INEFABLE [Draco Malfoy]

Veinte

Apreciaba mi antebrazo, las marcas que me había dejado Bellatrix se desvanecían lentamente.

Estaba enojada y dolida, también las ansias de venganza subían cada vez más.

Debía matar a Bellatrix.

Por otro lado, algo bueno había sacado de toda esa experiencia....

Draco... Ahora sé donde está su lealtad.

Aunque, a pesar de todo, lo que siento por él y lo que hay entre nosotros nunca podrá ser dicho con claridad, ni explicado o descrito con palabras, ya que todo es muy excelso y difuso.

Nuestro amor es inefable.

Pero imposible, ¿no?

En fin, estábamos en la casa de Bill y Fleur, en las afueras de Tinworth. Era una cabaña bastante amplia, justo al frente del mar.

Harry había envuelto a Dubby entre su chaqueta, cavó con sus propias manos la arena del lugar, y Hermione hizo un sencillo letrero para la tumba.

—Creo que deberíamos dedicarle unas palabras —sugirió la dulce voz de Luna—. Empezaré yo...

Luna miró el fondo de la tumba, sonrió delicadamente y comenzó hablar:

—Muchas gracias, Dobby, por haberme rescatado de aquel sótano. Es una injusticia que hayas tenido que morir, porque eras muy bueno y muy valiente. Siempre recordaré lo que has hecho por nosotros y deseo que ahora seas muy feliz.

Se dio la media vuelta y miró a Ron, quien algo incomodo agregó:

—Sí, gracias, Dobby.

Harry terminó de posicionar la tumba de Dobby con la piedra escrita que había hecho Hermione:

"Aquí yace Dobby, un elfo libre"

Todos se retiraron lentamente del lugar, sin antes decir algo como "adiós, Dobby."

Yo me quedé un momento más con Harry.

—Lo siento —dije en voz baja, y mi amigo Potter me miró con delicadeza.

—Yo también —respondió—. Por todo... nunca debimos pelearnos. El estúpido guardapelo tiene una magia muy oscura...

Me encogí de hombros.

—No importa... perdí la espada.

—Pero tú estás bien, es lo que importa.

—No, Harry —negué con la cabeza—. Debemos encontrar los horrocruxes para destruirlos pero sin la espada, todo es en vano.

—Sí —asintió levemente con la cabeza—. Aún así, lo siento por no haberte ayudado... en la mansión Malfoy, yo...

No quería hablar de eso, ni tampoco revivir los recuerdos.

—Olvídalo, Harry. No podías hacer nada. Tampoco podías dejar que se enteraran que eras tú, o lo hubieran llamado y él te hubiera mata...

Dejé de hablar, era innecesaria terminar esa frase.

—Malfoy no se lo dijo, ¿sabes? —habló Harry, luego de unos segundos en silencio—. A Bellatrix... él sabía que era yo, sabía que eramos nosotros... pero no lo dijo.