Capitulo 10

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Con una mirada un tanto melancólica una chica estaba dejando las horas pasar, mientras veía el constante movimiento que había en un parque, niños que llegaban y jugaban, eran regalados, o se lastimaban, luego se iban.

— Aquí estoy — Declaró la niña con una sonrisa — Esa niña llegó con esa frase al parque y no se fue, esa pequeña siempre llegaba y se quedaba ahí.

Hotaru miro a la pequeña de pies a cabeza, una niña con rasgos peculiares, pero lo llamativo de esta era como traía colgando un cordel alrededor del cuello simulando in collar para así sujetar una tarjeta.

"Soy Akko, Si me encuentras llama a este número...."

—Akko— De manera de llamar la atención de la niña Hotaru, mencionó eso, sin embargo, algo estaba extraño o era que en verdad su relación se había vuelto bastante cercana.

Akko hizo un puchero y exclamó —¡Atsuko! Mamá me dio ese nombre.

Hotaru se quedó paralizada ante la repentina respuesta dada por la niña que jugaba con sus pies, haciendo que estos se columpiaran al no poder llegar al suelo.

— ¿Y donde está tu mamá ?— Quizas era una pregunta un tanto insensible considerando que la niña vive en un orfanato, pero aún así, de manera momentánea la adolescente no pudo evitar.

—¡En la luna! Mamá cumple los deseo... — Akko en ese instante se cubrió la boca y movió si cabeza de izquierda a derecha, tratando de negar sus propias palabras.

Hotaru en cambio se vio claramente confundída, era obvio que podría decir que era una extraña perspectiva infantil y llegar a una simple conclusión.

— Entonces, ¿Tu mamá esta en el cielo?

Akko asintió dudosa con la cabeza y luego tomó la mano de Hotaru.

— Mamá dejó a Akko sola.

Hotaru miro hacia el cielo, no fue algo que debió haber preguntado, más bien eso solo hizo que su pecho apretara, una sensación de lástima, por otro lado la noche estaba llegando y ella más bien debió haber ido a dejar hace mucho rato a Akko a su "casa" si es que se le puede llamar así.

—Hota. Akko no quiere ir a casa —Como si supiera que estaba pensando, la niña dejó en claro su demanda. Hotaru ladeo de un lado a otro la cabeza, no es como si estuviera pensando en ello, solo que ver los ojos suplicante de la niña que la primera vez se veía tan inexpresiva llegaba a ser extraño.

Hotaru se levantó de la famosa banca donde solía pasar sus tardes y ofreció su mano a Akko.

Está la aceptó sin decir mucho y ambas comenzaron a caminar deprisa junto con el alumbramiento de los faroles.

— ¿Hota vive aquí?

Hotaru asintió con la cabeza, lo más increíble de todo, era que aún pudiera usar el dormitorio de estudiante.

Un cuarto pequeño, aunque era uno compartido para dos, después de todo, ella solía vivir aquí junto con su mejor amiga, Akemi.

Akko se sentó en una cama y comenzó a rebotar sobre ella, algo tan simple era divertido para la niña.

— Me cambiaré, así que espera un momento.

La pequeña asintió y continuó con su juego en la cama, era extraño como es que solo por una suave cama había tan feliz o se había vuelto el juguete perfecto

Hotaru sonrió levemente al ver la sonrisa de su invitada y continuó con desvestirse y cambiarse la ropa, algo en eso estaba mal, ella prácticamente secuestro a la niña, algo que podría hacer era llamar al número de la tarjeta que anda trayendo la niña al cuello.

Aunque también hay riesgo en eso, peor es nada, una vez que ella se termino de vestir, iba a continuar con su nueva prioridad.

— Akko, dejame ver el... collar

Akko por un momento se quedó en blanco, su expresión de diversión cambió drásticamente y tomó la tarjeta que está solía traer para ocultarla debajo de su playera.

—¡No! Se llevarán a Akko.

Un pensamiento normal, más bien, ella no debería estar aquí, la niña miro había el cielo por medio de una ventana y dejó escapar un respiro.

Sin duda, ya se había vuelto extraño.

— Hotaru... yo... lo siento.

—¿Qué ?

Está estaba de pie con las manos en su espalda, no había nada de malo en eso, sin embargo, ya sea por una alusiónacion o en verdad estuviera pasando, la pequeña infante estaba trasmitiendo un aire distinto.

—Akko...

La niña miro a Hotaru un tanto apenada y se acerco lentamente a esta como si tratada de tocarla.

— No odies a Akemi.

La adolescente ya había pensado muchas veces que la pequeña que está en su casa era extraña, que con decir que ella era capaz de detener un "ataque de esquizofrenia" como lo hizo cuando casi la atropellan o que simplemente desde que pasa tiempo con ella, las alucinaciones habían ido disminuyendo.

Hotaru dio un paso hacia atrás sin dejar que la niña la tocará, esta simplemente la miro extrañada y luego vio su mano con cierta tristeza y luego señaló a Hotaru.

Está se quedó mirando por unos instantes a la niña, hasta que de manera repentina comenzó a sentirse un tanto adormecida, su visión se volvía cada vez más negra, y finalmente cayó al piso como si el cansancio se apoderada de ella completamente.

Hotaru levantó por última vez la vista a la niña quien tenía una expresión de una persona llena de tristeza y temor, en un murmullo, Akko confesó su sentir.

— No quiero desaparecer...

 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora