Gravity Falls: aventura inolvidable

Monstruo verde

Era el atardecer más oscuro que pudo apreciar Gravity Falls, la lluvia aumentaba de intensidad, el viento soplaba con todas sus fuerzas, el ambiente poco a poco se ponía pesado.
Cerca de la cascada del pueblo, una feria que fue abierta solo ese día, en una tienda de circo grande, cuyo interior se podía ver varios títeres de madera del tamaño de un adulto sosteniendo, agarrando fuerte imposibilitando cualquier movimiento de las chicas Mabel y Pacifica, quien con esfuerzos inútiles no podían moverse.
Mientras que por el lado del escenario, un monstruo verde horrible, con un cuerpo robusto, garras afiladas, cabello blanco, parado frente a un chico de cabello castaño con el nombre de Dipper, siendo sostenido por toda una horda de títeres de madera. Ese monstruo que fue antes conocido como el dueño de la feria, extendiendo sus manos en la frente de Dipper, a punto de dar su último ataque que acabaría con la vida del castaño.
- Serás bienvenido a la muerte –dijo su mano brillaba al punto terminar su acción.
- ¡NOOOO! –gritaron con lágrimas en los ojos, llorando de tristeza.
A punto de ver el fatal destino de Dipper, a lo lejos se escuchó una voz, que era más conocido por el chico castaño, la voz proveniente de su tío Ford.
- Aléjate de mi sobrino, monstruo –se escuchó la voz grave y algo rasposa de Ford, disparando jalando el gatillo de un arma que sostenía.
Esta arma lanzo un rayo rápido que congelo al instante el rostro del monstruo, haciendo que quede inmóvil, su ataque no se dio.
-¡USTEDES! –gruño Stan golpeando a todos los títeres gigantes de madera sin detenerse hasta liberar a Mabel y Pacifica, para luego seguir el camino hasta Dipper, de igual modo, lo libero de su  prisión de madera.
-Gracias tío Ford, gracias tío Stan, no sabría que hubiese hecho sin ustedes –dijo Dipper aceptando la ayuda de sus tíos.
-No me lo agradezcas, de todos modos llegando a la cabaña estarás castigado
-¿QUE? –pregunto alterado- ¿Por qué?
-Uno –levanto su dedo índice- por haber ido a esta feria, les dije que no ayudaran a la competencia. Segundo –levanto su dedo medio junto al índice- porque casi te matan junto a tu hermana y tu novia. Y tercero –levanto un tercer dedo- te diría si tuviera una tercera razón para gritarte.
-Vamos Stan –Ford guardaba su arma- tenemos que salir de aquí cuanto antes.
-Pero tío Ford –dijo Dipper- crees que ese monstruo se descongele.
-Si es lo suficientemente fuerte, no por mucho tiempo. Larguémonos de aquí –dijo dirigiéndose a la salida, el cual les siguieron los demás a paso seguido.

Pero aquel hielo que inmovilizaba al monstruo, empezó a rajarse, a desquebrajarse, se agitaba poco a poco, y cada vez era más fuerte, hasta que solo exploto el hielo en miles de pedazos. Aun así, el monstruo quedó algo mareado, tambaleándose de un lado a otro.
-Me las pagaran –dijo con una voz gruesa y suave, algo rasposa, sus ojos oscuros brillaron al igual que el color de su piel, agacho su rostro, y empezó a susurrar.

La familia pines más la chica Nortwhest corrían directo a la salida, pero en el momento, la tierra empezó a agitarse, haciendo que se quedaran quietos intentando equilibrarse lo mejor posible. Las atracciones de la feria empezaron a moverse, las atracciones se destruían para formar piezas sin forma que bloqueaban cualquier paso.
Mientras que otras piezas más pesadas  como el metal se juntaron, haciendo un montón de piezas de metal que poco a poco formaban un ser grande y monstruoso, un rostro indefinido.

Quedaron asustados, asombrados y perplejos ante tal tamaño de las forma que tomo, casi inmóviles, pero empezaron a moverse, a correr a un sitio donde ocultarse, pero no había tal lugar qpara no ser visto por un ser que llegaba a mas de tres metros, sus brazos mecánicos. Lo mínimo que encontrarían era una roca mediana, notan suficiente para esconderlos por unos segundos, unos valiosos segundos.

-Bien –dijo Ford- tenemos que detenerlos, Dipper –saca un arma de su bolsillo conocido por congelar anteriormente al señor convertido en monstruo, saca otra lanzándola hacia las manos del castaño- es una suerte de que traje más armas
-¿y qué hay de mí, sabelotodo? –gruño Stan
-No creo que puedas manejar un arma
-Hermano, estuve en varios cárceles como para saber cómo se maneja un arma
-Está bien, Stan, te daré una, pero mantén a salvo a Mabel y a. . . –se quedó pensando por un momento- la chica de Dipper, protégelas y sácalas de aquí, sin importar lo que pase.
-¿Y ustedes donde estarán? ¿Se divertirán con su amigo horrible?
-Stan, eres lo suficientemente fuerte como para protegerlas, hazlo por tu sobrina, y por esa chica de cabello rubio.
-Bien, solo porque me lo pides por favor –dijo stan de mala gana.
-Bien, solo protégelas, ¿entendido?
-Si, si, si, lo que tu digas, vámonos, encontremos la forma de salir de aquí –stan se llevo a Mabel y a pacifica por diferentes lugares de la feria buscando salida.
Mientras que ford y dipper buscaran la forma de detener al monstruo de metal y al monstruo verde, ideando un plan para detenerlos, corriendo hacia el interior de la tieda, o por lo menos, donde esta estaba. En ese sitio, un ser de cabello blanco, cuerop robusto y verde, con uñas afiladas, y ojos oscuros, rodeado de títeres de madera, con el tamaño de un adulto. Detrás de ellos, el monstruo formado por los metales sacados de las atracciones.