Capítulo 30.5

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—Ya llegue—  El chico cerró la puerta, mientras comenzaba a sacarse los zapatos e ingresar al cuarto principal del pequeños departamento.

Sora se veía un tanto preocupada, mientras mecia a una bebé, quien se mantenía apoyada en el hombro de su "mama"  la pequeña niña en su momento dejo caer el chupón que estaba usando.

— Ten — Souta recogió el chupón, y observo a la niña un tanto extrañado, lo raro era que ella estuviera usando ese aparato , si Souta no se confunde, sabe que ella no suele usar tal cosa.

— ¿Esa es Yun? — El chico se acercó y para librar a su novia de la infante.

La pequeña niña no protestó y solo aceptó el hecho de que fue cambiada de brazos, el chico notó que Yun estaba sudando y un tanto roja, y respirando con dificultad, mientras trataba de ponerse el dedo en la boca al no tener el chupete.

— Si, cuando la fui a buscar tenía algo de fiebre.

El chico se movió un poco para acomodar a Yun,  quien se había comenzado a quejar un poco.

— Chii, pon las manos así — Aoi quien tenía la misión de entretener a la otra bebé, quien ya no se veía muy interesada en eso y se estaba tambaleándose un poco.

Aoi frunció el ceño al notar lo extraña que se veía la pequeña y que de repente comenzó a toser un poco y finalmente se dejó caer en el tatami mientras se frotaba los ojos.

Souta y Sora al ver eso se miraron entre si,  a decir verdad tenían cierta noción de que quizás la niñas se le enfermarian tarde o temprano al comenzar la guardería.

Aunque ya parecía chiste, no pensaron que fuera tan en cadena el hecho que se enfermaran ambas gemelas a la vez.

Los dos adolescentes sí bien compraron de antemano un jarabe para darles a las niñas que entre llantos y del desagrado por el medicamentos. 

— Me iré a dormir, con ellas igual — Sora con esfuerzo tomo a las dos niñas quien seguía llorando y retorciéndose por el malestar — Aoi, también deberías ir a dormir.

La chica antes de entrar a la habitación, está le pego el ojo a niña, quien asintió de manera obediente y se disponía a hacer caso, hasta que Souta la detuvo .

— Así, ten  aunque...— Souta se acerco a la niña quien estaba apunto de irse a dormir, y señaló que este le entregara su mano.

La niña hizo caso y colocó la mano para ver como este le entregaba algo.

— Esto es todo lo que tengo ... — Souta se encogió de hombros, mientras solo podía observar como la niña miraba sin ánimos las escasas moneda que estaban sobre su mano.

Aún así, Aoi apretó el dinero y sonrió a Souta — Esta bien así, gracias.

 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora