Segundo episodio: "¿Te pongo nerviosa, El?"

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Eleven no supo que decir, su rostro se tornó rojizo por la vergüenza. Mike se levantó de ella un tanto incómodo, pero Will, el estaba a punto de explotar.

Pero no lo hizo. Soltó aire por la nariz en un intento de relajarse, algo que consiguió muy bien a la par de los segundos. Nadie dijo nada, la habitación estaba en total silencio, lo que le pareció correcto a Will fue irse.

Acababa de interrumpir una de sus escenas, ellos deberían de estar enojados, no yo, pensó. 

Se alejó de ahí lo más rápido que pudo, volvió a la cocina para sentarse en la mesa. Sacó el papel que hace unos minutos le había otorgado la mayor felicidad de la semana, lo leyó una vez más.

Sus ojos se humedecieron al leer las palabras "Jane Byers", el apellido le daba un aire diferente que apenas notó. Para todos en ese pueblo, Eleven era su dulce hermana, y para él era la chica que amaba en secreto. De pronto se sintió estúpido, pero eso no impidió que las lagrimas amenazaran con salir.

Y justo cuando una se resbaló de su ojo por su mejilla, Jonathan se acercó y dejó todos los platos en la mesa con el desayuno. Will se limpió con la muñeca de manera veloz.

─¡A desayunar!─gritó Jonathan al mismo tiempo que su hermano doblaba el papel y lo guardaba en su pantalón.

En cuestión de segundos todos ya estaban sentados disfrutando de la cocina, intercambiando comentarios absurdos sobre cosas que Will prefirió ignorar. El tan sólo se dedicó a comer sin muchas ganas, intentaba no subir la mirada porque sabia que Eleven lo estaba observando con intensidad.

Lo peor era que estaba justo a su lado, y Mike a lado de ella.

─Willips.─lo llamó en tono bajo, para que todos siguieran conversando sin prestarle atención a ellos, pero Will la ignoró ─Will, Will, Will.─insistió removiéndolo del brazo, pero no funcionó. Tan sólo hizo que Mike los viera con curiosidad ─Ay, Will. No hagas eso, sé que me consideras como tu hermana pero Mike es mi novio, no puedes tener celos hacia el.

Hermana.

Se repitió mentalmente Will. Eso eran ellos, eso era lo que ella pensaba, por lo tanto era lo que el debía pensar. Se esforzó por colocar una dulce sonrisa en sus labios, y por fortuna no se rompió al conectar miradas con Eleven.

─Tienes razón.─le dijo ─Somos hermanos.

Ella sonrió y de ahí en adelante se dedicó a comer su desayuno. Al terminar, Will propuso ir a la sala de videojuegos del pueblo, para darle la gran sorpresa a Eleven de que los habían aceptado en el concurso.

Se había decidido por ignorar la imagen de ellos dos besándose, y siguió con su día.

Cuando, después de una larga caminata llegaron a los videojuegos la diversión comenzó. El lugar era algo grande, y los juegos parecían infinitos, cada quien quiso jugar todo, menos Eleven y Will porque ellos ya lo habían echo.

Todos se fueron a diferentes zonas, pero ellos se quedaron en la maquina de baile.

─¿Hace cuanto que no venimos?─preguntó Will al mismo tiempo que movía sus pies al ritmo de la música. Su voz se escuchaba un tanto agitada, y no era para menos, estaba moviéndose como loco.

─No lo sé.─le contestó ella con la misma voz. De repente la maquina indicó que dieran la vuelta en un gran salto, ellos obedecieron y apareció en la pantalla un +1000 puntos.

Las personas comenzaron a acercarse fascinados con los movimientos de aquellos dos, algunos que eran nuevos estaban que se les caía la baba de lo asombrados que estaban, otros que ya los habían visto los observaban con suficiencia, como diciendo: "Oh, sí, de eso estoy hablando".

─Creo que fue cuando hicimos la prueba ¿no?─Will sonrió divertido.

Cambiaron de lugar en un rítmico paso de baile.

─Así es.─rieron sin parar de moverse.

Sin que se dieran cuenta Mike, Lucas y Max se acercaron al ver todo el alboroto. Quedaron impactados, Eleven jamás le había dicho a su novio que bailaba, tal vez por qué nunca se llegó al tema, o tal vez estaban demasiado ocupados besándose para hablar de algo.

La música terminó, Will tomó la mano de su compañera y se agachó para besar sus nudillos, tal y como lo habían hecho los bailarines de la pantalla, causando un ligero sonrojo entre los dos. 

Todos aplaudieron, y entonces ahí el castaño lo supo, era el momento. Antes de que Eleven se fuera sacó el papel, los desdobló y los curiosos ojos de ella lo siguieron. Will le extendió el papel bajo la mirada de todos, lo leyó de manera rápida y en su rostro se formó una expresión de sorpresa, luego sonrió y miró a Will.

─¡Estamos dentro!─exclamó con un asombro notable, se giró a los demás quien los observaban confundidos ─¡Entramos a la competencia de baile!─todos festejaron. El se volvió a girar a Will ─¡En serio estamos adentro!

─¡Sí!─ella saltó a los brazos de Will, se abrazaron con ganas y alegría.

Al separarse la cercanía entre sus rostros fue poca, si alguno de los dos se acercaba aunque sea un poquito más sus labios se unirían. De pronto, a Will se le detuvo el tiempo, ninguno de los demás existía más que ellos, a Eleven le comenzó a latir el corazón con fuerza, algo que la desconcertó.

¿Y qué decirse de Mike? Su rostro se contrajo de la confundido y celoso que se había puesto. Por su mente pasó la vez que Will se había puesto nervioso por el apodo que Eleven le puso, y esa misma mañana que le vi tan enojado por verlos besarse, y ahora esto.

Comenzó a conectar puntos de cosas parecidas que ya habían sucedido anteriormente, pero cuando lo tuvo fijo en su mente se llenó de sorpresa.

A Will le gustaba Eleven. Su novia. Su mejor amigo estaba enamorado de su novia, y para colmo ambos vivían en la misma casa.

Lucas y Max no entendían el por que de su festejo, pero se acercaron a ellos y los abrazaron, haciendo que salieran de la burbuja que se había creado.

─¿Ahora bailas?─le preguntó Max con una sonrisa orgullosa a Eleven mientras su novio platicaba con Will.

─Pues por supuesto.─hizo un pequeño paso de baile que la hizo lucir increíble. Su amiga rió.

─Basta, no presumas.─le dio un leve empujón en el hombro en señal de aprobación y la gran amistad que tenían.

Ellas rieron levemente.

─Te luciste, El.─ahora Mike se acercó al salir de sus pensamientos.

─Gracias.─un ligero rubor cubrió su rostro.

Max sonrió y se fue alejando poco a poco para dejarlos solos. La atención de Will pasó a la pareja, su cabeza palpitó al ver la mínima distancia de sus labios, pero aun así no apartó la mirada. Mike, lo notó, y en una muestra de celos absoluta tomó a El de la cintura.

─¿Qué haces?─preguntó esta nerviosa ─Estamos en publico, no puedes hacer eso.

─¿Por qué?─se acercó más a ella ─¿Te pongo nerviosa, El?─sus narices se rozaron y el pecho de Will se agitó.

Pero no era el único con el corazón desbocado, a Eleven le gustaba tanto la actitud grosera y morbosa de Mike, que comenzaba a ponerse caliente.

─Basta.─susurró, casi inaudible. Pero el la escuchó.

Por Dios, están en medio de todos pensó Will removiendo la cabeza lentamente, aunque en realidad los celos hablaban por el.

─¿O qué? ¿qué me vas a hacer?─una sonrisa pervertida se coló a los labios de Mike, una palpitación se hizo presente en su entrepierna al ver a Eleven tan roja, tan linda, y sobre todo... tan vulnerable.

Eleven tomó la mano de Mike y ambos salieron corriendo de la sala de videojuegos. Will tuvo ese instinto de seguirlos, de saber lo que iban a hacer.. pero al instante se dio cuenta de que lo que sea que viera lo iba a lastimar más.

Y el ya había sufrido demasiado.

LaEscritoraPerrona

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Algo inevitable [Wileven]-TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora