Miguel ( V )

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Camina dando zancadas por los pasillos vacíos del teatro, siguiendo los letreros brillantes que señalan la salida. Por fin se encuentra con la puerta de salida, empujándola abierta en su carrera por llegar a su casa antes que sus padres. Aun así, tiene que parar en seco cuando ve a Manuel parado frente a la salida, con su celular en mano.

La sangre le hierve.

Manuel está aún más pálido de lo normal.

-¿Fuiste tú, verdad?

Aprieta los puños, sintiendo que la piel se le va a partir, listo para mandarle un puñetazo a Manuel si se atreve a negarlo.

-Responde.

Manuel desliza su celular dentro de su bolsillo, y se acerca apenas unos pasos.

-¿Y qué querías que hiciera, Miguel?

En dos segundos ya se encuentra parado frente a Manuel, en tres, lo ha empujado con suficiente fuerza como para hacerlo retroceder varios pasos. Manuel lo mira con ira, con la cabeza en alto como si no acabara de mandar todo al demonio.

-¿Que demonios pensaste que ibas a lograr con eso?

Miguel siente su voz cansada alzarse una vez más, esta vez con rabia. Manuel simplemente se encoge en hombros.

-No lo sé, Miguel.

-¡Vete a la mierda!

-¡No, tú vete a la mierda! ¡Tú y tu estúpida manera de pretender que todo esta bien!

Manuel toma un par de pasos adelante, pero Miguel no se mueve. Siente la sangre de su cuerpo subir por su cuello, agolparse en su cabeza.

-Quería arreglar las cosas--

Dice entre dientes, pero Manuel ni siquiera lo deja terminar.

-¡Ni siquiera te pude dejar solo un rato, porque fuiste a saltarle a alguien encima sin que te importara nada!

Manuel grita hasta quedarse sin aire. Miguel traga, sintiendo su cuerpo temblar con miedo, ira, sin poder creer que los dos años que pasaron tratando de entenderse no les han servido de nada. Al final sigue estando en el mismo sitio. Al final siguen sin poder explicar lo que sienten, sin poder admitir que se equivocan.

Manuel bufa.

-¿Acaso me equivoco, Miguel?¿Acaso tuviste una razón válida para...?

Miguel se lanza contra Manuel por segunda vez, pero esta vez Manuel lo sujeta por los brazos. Miguel pelea con su agarre, hundiendo sus dedos en el brazo de Manuel con fuerza.

-¡Ya deja de actuar como si nunca cometieras errores, Manuel!¡Como si nunca hicieras nada sin pensar!- Relaja sus dedos, retirando sus manos de los brazos de Manuel y retrocediendo sin apartar la mirada. -Cometí un error, pero por lo menos trate de arreglar las cosas ¿Acaso piensas que lo hice por quedar bien, por parecer menos idiota? Pensé que si tu me querías tanto--y yo te quería tanto podríamos superar toda esta mierda ¿Qué te costaba tratar conmigo?

Manuel pasa una mano por su cara, sosteniendo el puente de su nariz por un par de segundos antes de hundir su cara en ella. Miguel espera, sosteniéndose apenas a lo que le queda de recuerdos bonitos. Manuel deja salir un suspiro pesado, y aún sin mirarlo contesta en un hilo de voz.

-Es que tu lo haces sonar tan fácil, Miguel...

Miguel traga, sintiendo un sabor agrio en su boca. Pasa una mano por sus ojos rápidamente antes de continuar.

-Ya entendí que nunca me vas a perdonar. Ni entender.

No espera más.

Pasa al lado de Manuel, harto de tener que explicar una y otra vez lo arrepentido que está, sabiendo que deja mucho atrás y que en realidad no le quedan más opciones. E incluso cuando escucha su nombre, no voltea.

No Me CantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora