Algo inevitable [Wileven]-TERMINADA

Décimo segundo: "Lárgate, Will"

Si la playa era hermosa cundo el sol se estaba ocultando, era aún más hermosa cuando el sol apenas estaba saliendo. Era el único despierto a esa hora, creo que eran como las 6am.

Después de lo de anoche creo que algo en mi cambió, no sé que sea, pero algo se siente diferente. Sentí una mano en mi hombro, al instante mi piel se tensó y voltee alarmado.

Me relajé al ver que tan sólo era Millie, verse muy mal era poco comparado con su estado. Incluso me volví a asustar al verla así.

Tenía unas ojeras horribles, su pelo parecía haber sufrido una explosión, llevaba sandalias con tan sólo la camisa de... ¿Mike? Por increíble que suene no me dieron nada de celos, mas bien fue remordimiento combinado con decepción.

Remordimiento porque por mi culpa se fue a dormir con el primero que se encontró, decepción porque ese fue Mike. Digo, podía conseguirse algo mejor.

─No te ves muy bien.─le dije con una mueca divertida.

─No me siento muy bien.─contestó sentando en la arena, a mi lado.

Nos quedamos en silencio por unos segundos, observando al sol alumbrar todo. Se sentía fresco el viento, me encantó la sensación de mi pelo yéndose de lado a causa del aire.

─Así que...─apoyé mis palmas contra la arena para tener un posición más cómoda, la observé ─¿tu y Mike?

Negó con la cabeza intentando acomodarse el pelo, con una expresión de molestia.

─Ni lo digas.─bufó ─No me acuerdo de nada de lo que pasó anoche, pero sé que ya no soy virgen.

No pude evitar reírme, ella se sorprendió por eso pero también se rió a los segundos. Y, ahí estábamos, riendo a carcajadas por la vida sexual de Millie.

Una tos falsa hizo que cesáramos nuestras risas para voltear detrás de nosotros. No supe que decir cuando vi a Eleven, su cara neutra me espantó un poco.

Millie notó la tensión y se levantó del suelo, se limpió la arena y nos dio una mirada incomoda.

─Bueno, ya me voy.─dijo caminando hacia su campaña, donde seguramente dormía Mike. Antes de bajar el cierre me miró y me guiñó el ojo ─Ya me fui.

Cerró y yo oculté una sonrisa. Esta niña...

─¿Qué diablos, Will?─me levanté y la miré con el ceño ligeramente fruncido.

─¿Con qué?

─Me levanto y no te encuentro a mi lado, y al salir estás muy feliz con ella ¿lo de anoche no significó nada para ti?

─¿Qué? Claro que significó mucho para mi, pero no sabía que no tenía derecho a levantarme de la cama ni de hablar con nadie.─su rostro se llenó de dolor, un dolor que no comprendí.

Ni siquiera hice nada malo, solo estaba hablando con Millie.

─¿Sabes qué? Quédate con ella, no me importa.

Se metió en la tienda mientras yo me quedaba parado, sin saber que fue lo que acababa de ocurrir. No comprendo nada. Me acerqué queriendo entrar pero al escuchar sus sollozos me detuve, por Dios, ¿soy un ignorante que no me doy cuenta de las cosas?

Me rasqué la nuca, desconcertado. Tengo que decirle a Max, es la única que entiende mejor a Eleven. Caminé hasta su tienda.

─Oye, Max, ¿podemos hablar?─no hubo respuesta ─Oye, Max.─nada ─¡Madmax!

─¡Cállate, niño zombie!─me gritó ella desde adentro.

Desde hace unos dos años que odia que le llamen Madmax, es algo infantil según ella, así que cuando la llaman de ese modo a mi me responde con el apodo que siempre he odiado, a Lucas con "acosador", a Eleven con "Jane", y a Mike con "cara de rana".