Capítulo 51

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El chico bostezo y cabeceó un poco, finalmente se apoyo en el mesón al no haber cliente en la tienda, pudo darse el lujo de relajarse por un momento.

- ¿Otra vez hiciste doble turno?

El joven universitario levantó levemente la vista para ver a su compañero de trabajo y asintió - Sí, no queda de otra.

El muchacho de cabello castaño con rizos, de unos veinte tres años, hizo una mueca al recibir tan ambigua respuesta. Este volvió a ver de mala gana al chico quien tenía unas ojeras por la sobrexigencia laboral.

— No entiendo como siendo estudiante lograrás ese trato en un trabajo de medio tiempo , pero tampoco veo la necesidad...

Sato suspiro y observo a su compañero laboral, alguien que ha estado en su vida hace un par de meses, pero aún asi a ganado un cierto voto de confianza, largar horas con él a un lado y cierta necesidad de desahogo, fue lo que terminó de convencer al joven Sato — Kei, a decir verdad, esto lo hago como un compromiso....

Kei, como fue llamado, por el cambio de aire en la atmósfera colocada por el joven, con una expresión de seriedad y haciendo un pequeño silencio. El joven se rasco la nuca, quizás no sería lo apropiado preguntar y meterse en asustó ajenos, sin embargo, Sato se notaba algo abatido y superado — ¿Y es tan importante, como para tanto sacrificio y esfuerzo ?

— Voy a ser padre.

Kei se quedó un tanto paralizado, no creyó que le contará como si nada su situación, era claro que necesitaba decirlo. Este tomo un poco de aire, no pensaba que fuera esa la razón, aun asi sonrió y se acerco a Sato para darle una palmada en la espalda

— Felicidades.

Sato se quedó viendo a su compañero laboral un tanto shockeado, este sintió cierto dolor en la garganta

— ¡¿Espera?! — Alejándose un poco por la repentina reacción, Kei vio al joven quien a pesar de estar sonriendo se notaba como las lágrimas estaban cayendo, mientras este trataba de secarlas de manera vaga con sus mangas.

—¿Estas bien? ¿Tan malo es? Lo siento — Un tanto arrepentido por eso, el superior, solo bajo los hombros.

— No, es eso — Tratando de evitar las lágrimas, Sato se relajo un poco — Nadie había dicho esas palabras "Felicidades"

Kei desvío la mirada y suspiro, no era de extrañar, generalmente se espera que alguien que aun está estudiando, sea solo eso, un estudiante.

Que haga una vida primero para mantener a otro.

— ¡Gracias Kei!

Por unas simple palabra, Sato recupero tan de golpe la fuerza, se veía feliz ¿cuanta gente le habrá dicho que es una equivocación?

Aun asi Kei dejo escapar algo de aire, no diría que ese niño es un error, pero solo admirar la fortaleza del joven por tratar de salir adelante contra todos los que le dijeron que ese niño no debiera existir.

— Cuenta conmigo.

♦️♦️♦️

Sato se detuvo a la entrada de la habitación y se toco el pecho, ya había esperado y preparado durante nueve meses pera este momento, aun asi no se sentía capaz, este pensó el día en que se entero de la noticia

"No podría seguir viviendo sabiendo que alguien de falta"

Esas palabras lo ayudaron a autoconvercerse hace mucho tiempo, pero aun sentía como su corazón latía con fuerza, tomo un último aliento y finalmente cruzó el umbral de la puerta.

Lo primero que se fijo en su retina, fue ver a la muchacha rubia acostada sobre la cama del hospital, con un pequeño bebé en brazos, Ellie al sentir la presencia del chico que se detuvo en la puerta, sonrió algo cansada pero aún asi se notaba un tanto aliviada.

— Mira, llegó papá

Aunque sonaba un tanto estúpido decirle eso a un bebé quien sw encontraba profundamente dormido la mayor parte del tiempo.

El muchacho asintió un tanto extrañado por como fue llamado, y trago saliva, tratando de no temblar, este camino hasta la cama donde se encontraba su pareja y asustado le dio un pequeño beso.

— Enserio... Esta aquí— Fijo la vista hacia donde estaba la niña que acaba de llegar al mundo.

— Parece un mono.

Ellie desvío la mirada rápidamente y trato de no reír para no moverse mucho.

— ¿Sucede algo? — Pregunto asustado Sato

— Pensé lo mismo cuando la vi.

Aunque haya dicho eso como primer comentario, de alguna manera no podía dejar de ver a la lactante. Como algo tan pequeño puede transmitir esa paz.

—¿Disculpen, ya han pensado en un nombre? — Una enfermera se detuvo en medio de la habitación con una libreta en la mano, este movió unas cuántas hojas sin ponerle atención a los primerizos pares — Es necesario para el papeleo de la bebé.

La pareja de jóvenes padres se miraron entre sí y luego a su pequeña personita que cambió sus vidas. Ambos estaban de acuerdo, que el primer nombre que pensaron ya no le vendría, por no decir que creyeron que sería niño.

La enfermera al ver cómo ambos no reaccionaron a eso, solo suspiro, como si fuera algo típico de su trabajo  — Les daré un tiempo más para pensar — Le enfermera comento eso, mientras se retiraba de la habitación.

Ambos quedaron completamente en silencio, no importaba cuanto miraran a la recién nacida, ya sea paea pensar en un nombre o simplemente asimilar que esta aquí, la razón

Ellie observo la ventana, en manera de pensar un buen nombre para la pequeña bebé que sostenía en sus brazos — Sato, mira.

El chico levantó la vista y la dirigío hacia donde su pareja apuntaba, finalmente ese frío dia de diciembre había tomado algo de sentido ante sus ojos, ver los copos de nieve cayendo, más parecían que eran pequeñas luces descendiendo del cielo.

Sato vio nuevamente a su bebé y sacó su una hoja de papel de su bolsillo y un lápiz para escribir los caracteres del idioma japonés "Yukiko"

— ¿Que te aparece este? — Sato le entrego la hoja a la cansada muchacha, quien hizo una mueca y una expresión complicada.

—¿Niña de las Nieve? —Finalmente Ellie concluyó esa frase.

Sato se rio un poco por como la chica leyo los caracteres, no debía extrañarse, pues no es de su idioma materno, el ahora joven padre replicó :

— Yuki

 Mi Pequeña Hermana Mayor Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora