Narra Isabella Black
Estaba con Luna, repasando todo el plan para escapar.
Yo distraería a colagusano mientras ella usaría la varita de Draco para atacarlo. Saldríamos del calabozo y rápidamente utilizaríamos la varita para hacer una aparición fuera de la mansión Malfoy.
—¿Y a dónde iremos? —preguntó con dulzura mi amiga, distrayéndome de mis pensamientos.
—Un problema a la vez —respondí titubeante, tratando de parecer segura—. No te preocupes...
Ella asintió levemente con la cabeza, se puso por el costado de la puerta del calabozo y yo al frente de ésta. Estaba por llamar al idiota de colagusano cuando escuchamos un ruido fuerte.
La puerta se abrió bruscamente, tiraron a dos personas y se volvió a cerrar. Todo pasó muy rápido.Me acerqué para verlos con claridad.
Esperen...
—¿Ron? —dije completamente sorprendida—. ¿Hermione?
Esperen... ¿Cómo los habían atrapado? ¿Y cómo había vuelto Ron con mi amiga? ¿Y harry? ¿Harry dónde estaba?
—¡Isa! —gritó Hermione, pero antes de que pudiera abrazarla la puerta del calabozo se volvió abrir.
Colagusano con sus asquerosos dientes me miró, sin dejar de apuntar su varita.
—Ven —ordenó.
Dudé un poco, pero siendo lógica ¿qué más podía hacer? Luna tenía la varita de Draco y por más que esperé unos segundos para que atacara a Pettigrew, no se pronunció. O más bien, creo que es demasiado Ravenclaw para adecuarse a un nuevo plan. Pero no la culpo, había pasado repasando y estudiando horas el plan inicial.
Me acerqué levemente a la salida del calabozo. Subí las escaleras amenazada por colagusano, y cuándo llegué a la sala principal vi una escena bastante atemorizante, pero rápidamente ese sentimiento se esfumó al verla a ella: Bellatrix Lestrange.
Draco estaba a unos centímetros de ella, con su padre, Lucius, quien lo sostenía del cuello, y justo al otro lado estaba Narcissa, su madre.
Maravillosa reunión familiar ¿no?
Esperen ese...
Ese era... ¿Harry? ¿Harry Potter?
Sí, lo reconocí de inmediato.
Tenía la cara algo deforme, como si le hubieran echado un hechizo punzante.Claro, Hermione era una genia.
Lucius se separó de su familia para agarrarme directamente del brazo y poder acercarme a Harry con Bellatrix, vi como Malfoy se tensó ante eso, pero no dijo nada.
—¿Es Potter? ¿Es Harry Potter?
Me quedé en silencio.
Lucius apuntó su varita directo a mi cabeza.
—¿Y bien?
Miré a Harry directo a su rostro y ojos. Su cicatriz estaba algo distorsionada, pero sí. Evidentemente era mi amigo.
—¡Habla! —gritó Bellatrix.
—Pues... el rostro de Harry no luce así, que yo recuerde —le sonreí levemente, de forma irónica.
—¡Niña tonta! —chilló más fuerte, alejandose de Harry y apartando a Lucius de mí—. ¡Veamos si piensas igual después de la maldición cruciatus!
—¡Bellatrix! —exclamó Draco (para mi sorpresa) mientras intentaba zafarse de su madre. Pero ésta lo retuvo.
La demente sonrío de oreja a oreja, me apuntó su varita y dijo las palabras:
—¡Crucio!
Rápidamente caí al piso, el dolor fue tan intenso, tan devastador, que por segundos olvidé dónde estaba y qué hacía ahí; era como si cuchillos candentes me horadaran cada centímetro de la piel, y la cabeza me fuera a estallar de dolor.
Grité por el dolor y a lo lejos se escuchaba otros gritos, pero no me pude percatar de quiénes eran o qué decían.
El impacto había sido tan fuerte que la espada de Godric Gryffindor salió bruscamente de mi bolsillo. No alcancé ni a recomponerme, ni a recogerla cuando Bellatrix volvió a chillar. Esta vez no sonreía ni reía, estaba seria. Como si realmente estuviera preocupada por algo.
—¡¿Qué es eso?! —apuntó la espada.
Me quedé en silencio.
Harry me miraba confundido, pero no decía nada. No podía revelar su identidad. A Draco no lo quise ni mirar.
—¡¿De dónde has sacado esta espada?! —gritó más fuerte, pero me quedé en silencio nuevamente.
Bellatrix le ordenó a colagusano que llevara a Harry al calabozo, al parecer quería tener una charla de "chicas" conmigo, y al parecer, creía que yo había robado la espada de su bóveda gringotts.
—¡Esto no tiene sentido! —escuché la voz de Malfoy—. ¡Ella no robó nada!
Seguía un poco confundida y aturdida por la maldición cruciatus. No entendía bien que estaban hablando, pero el ambiente estaba tenso y bastante bullicioso.
—¡Snape la envió a mi bóveda de Gringotts! —escuché que chilló Bellatrix.
Seguido de eso, se acercó a mi, puso su navaja en mi brazo e inmediatamente lo sentí. No pude evitar gritar del dolor, me estaba marcando y haciendo varias preguntas a la vez. No podía pensar con claridad. No podía distinguir con transparencia lo que gritaba Draco, pero si reconocía su voz. Quería que Bellatrix parara.
—¡Contesta! —volvió a gritarme, pero no me salían las palabras. El dolor era insoportable.
—¡¿Qué más se llevaron?!
—¡Basta! —logré escuchar y distinguir un gritó de Draco.
—Yo no robé nada —dije por fin, con mil sollozos.
—¡Mentirosa! ¡Eres una vergüenza a la sangre pura! ¡Una traidora! ¡Igual que el putrefacto de mi primo!
¿Estaba hablando de Sirius?
¿Cómo se atrevía?
Al momento en el que dejé de sentir dolor, lo supe de inmediato, Bellatrix había acabado. "Para que siempre lo recuerdes", me susurró al oído conjunto una risa sigilosa.
—Trae al duende —ordenó. Seguramente también quería interrogarlo.
Sin poder detener las lágrimas de mi rostro, observé mi antebrazo derecho, las palabras estaban escritas con sangre, bastante claras, como un recordatorio de mi dolor, y su eterna burla:
"Yo maté a Sirius Black"
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INEFABLE [Draco Malfoy]
FanfictionTodos los que me rodeaban estaban constantemente diciéndolo: Él es un Slytherin. Él es un mortifago. Él no te conviene. Él romperá tu corazón... ¿Qué les puedo decir? Estaban completa e irrevocablemente en lo cierto. TEMPORADA 2. #LCC2