Y, de nuevo, como cada Viernes por la noche, Eleven y Will se encontraban mirando una película en la sala, era de terror y estaban a las 9 de la noche por lo cual sus cuerpos tiritaban un poco.
De pronto, el teléfono comenzó a sonar haciendo que se asusten. Sus respiraciones se agitaron por un momento pero el alivio no tardó en rozar su cuerpo al darse cuenta de que era simplemente un teléfono.
─¿Tienes miedo?─preguntó Will en tono bajo y poniendo la voz más rasposa y gruesa.
Esto con intención de asustar a Eleven, ella rió levemente, nerviosa.
─¿Tú tienes miedo?─el castaño negó con una sonrisa juguetona, aunque en el fondo seguramente estaba más aterrado que El ─Entonces ve a atender.
─Bien.
Se quitó la cobija que los cubría abrazadoramente a ambos para luego pararse, el teléfono no había dejado de sonar y los nervios aumentaron. Y a modo tortuga, como si supiera que algo malo iba a pasar, Will caminó hasta el sonido.
Descolgó el aparato colocándoselo en el oído.
─¿Si? ¿casa de los Byers?─pronunció el con un ligero tartamudeo.
La pequeña risa burlona de El se escuchó haciendo que Will sonriera, ahora el miedo se le estaba quitando de poco a poco. Eso era algo que Eleven lograba conseguir en el, que se olvidara un poco de el mundo para prestarle atención a ella, por supuesto no era algo que hacia intencionalmente.
Todo estaba en Will.
─Hola, Will, ¿cómo está todo en casa?─esa era la voz de Jonathan, que al parecer estaba conteniendo algún tipo de emoción, porque su voz era queda.
─Va bien, estamos a mitad de la película. No molestes.─pidió con fastidio.
─Creo que te tendrás que aguantar un poco.─rió por lo que Will dedujo que esa emoción era el entusiasmo.
─¿Qué? ¿por qué lo dices?
Se escuchó como tocaron la puerta repetidamente, casi insistiendo, Will entró en pánico por un momento, pero si algo aterrador estaba detrás de esa puerta debía mostrar valentía frente a Eleven, al fin de cuentas era la chica que el amaba.
Soltó el teléfono y fue directo a la puerta, El se puso a su lado, alerta, su mirada demostraba un tanto de miedo porque ya no tenía sus poderes para protegerse, y por lo mismo Will hizo que se colocara justo a sus espaldas, por su bien. Con decisión abrió la puerta esperando lo peor, al verlos abrió la boca asombrado mientras sus hombros se relajaban.
Los que se encontraban ahí eran sus amigos: Max, Lucas y Mike.
─¡Chicos!─exclamaron ambos con entusiasmo, de manera veloz se lanzaron a abrazarlos.
─¿Qué hacen aquí?─preguntó El sin quitar esa sonrisa gigante.
─Nuestros padres nos dejaron pasar algunas semanas con ustedes.─habló Lucas con una clara ilusión en el rostro, todos la tenían de hecho.
─Eso es increíble.─manifestó Will con una sonrisa entusiasta. Luego frunció el ceño y buscó con la vista a el integrante que faltaba ─Un minuto, ¿dónde está Dustin?
─Ah, se fue a ese campamento con Suzie de nuevo.─contó Max ─Lo ha hecho los últimos veranos, ¿para qué preguntas?
─Pensé que sería...─guardó silencio al notar como Eleven no paraba de mirar con una sonrisa boba a Mike, de hecho el la miraba igual ─diferente.
Una punzada en el pecho se hizo presente en Will, siempre era así cuando los veía juntos o cuando mostraban el cariño que sentían el uno por el otro. Ya habían pasado dos años desde que comenzó a sentir cosas por ella y la sensación no desaparecía, por más que se repetía a si mismo las cosas por las cual jamás podrían estar juntos, su amor era irrompible.
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Algo inevitable [Wileven]-TERMINADA
FanfictionEsto es un fanfic de lo que pasa cuando Will y Eleven se van del pueblo junto con Joyce y Jonathan (osea el final de la 3ra temporada de Stranger Things) Will no conocía mucho a Eleven al inicio de la mudanza, jamás hicieron contacto, o al menos no...