Capítulo 56

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El niño, de unos trece años, de cabello negro y rostro fruncido se metió las manos al bolsillo mientras chasqueaba la lengua y evitaba observar a la directora que apoyaba las manos sobre el escritorio en total seriedad.

- ¡Otra vez has estado de vago, Tarou!.

El niño suspiro y se cruzó de brazos para remarcar aun mas rebeldía - ¿Qué importa? No tengo nada que hacer.

La señora al escuchar eso sonrió ligeramente para la sorpresa del preadolecente, quien de inmediato se incorporó de forma recta al escuchar como la puerta principal era abierta.

- Ya la traje - La recién llegada joven quien estaba sujetando a una pequeña niña de rasgos extranjeros, quien se intentó esconder detrás de la muchacha.
Tarou inclino la cabeza dudoso, mientras veía que la niña mas pequeña se apegaba con fuerza a la joven cuidadora del orfanato.

- Te presento a Yukiko, tiene tres años - Indicando a la extraña niña, como si esta fuera a saludar, la infante solo se quedó viendo el suelo con la mirada en el suelo, con un suspiro la manda más del lugar suspiro al ver como el chico no le estaba tomando mucho atención al drama.

El joven asintió sin interés, no importaba a que iba el tema, él haría lo que sea para mantenerse indiferente.

- Yuki quedó huérfana hace unos meses... y ella bueno...

- Que novedad... - Tarou susurro, era predecible considerando que el sitio en donde se encuentran, el problema era "¿que tengo que ver yo en esto? "

La señora mayor finalmente se levantó de su asiento y se acerco a la pequeña niña quien dio un sobresalto y soltó un extraño ruido.

- Tarou, hazte cargo de ella.

El muchacho de trece años abrió los ojos impactado, este se levantó de golpe dejando caer la silla en la que se encontraba y se dio un golpe al pecho

- ¡¿Que esta diciendo?! ¡HAY GENTE PARA ESO! ¡NO ES MI TAREA! ¡HACER DE NIÑERA, NO!

La señora suspiro y se rasco la cabeza, dar información de mas solo espantaria al potencial cuidador, hacerse cargo de niños con problemas era una molestia.

- Necesita que la vigilen siempre... Tiene cierta condición...

Para Tarou la tranquila niña se veía completamente normal, lo único extraño era que estuviera completamente callada y apegada a la cuidadora.

Pero solo debe ser por miedo, o eso supuso el preadolecente.

- ¿Tarou? ¿Recuerdas la regla de este orfanato?

- Todos ayudan entre todos.

-¿El castigo? - Con cierto tono duro, la señora continuó su manipulación, no era severo, pero para vivir "solo" ser castigo es una gran forma de crear aislamiento con los mismos niños.

- Además, tampoco haces nada, estas de vago y huyes de las clases, tampoco estudias, no se donde andas metido.

Tarou bajo la cabeza y observo a la niña quien se mantenía completamente ajena a la situación, a decir, la calma y tranquilidad que demuestra era anormal. El joven se percató de algo en ese entonces, que debería ser fácil de cuidar.

- Vale, lo haré.

La señora sonrió, de cierto modo también era una forma de tener vigilado al preadolecente, simplemente dos pájaros de un tiro.

♦️♦️♦️

El joven suspiro tan pronto terminó la psudo junta con la "manda más"

 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora