Cuadragésimo primero: "Estoy justo frente a ti" [T2]

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La siguiente media hora me la pasé recogiendo absolutamente toda la casa, creo que rompí un maldito récor porque cuando por fin terminé me di cuenta de que quedó más limpia que cuando nos mudamos. De golpe y sin previo aviso Eleven volvió a mi mente por otros segundos, el pecho se me hizo pesado tan siquiera de imaginarla besándose o haciéndolo con Will... ese maldito.

Removí mi cabeza e intenté centrarme en nada más que sacar la mugre de mi cuerpo. Ósea bañándome.

Justo cuando todo estaba listo y limpio, cuando yo me encontraba ya cambiado, perfumado y sin señales de haber llorado por días enteros, tocaron la puerta principal. Mi corazón latió muy rápido y miré a Lucas, el me dijo que fuera a abrir. Tomé aire y abrí la puerta, fingí la mejor cara de sorpresa que pude al ver a mis hermanas y mis padres.

─¡Sorpresa!─me gritaron entusiasmados.

─Demonios, ¿qué hacen aquí?─les abrí por completo para que pasaran.

Al ver a mi hermana mayor entrar de la mano con Jonathan fruncí las cejas. ¿Qué hacía aquí? Mierda, no quiero a un Byers en mi casa, pero no puedo simplemente decirle que se vaya, es pareja de Nancy.

Aparte... el no es culpable de que su hermano sea un hijo de puta. Okey, me calmo, no pasa nada.

─Quisimos venir a navidad con ustedes.─me dijo mi padre dándome una brazo corto, luego se puso cómodo en el sofa ─Espero no estemos molestando.

Quise responder con un "obvio no, todo bien", pero mamá, como siempre, habló por mi.

─Claro que no los molestamos, somos familia ¿qué no?─asentí con una pequeña sonrisa ─Por cierto, ¿dónde está Jane? No la veo.

Y aquí viene, mierda, no pensé en una buena mentira. Pasé saliva un tanto nervioso, voltee a ver a Nancy y descubrí que me miraba con el ceño frunciudo, dudando de mi comportamiento, Jonathan a su lado estaba dándole un vistazo a mi apartamento, al igual que Holly. Esa pequeña rubia siempre ha sido una curiosa (por no decir metiche) desde el momento en que supo hablar.

─Ella está enfrente,─se apresuró a hablar Lucas por mi, salvándome de la posible vergüenza con toda mi familia ─con Max. Hablando con los vecinos.

─Ah,─soltó mi madre entendiendo ─pues alguien dígale que venga porque quiero platicar con ella sobre lo que haremos en Navidad y Año nuevo.

¿También se quedarán año nuevo? Mierda, ¿cómo les diré que Eleven no puede venir a la casa por qué me fue infiel? No quiero pasar año nuevo con ella, ni Navidad.

─Yo lo haré.─dijo de nuevo Lucas.

Se fue casi corriendo de el departamento. No puedo decirle a mis familiares la verdad, seré recordado por el que le fueron infiel, no aguantaré otro rechazo u otra derrota. Pero tampoco quiero ver a El, estoy seguro de que querré besarla y decirle que ya lo olvidé todo, que volvamos a estar juntos, que la extraño, que la perdono... Pero se supone que ella es quien me debe de buscar.

Llámenme orgulloso, pero ella fue la que me puso el cuerno, no yo.

Pasaron unos minutos, casi 15, por un momento comencé a dudar de que no la iba a convencer de venir y fingir que todo estaba bien entre nosotros, pero mientras le contaba a Holly algunas lecciones de vida me quedé totalmente callado al verla pasar la puerta. Hace rato estaba enojado que no pude apreciarla bien, pero estaba muy hermosa, más de lo normal.

Lucía una blusa amarilla de tirantes que resaltaba muy bien sus curvas, un short 5 dedos arriba de la rodilla color negro. Su cara y manos parecían estar manchadas de algo azul, tal vez pintura. Nuestras vistas chocaron, sentí la necesidad de mojarme los labios y así lo hice, mi mirada pasó a su lado, ahi estaba parado Will como un fiel perro cuidando a su dueña.

─Will, ¿qué haces aquí?─preguntó Jonathan a mis espaldas. Eso era exactamente lo que quería saber yo, mi madre llamó a Eleven no a el.

─Vivo enfrente.─se acercó a su hermano chocando su hombro con el mío intencionalmente, pero nadie lo notó ─Que bueno verte.

Se abrazaron pero ni siquiera voltee a verlos, el enojo de nuevo entró en mi ser y apreté los puños aguantando el no soltarle un puñetazo y gritarle que se fuera de mi casa.

Eleven no me dijo nada, comenzó a hablar con mi madre sobre muchas cosas que preferí ignorar. Mientras no me delate todo esta bien, Nancy abrió una conversación para Jonathan, Will, Max, Lucas y yo para que dijéramos algo para variar. Papá y Holly se habían ido a dar un paseo por ahi.

Cada vez que Will me miraba o por accidente cruzábamos miradas mis ganas de golpearlo aumentaban.

─¿Y qué hablaban tu, Max e Eleven?─cuestionó Jonathan recargándose en el sofa.

─Oh, de nada...─me volteó a ver y sonrió de lado ─infidelidades.

Apreté la mandibula al igual que los puños, solté aire sonriendo cínicamente.

─Ah, entonces hablaban de Valentina ¿no?─solté sin pensar en nada ni nadie ─¿Recuerdas? La mujer que te avergonzó enfrente de toda la maldita iglesia.

Ahora el imitó lo que hice hace rato, sonreí de lado sabiendo que de alguna manera lo había afectado. Nancy y Jonathan escuchaban y veían atentos.

─Sí, claro, pero lo bueno de eso fue que Eleven me consoló por casi toda la noche.─se acercó a mi para que escuchara sus palabras ─Una buena amiga ¿no crees?

Me paré de mi asiento seguido por el.

─Voy a matarte, Byers.─ahora las cosas se habían calentado.

─Pues adelante, estoy justo frente a ti.─me dio un empujón en el pecho haciéndome retroceder unos pasos. Eso fue lo que inició nuestra pelea.

Me lancé encima de el soltándole puñetazos en la cara, el me golpeaba las costillas. A nuestro alrededor nos estaban intentando separar confundidos por nuestro comportamiento. De un modo u otro terminé debajo de Will, sus mano se dirigieron directamente a mi cara y pecho, llegó un momento donde escupí sangre. Apreté mi puño lo más fuerte que pude, lo levanté aterrizándolo justo en su nariz.

Fue tanta la fuerza que lo mandó directo al piso, ahi ya pudieron separarnos. El golpe lo había dejado un poco aturdido, pero bien merecido se lo tiene.

─Will, Will, ¿estás bien?─mientras Lucas me sostenía de los brazos Eleven corría a socorrer a ese inepto.

Mis celos ardieron en mi cabeza y garganta, sentía mis ojos quemarse. Hubo un momento en que no lo soporté, me solté de un solo salto de el moreno detrás de mi y dirigí mi caminar a ella.

─¡Eres una zorra!

Se giró a mi aun en el piso, al ver esos grandes ojos cafes mi enojo desapareció y me di cuenta de lo que había dicho. Quería disculparme, pero las palabras no me salían. La habitación se había quedado en un silencio sepulcral horrible, me sentí como el peor ser humano de todo el mundo, de nuevo.

Ella se levantó para encararme, los labios me temblaron.

─Gracias por recordármelo, Mike, de verdad que sí.─ayudó a Will a pararse ─Y que bueno que lo sepas, porque ahora me podré acostar con Will las veces que quiera sin necesidad de preguntarme si lo sabes o no.

Cruzó la puerta junto con Will cerrándola de un portazo, mi pecho se quedó sin aliento y dolió, dolió demasiado.

─Eres un idiota.─me dijo Max yéndose también.

─A una mujer no se le insulta, viejo.─continuó Lucas siguiéndola.

Y, la escoria humana se había quedado completamente sola de nuevo. Y lo digo porque hasta Nancy se fue con Jonathan y mis padres tomaron el primer tren de regreso a Hawkins junto a Holly.

La verguanza de la familia, eso soy.

LaEscritoraPerrona

Estoy debatiéndome entre amar a Mike incondicionalmente o irme a disfrutar la acción que tendrán Eleven y Will en el siguiente episodio. Ña, haré las dos.

Voten y comenten si les gustó. Pds: Me dolió la columna #INTENSO

Algo inevitable [Wileven]-TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora