana se tocó la mejilla, mientras miraba como los dos jóvenes se iban, no sea extraño que pensara que habían perdido a sus padres o abuelos, ya que ver a dos menores por esos lugares era extraño.

Chifuyu al escuchar lo que le dijo la anciana, a pesar de no tener ni la más mala intención del mundo, solo deprimió más el ambiente ¿porque la gente siente pena de esa forma?

Si bien, ya había sido el aniversario de la defunción de esas dos personas que descansan en donde la lápida señala la familia que tiene el nombre del apellido de ambos.

 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora