Epílogo (1)

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El chico bostezo mientras sentía una calidad brisa, junto con el desolador y agobiante sonido de las cigarras y la alta temperatura, dejaban al descubierto la época del año en que se encontraban

El joven sonrió de oreja a oreja al ver el correo que acaba de llegar, para luego simplemente suspira y tocase la cien con una ironía. - Alegrarme así porque aceptaron la compra de una casa.

El joven iba a emprender nuevamente la marcha, el salir del banco al haber obtenido tener el crédito de la casa que estaba en su mira, solo era un paso para lo que en verdad quería tras haber pasado tres años desde aquel día.

" Siento que envejeci de un momento a otro...Alegrarme por una deuda "

♦️♦️♦️

- ¿Otra vez estas dibujando? - Una niña de unos seis años, rubia de cabello un poco mas largo de los hombros, la niña se veía contenta al hacercarse a otra pequeña de su misma edad, esta que se encontraba bajo la sombra de un árbol con un cuaderno en mano.

Aun así, esa niña rubia cabizbaja, la infante se veía muy parecida a la energética niña que le hablaba, sin embargo, su cabello estaba por debajo de los hombros la miró de reojo y luego volvió a lo suyo, de mover el lápiz y trazar sobre el cuaderno que se apoyaba sobre sus rodillas.

Yun hizo un puchero y suspiro, era más típico que esa niña se quedara dibujando en eo patio, no había que culparla, no es que hay mucho que hacer en esas circunstancias, después de todo, pasar la tarde en una escuela "after school" no era el mejor de los panoramas, y mucho menos si las vacaciones están a la puerta.

- ¿Crees que vendrán a buscarnos antes?

La niña hizo una mueca molesta por la antipática respuesta de su hermana, aun así ella sonrió con malicia al centrar su vista en el objeto que haría que por fin la asocial infante le prestará atención, su plan era simple y solo consistía en acercarse a su hermana.

Y quitarle el lápiz.

- Ahu... ¡Oye! ¡Yun damelo! - Inmediatamente cuando la herramienta de su diversión fue arrebatada, molesta la niña artista.

Yun sonrió por su vil acto, finalmente había sido tomada en cuenta por esa persona que si se mira de cerca, prácticamente podrían decir que son la copia una de la otra.

Gemelas podría ser un término sencillo y "real" para describir a cierto parecido idéntico, pese a que las circunstancias del par, eso seria una falacia.

- Es el deber del mayor molestar al menor.. En este caso tu - Recordando algo que le suele decir otra persona que vive en su hogar y la excusa perfecta para ganar las dichas batallas "fraternales"

Chii, que era el apodo que había ganado esa niña, quien se veía que esa respuesta no convencia a nadie -Agu...Eso no calza... ¡yo he vivido más!

- Dices eso, pero Chii aún balbucea - Con un tono de burla, Yun sonrió y coloco sus manos sobre la cadera con confianza.

Chii de inmediato se sonrojo y se cubrió la boca, el ataque de la "hermana mayor" había sido completamente efectivo. - Eso... no es balbuceo... solo...

Yun se comenzó a reír, no había excusa, solo era una manía de la niña, pero se podría decir que son conscientes de aquel origen extraño, y es lo mismo que hace curioso lo diferentes que son en su personalidad pese a que fueron "la misma persona" aunque eso también tenía una pilleria.

El trauma en la niñez tiene repercusión en la vida adulta, de una forma u otra.

- De todos modos, yo soy mayor...- Chii trato de argumentar la infinitivo y repetitiva pelea que tenían las dos, en plan como cualquier hermanos para acabar en voz baja su mejor arma - yo si fui adulta

Yun suspiro, se sentó al lado de Chii y se apoyo en su hombro mientras tomaba el cuaderno de dibujos y lo ojeaba - Pero Chii no recuerda.

Chii hizo un puchero, no podría contra eso, tiene razón, solo sabe que lo fue, tanto por lo que le contaron su hermano, Sora y Aoi.
Ademas de conocidos, como Rin o el "tío" Hiroshi, que mayormente se convierte en burlas o bromas de lo diferente e irónico que es como cambio Chii.

Y como también influencia como la han estado criando. Tanto Chii como Yun.


-

Yo voto porque Yun es mayor.

Una voz externa, se añadió a la conversación, una voz joven de una chica de alrededor de 13 u 14 años, la chica sonrió y se coloco de cuclillas frente al par.

- ¡Aoi! - Las gemelas mencionaron en unísono el nombre de aquella muchacha, llegando al punto de olvidar completamente de lo que se estaban peleando.

- ¿Otra vez están hablando de eso? - Como si ya fuera el tema mas obvio y recurrente de ellas cuando discuten, el intentar poner una "autoridad" entre las dos.

Las niñas asintieron a la vez, ignorando el hecho de que haya sido Aoi quien fue a recogerlas, las dos se apegaron a ella para darle un abrazo y haciendo que esta también cayera al suelo.

- Uhh....- Aoi miró al par quien solo se seguieron apoyándo en su "hermana mayor" sin embargo, eso también es una mentira, el hablar de la relación familiar sería un tema complejo.

Igual de complejo de como había comenzado ese "juego de la casita *

- Veamos ~ yo recuerdo que ambas eran un dolor de cabeza... A no, aun lo son... - Aoi mencióno lo último al sentir como una de las niñas se colocaba en su espalda para quitarle la mini coleta y luego despeinarla para el juego de la otra.

- Pero a decir, Yun es mayor... Si tomamos de que tú viviste mas, Chii... Tu eras como un bebé desde que empezaron a crecer... Y Yun al menos podía hablar y darse a entender... Era gracioso como perseguias a Yun en todo.

Era claro que Chii ya había sido mas que avergonzaba, mientras que Yun sólo se jactaba de ganar la misma batalla otra vez.

Aoi tras ver la relación de las niñas, que en realidad no saben que la que manda ahi es ella, si es por quien es la mayor de las hermanas o quien hace lo de la otra, Aoi gana rotundamente.

Quizás no compartan sangre, sean todos jóvenes, quizás falte algunas veces y discutan por lo mismo.

Aoi suspiro, ella no había decidido como terminó unida la gente que vive con ella, por el momento, solo un juramento de palabra los mantiene juntos y una relación imperfecta de su madre con el hermano de esas gemelas.

A la larga suena extraño, para el resto del mundo, es imposible que esa persona cuatro años mayor sea su madre, pero aún así, le impuso una familia.

Por un deseo que fue su culpa, volver a su madre una niña.

Eso sonaba a un mal chiste, que en ese entonces lo fue.

Un chiste de mal gusto que trajo amargura en Aoi, no le podías pedir a dos chicos que supieran como tratar con la frustración de una niña que extrañaba a su madre, y la mejor manera de demostrar era rebeldía.

Aoi se levantó para la sorpresa de las gemelas y se limpio la ropa - ¿Que tal si ponemos en marcha el plan de Souta?

Las dos niñas sonrieron y se levantaron de golpe, mientras iban a buscar sus cosas y volvían con la muchacha de ahora, primer año de escuela secundaria.

Aoi alrededor de los años, había comprendido una cosa, y lo que antes Sora y Souta dijeron que era un juego de casita, paso de ser una palabra de aliento a un hecho con un origen peculiar, lo que hacía auténtico eso, fue lo imperfecto que llego a ser.

"La sangre hace parientes, el amor crea familias"

 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora