Capítulo 64

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Una extraña niña de cabello desordenado suspiro mientras observaba hacia donde estaba su "compañera" del último tiempo, la niña ladeo la cabeza y se encogió de hombros, mientras se tocaba el pecho con duda y en pasos tambaleantes para llegar a su compañera que se veía de lo mas relajada viendo como el cielo se estaba poniendo tiñendo las sobrias nubes de un encantador color anaranjado.

La pequeña se veía un sentimiento de incertidumbre en sus movimientos.

— ¿Qué pasa Akko? — La chica que estaba sentada bajo un árbol se restrego su ojo con somnoliencia mientras veía a la dudosa niña de unos siete años.

— Hota...

Akko, pronunció el nombre de la chica que solo suspiraba.

Si pensarán en su relación, era simple, Akko "arruinó su vida" ella era la que concedió los deseos de todos esa noche de estrellas fugaces ... y la razón por la que "esta sola"  Akko era la hija de una persona de una supuesta leyenda que contaba como una diosa que vivía en la Luna, y por una promesa con su amado cumplían los deseos de la gente.

Una leyenda ambigua, no decía nada que "Esa Diosa y el humano" tuvieron una hija o que las estrellas era una fachada olvidada.

Pese a eso, Akko se entrometio, cumplió deseos que mas parecen una maldición y sus padres le dijeron que debe arreglar su error.

El verdadero error ahora es por más fantasioso y sobrenatural que se escuche, Akko solo era una niña que se quedó esperando que sus padres volvieran.

— ¿Por qué no verás a Akemi?

Para la sorpresa de la chica, la joven niña mencióno a "esa persona" y que era parte de su "maldición" en primer lugar, Hotaru bajo la cabeza, el deseo que le fue concedido, solo provocó que perdiera a su mejor amiga, en un eterno sueño.

Pese a eso, Hotaru no respondió y solo volvió a mirar al cielo — Ya vendría siendo hora de que te lleve al refugio...

Con un vago intento de desviar el tema, la mayor vio como su vista fue interrumpida por la sobrenatural niña que coloco sus manos sobre su cadera molesta — Hota... dijo que ayudara en deseos... Akemi también.

— Creo, que aunque pudieras remediar esas maldiciones...— Sin ánimo alguno a la petición de la niña, la joven había caído en una cuenta de los otros perjudicados.

El grupo de Souta, en su momento le hicieron compañía hasta conocer a Akko o saber la verdadera naturaleza de esa niña.  Lo cierto es que hace ya meses que no se ha involucrado con ellos, mas alla de "vigilarlos" para cumplir con el objetivo de su joven compañera.

—Para ellos ya es tarde... Remediarlo sería solo mas sufrimiento digo yo.

— ¿Ellos? — Akko inclino la cabeza al no terminar de compreder, aun asi se sentó al lado de Hotaru y cruzó los brazos mientras meditaba por unos segundos, luego de haber dado con la respuesta, golpeo su mano.

— ¿Podre volver con mamá y papá?

En el todo no hay error en la analogía de Akko, el mayor grupo de esas maldiciones eran ellos, aunque aun queda un detalle para ellos, aunque la relación entre esas "familia" pedía de un hilo.

Entre las maldiciones, quedaban Hotaru con Akemi que fue una peculiar y la olvidada de Rin, que es la mas antigua y la que no concuerda con el tiempo.

" Yo no fui... Mamá fue"

En su momento, Akko dijo eso, y Hotaru tampoco conoce de verdad a Rin para saber mas alla de ello.

Lo único, ella está feliz con su nueva vida y de lo que se arrepintió en su vieja familia, Souta la ayudo a enfrentar y decir la verdad a sus hermanos hace ya tiempo.

O eso escucho cuando el muchacho le comento de dicha existencia.

— ¿Solo debo curar a Hota? — Tras meditarlo, Akko llegó a esa conclusión.

Pese a que Souta con sus hermanitas cambiaran su relación, se veían ya acostumbrados, e inclusive más felices que desde el comienzo del deseo.
Sora con su hija, parecen hermanas y eso va más porque pese a tener noción de los roles originales, ninguna recuerda como era antes.

¿Eso estará bien? ¿Ignorarlo?

— Puede que si...solo quedaríamos nosotras... — Hotaru asintió observando a la infante,  mientras se refería a su amiga que técnicamente esta en un coma.

La maldición que comenzó con un " pensar igual" termino con una controlando a la otra hasta un agotamiento psicológico y pérdida de identidad para otra.

Hotaru lo único que le queda de Akemi, son la mezcla de sus sueños con la realidad, de cierta forma sus mentes siguen unidad cumpliendo ese peculiar deseo "piensan igual, si se sienten igual y ven lo mismo"

A la larga, es molesto.

— Hota... Hota dijo que sería la "sirviente" de Akko...que ayudará — Akko mencióno aquello sin estar convencida, a la larga era un plan cruel.

— " Las luciérnagas son las estrellas de la tierra" — Con una referencia a su propio nombre, Hotaru, había dicho eso hace uk tiempo atras.

Las estrellas, solo eran los sirvientes de la supuesta madre de Akko, la diosa que reside en la luna para ver a su amado una vez al año.

— Si Hota se va con Akko ... Akemi no tiene "deseo"

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Aqui Shinnobu, para informar... Que esta historia le queda poco para terminar ~

 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora