Capítulo 22

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La anciana en verdad había llegado a una conclusión apresurada, ciertamente era una mera suposición, aunque no es difícil de juzgar, después de todo, además que tanto su hija como nieta estuvieron "desaparecidas" por un tiempo.

En si,  su nieta había vuelto, sana y salva,  sin decir nada de su paradero, pero tampoco mencino lo que le sucedió a su madre.

La mujer mayor, con solo ver a una chiquilla de aspecto similar a su hija y con rasgos de su nieta.

¿Quizad solo sea la ilusión de saber lo que le sucedió en verdad?

Aunque las sospechas de la mujer estaban en lo correcto, y eso se podía comprobar simplemente por el lenguaje corporal que estaba mostrado la adolescente no solo al verla, si no que lo ultimo dicho por la mujer fue la gota que rebalzo el vaso.

—¿Eres Yozora?

—...Yo ... — Su voz fue entrecortada, las palabras, simplemente no lograban salir, esta había comenzó a mostrar tanto nerviosismo como entrar en un lapsus de desesperación, de solo querer huir de ese lugar.

Aoi comenzó a tirar de la mano de la señora — ¿vamos? ¿cómo va a ser mi mamá?

Era una buena manera de decirle a la señora que está hablando cosas imposibles, sin decir que estuviera loca, la abuela comenzó a seguir a su nieta, aún así no despegaba la vista de Sora.

Era predecible, que esta se quedó aún con la sensación de que ella si podría ser, esa tal persona

—Mamá.

Sora miró a Chifuyu que estaba haciendo lo mismo, de tirar la ropa de la chica, mientras sus ojos se ponían ciertamente vidriosos, como si la misma angustia le estuviera afectando.

Sora trató de calmarse y colocó una mano sobre su pecho, mientras recogía las bolsa sin ánimo alguno y tomaba a la pequeña niña que la acompañaba.

En ningún momento esta pronunció alguna palabra, solo se dedicó a paso lento para llegar a la casa en la que se estaba hospedado.

Souta que aun tenían a Yun pegado a él por lo ocurrido en la tarde, observo como había llegado Sora con la cabeza agachas mientras cargaba a Chifuyu que también se veía en un estado algo lamentable. Era evidente que esta había estado llorando. 

—¿Sora?

Aún así no recibió respuesta de esta, y solo pudo ver como la chica comenzaba a temblar.

Souta se acercó a ella y la tomó de los hombros —¿Que pasa? ¿Estas bien? Sora

La chica solo dio un paso hacia atrás, y estiró los brazos para entregarle al chico la bebé que esta andaba cargando.

Souta miró desconcertado ese acto, y vio a Chifuyu como si esta le fuera a dar una clase de respuesta.

Si bien el chico aceptó a la bebé, lo que pasó segundos después fue otro golpe.

La chica frente a él, se relajó y se dejó caer al suelo, mejor dicho se acababa de desmayar. 

Souta quedó paralizado y tragó saliva, de manera un tanto calmada, dejó a Chifuyu en el suelo, junto con Yun.

Y temeroso se acercó a su novia, si bien podía escuchar la respiración de esta, se notaba agitada y la expresión de la chica era claramente una de sufrimiento.

Ya no sería la primera vez que le pasa eso a Sora, de desmayarse, Souta tomo un respiro hondo, lo esencial era no entrar en pánico, eso nunca le trajo nada bueno.

Este solo atino a tomar a la chica en el típico "modo princesa" aunque eso no se veía para nada romántico, el muchacho miró el rostro de esta y finalmente llegó a una habitación para ponerla sobre uno de los futones.

— No pareciera que tuviera algo....— Aunque Souta no era prácticamente un médico, no podía decir con certeza que pasaba o si de verdad estaba bien.

—¿Mamá bie'?

El chico miró al par de gemelas y se levantó.

— Solo dejemosla descansar .

Si bien era para no asustar a las niñas, ni el mismo estaba seguro de que esas palabras fueran verdad, aún así no podría demostrar su preocupación, o solo se volvería más deprimente el ambiente.

Con la intención de que las niñas se "relajaran"  Una tarea solo lo estresa más, pero ayudo a ese par de gemelas a olvidarse un poco del mal rato. 

Depues del baño, y estar envuelta en una toalla, Yun tomo el talco y lo comenzó a sacudir dejando caer ma supuesta "nieve" por todo el futon. Chifuyu por su lado, tomaba una y otra vez los pañales para lanzarlos y que el lacayo de su hermano tuviera que ir por ellos.

Ese fue en gran medida la entretención que tuvieron ambas y el infierno del chico por no poder cuidar de las dos a la vez en el mero hecho siquiera de cambiarlas y luego ponerlas a dormir.

— Yo soy el que quiere llorar — En voz baja, el chico dejo caer sus hombros, definitivamente el no seria capaz de cuidar de sus dos hermanitas sólo.

Las gemelas al escuchar eso, detuvieron sus quejas y dejaron de moverse, para permitirle al chico continuar con el trabajo que implicaba cuidar de un bebé.

Quizás el chico si no les pretaba mucha atención a como ellas suelen tener ciertos cambios en su actuar.

La psicología de ese par es un misterio.

Aún así algo que nunca han perdido, ya sea por su edad o por que son dos, es no soportar ver a ese chico triste. 

El chico iba a continuar con ponerles el pijama, cuando estas se sentaron y hacían señas para que el muchacho se acercara.

Souta suspiro, no estaba muy interesado en jugar con ellas, por no decir que ya deberían estar durmiendo.

Yun hizo un puchero y se acercó a Souta, solo para poder posar su mano sobre la cabeza de este, y acariciarlo.

Chifuyu en cambio solo atinó a abrazarlo 

En definitiva era como si ambas les dijeran a su modo "todo esta bien"


 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora