Trigésimo: "No te gustaría oír lo que pienso" [T2]

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Eleven POV's

Demonios.

¿Por qué sigo pensando en eso? Yo fui la que se fue sin dar explicación, la que no quiso arreglar las cosas y prefirió ser cobarde.

Mierda, el hizo su vida y yo hice la mía, incluso volví con Mike. Hace años que no pensaba en Will, y sigo teniendo esta extraña sensación en el pecho que no se va.

Sacudí mi cabeza sacando la rubia y perfecta cabellera de esa chica Valentina de mis pensamientos. Me paré de mi sofá individual apagando el cigarro en la mesa que se encontraba frente a mi.

Dirigí mis pasos al teléfono de pared, marqué los números de Mike impaciente. Me lo coloqué en la oreja pero mi siquiera sonó, de hecho no se escuchaba nada.

Fruncí las cejas viéndolo, me di cuenta de que ni siquiera estaba enchufado, bufé rodando los ojos. Ni de chiste iba a hacerlo ahorita, que flojera.

-Maldito bueno para nada.-insulté al teléfono como estúpida, sabiendo que prácticamente me encontraba hablando sola.

Salí del departamento para tocar el que estaba justo en frente de mi, a los segundos salió Valentina. No pude negar que era muy hermosa, y la sonrisa que me dio no era falsa, mas jirón amable.

Eso me fastidió un poco, ¿se podía ser tan perfecta?

-¿Puedo ayudarte en algo?-estúpida de mierda, también es simpática.

Coloqué una sonrisa, mas falsa que el tinte negro que me coloqué hace unos días en el pelo.

-¿Sí eres tan amable de prestarme tu teléfono? El mío parece estar averiado.-ella abrió por completo la puerta para dejarme pasar.

-Claro, está en la pared cerca de la cocina.

Si será retrasada, todos los malditos apartamentos son iguales.

Sin decir absolutamente nada me dirigí a el lugar, en la mesa de la cocina se encontraba Will. Creo que los tomé a mitad de la cena.

-Jane.-me saludó con una sonrisa -¿Qué haces aquí?

-Vine a usar tu teléfono, sólo será unos minutos.

No dijo nada y me permitió marcar los dígitos, sonó un par de veces hasta que por fin tomó la llamada.

-¿Bueno? ¿quién habla?-su tonito a la defensiva me causo gracia.

-Tranquilo, soy yo.-contesté en una risa.

-Oh, por fin de dignaste a llamar, ¿qué has estado haciendo todo éste tiempo? Dijiste que llamabas a las 5:00 p.m.

-Se me fue el tiempo ordenando las cosas,-y pensando en la boda cercana de Will -sí estuvieras aquí no te estarías preocupando por mi.

Lo oí reír, sentí un cosquilleo en mi estomago. Su risa era tan varonil y sentirla en mi oído me calentaba un poco, mordí mi labio inferior.

-Yo sé, yo sé. Hoy mismo tomó el primer autobús hacía allá.-tronó besos sobre su teléfono -Espérame dierpierta, ¿quieres? Lo primero que quiero hacer es devorarte, hace semanas que no te veo.

Reí soltando una carcajada.

-Sabes como soy, Michael.-reí nuevamente -Me voy a quedar dormida.

-Pues te despierto a besos.-sentí mis mejillas sonrojarse -Te amo, El.

-Yo también te amo.

-Nos vemos en unas horas.

Colgué soltando una leve risilla de niña de secundaria, al ver que Will y Valentina me miraban desde la mesa con las cejas levantadas aparté la vista avergonzada.

Maldito cable de mi teléfono.

-¿Volviste con Mike?-soltó Will sorprendido, sentí la vista de la rubia aquella sobre nosotros.

-Así es.-asentí.

-¿Cuándo?-lo miré con duda ¿por qué el repentino interés? El se dio cuenta y se aclaró la garganta, casi me reí -Digo, pensé que después de la última vez no volverías a caer.

-¿Qué se supone que significa eso, William?-ahora mi tono era de reproche.

¿Acaso en estaba juzgando? Yo tuve que aprender a perdonar, el cambió por completo junto conmigo, no eramos los mismos adolescentes inmaduros.

-No te molestes, es sólo lo que pienso.

-No te gustaría oír lo que pienso sobre tus nuevas...-observé a Valentina de reojo -relaciones.

-No te voy a permi...

-Cállate, niño zombie.

El me miró anonadado y un tanto molesto por el apodo, yo lo ignoré escapando de la habitación. Apenas estaba por cruzar la puerta de la casa cuando escuché la voz de Valentina.

-¿Niño zombie?-cuestionó confundida -¿Por qué permites que te hable así, cariño?

-Porque es una infantil, tal como lo recuerdo, inmadura y enojona. No sirve de nada meterse con personas así.

¿Eso...? ¿Eso era la que pensaba Will de mi? Mierda, que se pudra.

Ni quien quiera su amistad después de todos estos años, estuve bien sin el y lo estaré ahora. Sólo le hablé porque me ofrecieron un gran trabajo en este pueblo y no quería cruzarmelo y que las cosas fueran incomodas.

Pero bueno, el se lo buscó.

***

Abrí los ojos aun agotada, la luz de la ventana me pegó directo a los ojos. Intenté rapar el rostro con la cobija que me di cuenta de que algo lo estaba aplastando.

Ahí es cuando voltee a mi lado y me encontré con Mike, en un profundo sueño.

Sonreí un poco burlona, sabía que el no iba a poder levantarme, ni con besos. Me coloqué a horcajadas de el quitándome mi blusa.

Comencé a colocar besos en su pecho desnudo, subí hasta su cuello y le dejé unos cuantos chupetones que terminaron por despertarlo.

-Buenos días.-murmuré en un mini canto, mordí su oreja y el rió.

-Muy buenos diría yo.-contestó, rápidamente me cambió de posición colocándome debajo de el.

Me besó causando electricidad en todo mi cuerpo.

-Te extrañé tanto.-admití sintiendo como se llevaba a su boca uno de mis pechos, era la gloria.

Jadee encantada con la sensación.

-Yo mucho más.

Su erección rozó con mi entrepierna logrando un gemido de mi parte.

La puerta sonó parando todo, fruncimos el ceño casi al instante.

-¿Quién podría ser a esta hora?-dijo Mike dejándose caer a mi lado de espaldas.

-No lo sé.-contesté levantando mi cuerpo de aquella cama, pero a los segundos volví a ella para darle un beso en los labios y apretar su miembro por encima del pantalón.

Eso causó un gruñido de el, sonreí poniéndome solo un brasier e ir a la puerta.

-Hola.-me saludó Will con una media sonrisa, al ver la única prenda que usaba en la parte de arriba giró la vista un poco incomodo.

-¿Qué pasa?-solté de mala gana recordando lo de ayer.

-Quería, ya sabes, pedirte disculpas, por lo de anoche.-todo eso me lo dijo mirando el techo -¿Podrías ponerte ropa?

-No, Will, estoy en mi departamento, que yo pago con el dinero que me gano, tengo el derecho de andar aquí como me venga en...

Mis palabras quedaron en el aire al sentir sus labios sobre los míos.

LaEscritoraPerrona

¿Qué pasará?

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Algo inevitable [Wileven]-TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora