Séptimo episodio: "Hice algo"

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POV's Eleven

Me siento mal, me siento desesperada, me siento arrepentida, me siento humillada y lo peor de todo es que siento que soy la persona más cruel del mundo.

Le dije la verdad a Will, le dije lo que sentía en ese momento. Acababa de descubrir que me gustaba, pero en serio me arrepiento de haberlo besado.

Aparte de que ni siquiera me correspondió porque es obvio que no le gusto, Millie lo vio todo. Fui una total estúpida por besar a alguien que ya estaba comprometido, soy una total zorra, como lo dijo ella.

¿Qué me pasó? De verdad que no lo entiendo. Y otro caso es Mike, le puse el cuerno cuando aun lo amo, pero no sé si más que Will o no. No comprendo nada de la situación, no se porque me dejé llevar, actué como tonta enamorada que no le importa nada.

Estoy tan enojada conmigo misma, que lo que más quiero ahora es desaparecer. Desaparecer para no tener que enfrentar a Will, o a Millie, o a Mike. Si bien Max lo dijo, estoy en problemas.

La puerta de mi habitación volvió a sonar haciéndome dar un brinco, hace ya un rato que Will se había ido después de casi una hora golpeando la puerta, ¿por qué había regresado?

─Vete por favor, Will.─le dije sorbiendo mi nariz, que ahora se encontraba tapada de tanto llorar. Mi voz estaba un poco congestionada.

─Soy Mike, ¿puedo entrar?─no por favor, no ahora.

─Quiero... estar sola.

─Pero, ¿qué pasó? Will parece un poco triste y tu estás llorando encerrada.─claro, triste porque no quiere ver a su hermanita triste.

Al fin y al cabo eso soy para el, su dulce hermana y nada más.

Bien, si no se quiere ir le voy a tener que contar la verdad. Me levanté de la cama y le quité el seguro a la puerta, el no tardó en entrar volviendo a poner el cerrojo.

Me senté en la cama y di unos golpecitos a mi lado en señal de que se sentara. Se veía totalmente confundido por mi estado, deduje que ese estado apacible no duraría mucho al saber la verdad.

─Hice algo.─fue lo que dije tallando mis ojos, para evitar las lagrimas ─Hice algo malo, que no te va a agradar.

Frunció el ceño, y se tensó un poco.

─Me estoy preocupando, ¿qué pasa?

─Yo...─tomé todo el valor que tenia y lo miré a los ojos ─Yo besé a Will.

Abrió los ojos y el enojo no tardó en hacerse presente, se levantó de golpe de la cama y yo lo imité, para no parecer pequeña ante el.

─¿Qué?─parpadeó varias veces anonadado, pero sin perder ese enojo en los ojos ─¿Cómo pudiste? Se supone que me amas.

Me quedé en silencio sintiendo gruesas lagrimas caer a mis mejillas, no podía formular una palabra porque sabia que mi voz se iba a quebrar e iba a romper en llanto tan ruidosamente que daría pena.

─¡Eleven, contesta!─me gritó fuerte, yo temblé un poco ─¡Eres increíble! No, ¡tu eres una zorra! ¡una zorra que no sabe apreciar lo que tiene! ¡yo soy lo más bueno que vas a tener en toda tu vida y lo echaste a perder! ¡jamás voy a perdonarte por esto! ¡¿me oíste?! ¡Jamás!

El enojo picó mi garganta, ¿qué diablos? ¿por qué me trata así? ¿no sabe lo que es respetar a una mujer? Mi expresión se endureció mientras el seguía soltado groserías e insultos hacia mi.

Le golpee el pecho haciéndolo retroceder un poco, y por fin se calló, mirándome un poco sorprendido pero más enojado que nada.

─Quiero que te vayas de mi casa.─pronuncié con repudio, el levantó las cejas incrédulo ─¡Vete ahora!

─¡No me voy a ir!

Mi ser se llenó hasta el tope de cólera, me dirigí a la puerta para abrirla siendo seguida por Mike. Crucé las pasillos hasta llegar a la sala donde todos menos Joyce y Jonathan estaban, al verme se sorprendieron porque seguramente mis ojos estaban hinchados y rojos y mi cabello era casi un nido de pájaro.

Mi vista se posó en Will, tan sorprendido que se paró de su asiento. Lo ignoré al poner en mi vista la mochila de Mike, donde guardaba todas sus cosas. Me aproximé a ella, la tomé y me fui a la puerta principal, que estaba justo al lado de la sala, todos tenían su vista en mi.

Mike me vio y quiso correr para quitármela pero fui más rápida, se la aventé a la calle y se perdió en la oscuridad de la noche, donde la lluvia que estaba a tope la empapó.

Giré mi cabeza a el, se veía muy molesto.

─¡Lárgate de mi casa ahora!─le grité molesta.

Casi puedo sentir todo el dolor que mis palabras le causaron, noté que quiso protestar pero las palabras se le fueron. Al final suspiró y pasó sus dedos por el cabello.

─Adiós, Eleven.─me dijo para salir por la puerta y el mismo cerrarla.

Pasaron unos segundos y el todo el dolor volvió, pero este se intensificó mil veces más. Me tapé la boca soltando sollozos, pero al darme cuenta de que todos me observaban los reprimí y me encaminé a mi habitación.

POV's Will

Observé como ella se iba, Max no tardó en seguirla logrando entrar a su cuarto. Quise hacer lo mismo pero la sonó la puerta, pensando que era Mike me encaminé a ella.

No sé que rayos le hizo a El que esta se puso así pero me va a escuchar, le voy a dar la golpiza de su vida, y de mi se va a acordar.

Al abrirla mi enojo desapareció, convirtiéndose en confusión.

Era Millie.

Estaba toda empapada por la lluvia, y tan sólo tenia una camisa sin mangas blanca con unos shorts rosados, sin duda su pijama.

─Hola..─saludé confundido. ¿Que hacia a esta hora aquí?

─Will, tenemos que hablar.

LaEscritoraPerrona

Algo inevitable [Wileven]-TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora