Algo inevitable [Wileven]-TERMINADA

Trigésimo cuarto: "Una locura" [T2]

Abrí la puerta de casa, con mis zapatos en la mano, cuidando cada una de mis pisadas. Tal vez Mike ya estaría dormido, y no sé daría cuenta del desastre que soy justo ahora.

Me encaminé al baño, pero antes de entrar una cabeza se asomó desde la cocina. Casi maldigo al ver que era Mike.

-Hola, linda.-me saludó sonriendo -¿Cómo está Will? No me imagino lo mal que la debe estar pasando.

Mierda, tuve sexo con Will apenas hace unos minutos, no sé qué hacer. Con esta ya van dos veces que lo engaño y lo peor Wide con la misma persona, al menos la primera vez tan sólo fue un beso.

Tragué saliva sonriendo nerviosa.

-Sí, sí...-rasqué mi cabeza -El ya está bien, digo, no del todo bien porque acaba de pasar hace unas horas, pero lo está sobrellevando muy bien.

-Eso es bueno.-me observó completa y frunció el ceño, ¿me veo como si acabara de tener sexo? ¿se huele? -¿Quieres comer? Estoy preparando tu cena favorita para este día tan gris.

Observé el reloj de la pared. Yo pensé que ya serían las 11 de la noche, pero resulta que apenas y son las 8.

-Sí, pero debo darme una ducha.

***

-Y entonces Valentina se fue con ese tipo, no sé a donde, pero se vio muy mal.-contó alargando el "muy". Yo asentí comiendo sin muchas ganas, el se comportaba tan bueno conmigo, y yo lo había engañado -Amor, ¿estás bien?

Levanté la vista afligida, ¿se lo digo? No sé qué siento por Will, pero hubo demasiada intensidad hace un rato. Los recuerdos me hicieron sentir que estábamos en aquel tiempo, donde sólo eramos el y yo.

La realidad me golpeó demasiado fuerte después de acabar de tener sexo.

-Yo...-oh, vamos, no hay mentiras en nuestra relación -Pasó algo, en el departamento de Will.

Frunció el ceño, dejando sus cubiertos de lado para prestarme atención.

-¿Qué sucedió?

-Pues... Yo...

Demonios, ¿qué estoy haciendo? Por fin tengo la vida que quiero junto a la persona que amo, no debo arruinarlo todo a causa de él...

Mierda, mierda.

Mejor se lo digo ya que las cosas con Will se aclaren, no pasa nada si no se entera ahora ¿cierto?

-Will hizo un desastre en su apartamento, tiró muchas cosas al piso.-hice una mueca fingida -Me dio cierta lástima, no me imagino estar en su situación.

Mike tomó de su bebida negando con la cabeza.

-Una locura.-admitió viéndome un tanto confuso.

Quizás se dio cuenta de mi nerviosismo y ahora mismo esté intuyendo la verdad, tal vez cuando despierte el ya no se encontrará a mi lado sino dándole una paliza a Will o yéndose del país o escribiendo en todas las paredes la palabra "zorra", o incluso jamás despierte porque el ya me habrá matado.

-¿Por qué eres tan hermosa, Eleven? Sólo te observo por unos segundos y creo que ya me enamoraste otro mil porciento.-sonreí a medias intentando no sonrojarme.

La culpa me estaba matando, pero mi amor por el era enorme, lo suficiente para sofocarlo.

***

No puede ser, estoy llegando tarde al trabajo, maldita sea me van a despedir, y apenas en mi primer mes. Creo que vengo llegando tarde desde... no sé, tal vez siempre.

Abrí la puerta de mi casa intentando correr, pero Mike me alcanzó y me detuvo.

-Se te olvidó tu almuerzo.-me dijo colocándolo en mi bolsa.

-Gracias, sino fuera por ti no como en todo el día.-el se encogió de hombros sonriendo.

Me acerqué para pasar mis brazos por su cuello y depositando un suave beso en sus lindos labios. Así nos quedamos un rato hasta que decidí separarme, o en serio me despedirían.

-Te cuidas.-me dijo despidiéndose con la mano.

Al darme la vuelta para caminar me encontré con que Will estaba enfrente, recargado en el marco de su puerta, observándonos en silencio. Mierda, ¿cómo no lo oí abrir su maldita puerta?

Nuestras miradas chocaron causándome un escalofrío, se veía tan apuesto, su playera estaba desabotonada dándole un aire tan fresco, mordí mi labio queriendo tocar su duro pecho. Una mirada sobre mi cuello me hizo regresar a la realidad, voltee atrás de mi.

Mike estaba observándonos con el ceño fruncido, o más bien a mi, carraspee girándome de nuevo a Will, ahora el me sonrió con un aire de perversión.

¿Dónde había quedado el Will pequeño y tímido? No lo sé, pero lo que se encontraba enfrente de mi no me disgustaba precisamente.

Desvié la mirada casi corriendo a las escaleras, una vez escuché las dos puertas cerrarse pude respirar tranquila.

¿Alguien me puede decir que hacer?

LaEscritoraPerrona

Mi corazón duele cada vez que pienso en Mike y el dolor que sentirá cuando se entere.

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