Nada a cambiado.
Por más que yo lo quise, por mucho que fumé y fumé para llenarme de valor terminé por retractarme a los segundos ¿tan cobarde se puede llegar a ser?
Hace unos días yo y Will habíamos hablado, quedamos en que fue un error, nalgo pasajero, el sigue tratando de superar lo de Valentina y yo tengo a Mike, cada quien por su lado. El problema es que me siento tan mal cada vez que es lindo conmigo, o me besa, incluso cuando tenemos sexo, la culpa está matándome.
-¿En qué tanto piensas, querida?-escuché la voz de Mauricio pasando a mi lado con unas cajas de algo, eso me hizo salir de mis pensamientos como si de un trance se tratase.
Me di cuenta de que no me encontraba en mi casa acostada en mi cama, sino en el trabajo, sentada en la silla de mi escritorio intentando escribir el reporte entero sobre el choque que hubo hace un rato. Casi me doy una bofetada mental, si quiero la aprobación de el jefe tengo que entregarlo exageradamente bien hecho y yo no llevo ni la mitad.
-A veces me odio.-delaté con una mueca frustrada una vez el dejó las cajas con el otro montón.
-Me pasa igual.
-¿Te odias?-cuestioné recargándome en mi asiento.
-No, también te odio.-se acercó para sacudir mi cabello mientras reía, luego siguió con su trabajo de las cajas.
Sonreí volviendo a mi computadora. Mauricio era el único amigo que tenía en el trabajo, por lo general no había muchas mujeres en este servicio y las únicas que si se encontraban en un sector muy alejado del mío.
-¿Has tenido que ocultarle algo a tu pareja?-dije de pronto, tal vez el pueda ayudarme.
Dejó de hacer lo que hacía para prestarme atención, entrecerró los ojos examinándome completa, luego puso cara de pato y negó con la cabeza.
-¿Qué hiciste, niña?
***
Después de una plática intensa con Mauricio, me convenció totalmente de que debo de decir la verdad sea cual sea el resultado.
Por eso, sé qué hoy es el día, estoy llegando a mi apartamento con la mente fría, calculando y midiendo cada una de las palabras que diré, todo tiene que salir a la perfección para que no termine en una ruptura segura. El debe de comprender mi punto y yo no me debo de molestar por su reacción. Tomé aire un par de veces y me limpié las manos sudorosas.
Mente fría, Eleven, mente fría.
Al por fin girar el pomo y abrir la puerta, una música suave pero movida inundó mis oidos por completo, fruncí el ceño buscando a Mike con la mirada. Alta fue mi sorpresa al encontrarlo riendo a carcajadas en la sala... con Will.
Abrí los ojos como platos por la escena que estaba justo frente a mi ¿qué rayos hacían juntos? ¿por qué? Dios, esto está muy mal, ellos no deberían ni hablarse, ¿desde cuando se ven sin mi presente? ¿Cuándo recuperaron esa amistad de hace años?
Ellos se dieron cuenta de mi presencia y me miraron, Mike con una sonrisa pero Will parecía igual de nervioso que yo. No deberías, maldito, nadie te manda a hablarle a Mike.
-Hola, El.-me saludó el de cabello rizado sonriente.
-Hola.-dije a secas.
Ya que nada más nos observábamos en silencio mi mejor opción fue irme, a la mierda mi plan de contarle todo a Mike, no podía hacerlo con Will presente. Me quité el abrigo y lo colgué en el perchero, dejando al descubierto mi pantalón negro pegado junto con una blusa sin tirantes del mismo color.
-Iré a cocinar algo, ¿peticiones?-pregunté con una sonrisa fingida, esperando que respondieran y así irme.
-Ensalada de pollo.-me dijo Mike, yo asentí dándole una mirada rápida a Will.
-Yo estoy bien así.
No insistí más y me aventuré a la cocina. Una vez estuve fuera de su vista comencé a transpirar desesperada, tal vez Will le cuente todo, oh no, quizá el no sería capaz. Estoy que los nervios me consumen, hay miles de probabilidades donde yo termino llorando en el piso porque el me acaba de dejar.
Apreté mis puños intentando recuperar la normalidad de mi respiración, con estos comportamientos yo sola me terminaré delatando. Comencé a preparar lo que Mike me dijo, pero noté que las manos me temblaban un poco.
No puedo más con esta presión.
***
Todo lo que restó de la tarde me la pasé encerrada en la habitación, escuchando de lejos las risas de aquellos dos, fingí que todo estaba bien cerca de ellos pero en realidad todos mis miedos están saliendo a flote. Creo que me acabo de quedar sin uñas de tanto que las mordí.
Me levanté de mi cama para pasar a mi tocador color blanco, ahí se encontraban muchas fotos de ambos, pero tomé entre mis manos mi favorita.
Ese día había sido muy lindo, fue en Hawkins, esa foto la tomó la madre de Mike justo antes de iniciar una guerra de bolas de nieve. La pegué a mi pecho con una mueca, no quiero que toda mi historia con el desaparezca, no quiero que el y yo nos separemos jamás.
Lo amo de una manera... una manera que no se como explicar.
-¡¿Qué?!-el grito que pegó Mike desde afuera me hizo saltar, luego de eso se escuchó romperse algo de vidrio. Rogué porque no fuera mi florero favorito.
Salí de la habitación apurada para encontrarme con a Mike muy molesto, Will en el suelo con el labio sangrando y mi florero amarillo hecho pedazos en el piso. Fruncí el ceño exaltándome.
Fui corriendo a ver si Will estaba bien, luego miré al ruloso confundida.
-¿Qué pasó?-pregunté sin entender nada, Will se levantó del piso y yo junto con el.
-Pasa que me volviste a engañar con el mismo, Eleven.-la cólera estaba cargada en su voz, eso me hizo temblar.
Mierda... ¿cómo fue que lo supo?
LaEscritoraPerrona
¿Listos para lo que se viene? Sinceramente yo no :(
Ah, y me he dado cuenta que en estos episodios nunca se dice si Mike tiene empleo o no, y queda como un holgazán que vive de Eleven, pero en realidad el es doctor privado y da muy pocas consultas a la semana pero cobra muuuuchooooo. Digo, era un pinche nerd a los 13, ¿que esperaban?
Voten y comenten si les gustó.
ESTÁS LEYENDO
Algo inevitable [Wileven]-TERMINADA
FanficEsto es un fanfic de lo que pasa cuando Will y Eleven se van del pueblo junto con Joyce y Jonathan (osea el final de la 3ra temporada de Stranger Things) Will no conocía mucho a Eleven al inicio de la mudanza, jamás hicieron contacto, o al menos no...