Algo inevitable [Wileven]-TERMINADA

Noveno episodio: "Lo vamos a superar, juntos"

Al llegar nos sentamos en las bancas. Ambos estábamos callados, si bien ninguno sabía como iniciar, mi valentía de hace rato había desaparecido.

Pasé a verla a los ojos, ella hizo lo mismo, nuestras miradas se entrelazaron, pude sentir esa conexión que Millie dijo que teníamos, esa conexión que siempre estuvo ahí pero yo nunca noté.

─¿Terminaste con ella por mi culpa?─su pregunta no me sorprendió en lo absoluto.

Era algo lógico.

─Sí.─sonreí abiertamente ─O bueno, fue en realidad mi culpa por enamorarme de ti.

Ella se quedó un poco perpleja, se notaba que no podía creerlo, por lo que tomé su mano. Ahora sonrió y fue acercando su rostro al mío.

Era mucho más hermosa desde cerca, levantó su mano y la colocó en mi cuello, casi me derrito al sentir su palma tocar algo sensible. Un chispazo me recorrió el cuerpo al mínimo rose de nuestros labios, nuestras respiraciones fueron una y por fin me acerqué lo suficiente para atrapar sus labios en un beso.

Me sentí en las nubes. No fue como la primera vez, porque no apareció Millie en mi cabeza, apareció ella y las miles de forma en que la iba a hacer mía. Suena un poco posesivo, pero a lo que me refiero es que la quiero totalmente para mi.

Movimos nuestros labios en un compás casi apresurado, como si estuviéramos esperando por esto hace meses. Al menos para mi era así, soñé con sus labios una y otra vez.

Al separarnos encontré sus ojos más claros que nunca. Sonreímos mutuamente, estaba tan embobado con esta mujer.

─Mike me sigue doliendo.─admitió ella bajando la mirada.

─También Millie me sigue doliendo.

─Pero lo vamos a superar, juntos.─tomó mi mano y yo sonreí ─¿Nos vamos a casa?

Asentí parándonos del banco, había pasado como una hora desde que llegamos aquí, ya era algo tarde.

Camino a casa, le comencé a contar todo lo que pasó con Millie, y ella me platicó todo lo que pasó con Mike, prometimos que jamás íbamos a mentirnos.

─Entonces...─inicié con una sonrisa, nuestra casa se podía ver a lo lejos ─¿qué se supone que somos?

Dios, la pregunta que puede romperte el corazón o hacerte gritar de alegría.

─Pues... eres mi pretendiente, yo soy tu pretendiente.─se encogió de hombros ─Siento que para ser novios debemos pasar más tiempo juntos sabiendo que nos gustamos, así nos acostumbramos a la idea y no nos ponemos incómodos pensando que cualquier cosa mal que hagamos va a terminar con nuestra relación. 

─Relajado, tranquilo.─asentí aceptando la idea ─Espera, ¿significa que no podré besarte?

Su rostro tomó un tono rojizo, sonrió.

─Sí puedes, pero no todo el tiempo.

─Bien.─reímos un poco.

Entramos a la casa compartiendo una sonrisa. Al mirar al frente observé a mi madre de espaldas sentada en un sofá, estaba por saludarla cuando observo a su lado.

Mike.

Fruncí las cejas confundido, sentí el enojo entrar poco a poco en mi ser. ¿Qué hacía este aquí? ¿qué no le quedó claro que ya no volviera?

Eleven se estremeció a mi lado, pude ver su rostro fundido en dolor, pero también estaba molesta.

El sintió nuestras miradas y se giró a nosotros, su rostro inexpresivo me puso la piel de gallina.