Cinco

8K 602 184
                                    

DRACO MALFOY

Habían pasado semanas desde la última vez que había visto a Isa.
Era un infierno no poder hablar con ella, no saber cómo está o si es que ha corrido peligro alguno.
Sé que quizá suena un enterno cliché, pero realmente me hacía falta y definitivamente extrañaba su presencia.

Maldición, es una tortura.

Cuando estábamos en Hogwarts podía verla constantemente y por sobre todo, su vida no corría peligro.
Sé que ella es una increíble bruja y era una de las mejores en Defensa Contra Las Artes Oscuras, pero es inevitable no preocuparme.

—Draco —habló mi madre haciendo que me distraiga completamente de mis pensamientos—. ¿Puedes bajar al salón principal? Quiero presentarte a alguien...

Obedecí como de costumbre y mientras bajaba, escuchaba los eternos gritos de los prisioneros. Ya era bastante común que estuviera Bellatrix torturando a alguien o ver a los carroñeros deambulando por toda la mansión.

Al llegar al salón vi a mi madre acercarse con mucha ilusión a un señor y una señora. Junto a ellos había una muchacha parada, quien sonreía y esperaba ansiosa.

—Ella es Astoria Greengrass —mi madre la presentó y ésta me extendió la mano para saludarla.

Le seguí el gesto y sonreí al recordar que cuando conocí a Isabella, ella simplemente ignoró aquel gesto y me abrazó descaradamente.

La chica era bastante pálida, tenía el cabello algo alborotado y bastante seco, pero su color castaño resaltaba bien. Sus ojos eran tan verdes como... un sapo, sí, exacto.

—Astoria nació en el seno de la familia Greengrass, considerada como parte de los Sagrados Veintiocho —volvió hablar mi madre orgullosa—. Sangre pura completamente.

—Ajám —asentí sin saber qué decir. ¿A qué rayos se debía esto?

La chica miró molesta a sus padres (al parecer) y el señor comenzó hablar.

—Será mejor que los dejemos solos, para que se conozcan.

—¿Por qué? —quise saber.

Mi madre se acercó lentamente a mi y dijo casi en un susurro:
—Por favor Draco, no seas descortés. Esto te hará bien. Puedes distraerte y...

—Estamos en una maldita guerra no necesito distracción —hablé fuerte para que todos pudieran escuchar.

Mi madre solo se limitó a mirarme con cara de decepción, como de costumbre.

Una ve que todos abandonaron el salón, la supuesta Astoria comenzó a chillar.

—Tienes suerte de que una chica como yo...—hizo un exagerado énfasis en esa última palabra—... tenga la dicha de siquiera venir hablar contigo, así que no seas un niño necio y trátame con el debido respeto.

No pude evitar soltar una carcajada.
—Pues nadie te invitó, así que te puedes ir por donde llegaste.

—¿Por qué eres así? —gruñó Astoria—. Soy hermosa y tengo los ojos más lindos del mundo, además...

INEFABLE [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora